A pesar de todas las polémicas y campañas, WhatsApp sigue siendo imprescindible para los usuarios y está lejos de caer.
Se debe reconocer que, a pesar de todas las polémicas que existen con las distintas redes sociales, la empresa de Mark Zuckerberg ha sabido colocarse en una posición de la que es complicado que salga. El caso de Facebook es un buen ejemplo, aunque parece estancada y le rodean graves controversias, sigue siendo una plataforma mayoritaria. Y con WhatsApp esto se ve acrecentado.
En los últimos meses se ha vivido una importante polémica con las nuevas políticas de privacidad que ha impulsado WhatsApp y que no han gustado en general, pero aun así apenas han hecho mella en el número de usuarios que mantiene la plataforma. La competencia crece, pero son pocos los que abandonan WhatsApp.
Según informa Sensortower, Signal ha crecido un 1.200 % en el primer trimestre de 2021 y Telegram un 98 %, pero WhatsApp no ha caído y la gran mayoría de usuarios han aceptado los cambios propuestos. Y la verdad es que resulta complicado abandonar esta red social.
Aunque se opte por alternativas y se anime a conocidos a que hagan lo mismo, WhatsApp está muy asentado en la vida de muchas personas de todas las edades, tanto como para que vean la aplicación como algo indivisible de su móvil. Convencer para cambiar resulta complicado a nivel individual, y ya no digamos grupal.
Aunque es posible realizar una migración personal, lo más probable es que se pierdan los grupos de WhatsApp. Sea el del trabajo, la familia, el grupo de amigos, los conocidos de la escuela, la comunidad de vecinos… Siempre hay un ancla que impide escapar de WhatsApp.
A esto se debe sumar que los cambios que generan tanta polémica solo son conocidos por una pequeña parte de la sociedad, la gran mayoría viven ajenos a estos debates que no acostumbran a mencionarse en los medios más generalistas, al menos hasta que se intentan regular, y esto dificulta es convencerlos.
WhatsApp se ha transformado en una aplicación que solo sufre pérdidas de usuarios cuando los gobiernos legislan para contrarrestar sus políticas. En la Unión Europea han optado por abandonar WhatsApp y pasarse a Signal, pero a la hora de combatir las prácticas de esta compañía siempre se enfoca más a la tributación que a la privacidad.
En todo caso, son muchos los motivos que nos siguen atando a WhatsApp, tantos como para que abandonar la aplicación se transforme en una decisión que casi siempre conllevará perder algo. El factor determinante es si esa pérdida se juzga como suficiente al compararla con lo que se acepta al aprobar las nuevas políticas de WhatsApp.