China sigue apostando por motores innovadores y afirma que trabaja en uno más avanzado que podría alcanzar velocidades no conocidas.
En la carrera espacial que se está viviendo existen distintas metas. Aunque SpaceX apuesta por la reutilización de los cohetes y Japón por llevar sus novedosos vehículos a la Luna, no se puede negar que Marte está en el objetivo de todos. Llegar a Marte en un viaje tripulado y no hacerlo una vez, sino varias, puede no ser algo lejano y China tiene mucho que decir al respecto.
Uno de los últimos logros de China ha estado en usar motores de iones para mantener en órbita su propia estación espacial, pero estos novedosos motores solo son el primer paso hacia su próxima meta. La Lunar Gateway va a ser un punto intermedio antes de avanzar hacia Marte.
Para lograr este paso se optimizarán los propulsores de iones que usan un campo magnético que «limita el movimiento de los electrones de un elemento —xenón o kriptón— y los ioniza para acelerarlos y producir una fuerza para impulsar la aeronave«, según informa El Confidencial.
Según la Administración Espacial Nacional China (CNSA), están trabajando en un motor de iones de 200 megavatios que podría llevar una nave tripulada a Marte en 39 días con unas velocidades que superan todo lo que se está anunciando desde SpaceX y la NASA, quienes hasta ahora parecían seguros de ser los primeros en alcanzar el planeta rojo.
Pero a pesar del anuncio realizado, se mantiene mucha cautela fuera de China respecto a esta información al haberse visto de momento propulsores de 40 MW como máximo, nunca de la potencia que está hablando el país asiático. Esta novedad conllevaría un importante salto respecto a la tecnología actual y también requeriría un gran avance en cuestiones como la seguridad.
Se debe apuntar que China no puede ser acusado de país poco ambicioso, no solo habla de llevar un viaje tripulado a Marte, en caso de conseguir desarrollar su motor también cita Neptuno como destino, pero aquí ya no sabemos si hablar de ciencia o de ciencia ficción.