A partir de mayo de 2022, todos los vehículos nuevos homologados en la Unión Europea deberán contar obligatoriamente con el sistema ISA de control de velocidad.
A partir de mayo de 2022, todos los vehículos nuevos homologados en la Unión Europea deberán contar obligatoriamente con el sistema ISA de control de velocidad. Esta tecnología se encuadra dentro de las denominadas asistencias de ayuda a la conducción, un sistema que podemos encontrar disponible actualmente en un gran número de coches. Hasta ahora era opcional, pasando a ser obligatorio antes de que termine el primer semestre del próximo año.
Seguro que cada vez escuchas hablar más de los ADAS. Si bien, se trata ni más ni menos que de los sistemas avanzados de asistencia al conductor o sistemas de apoyo al conductor. Son las conocidas ayudas a la conducción, determinados sistemas que trabajan para hacer más segura la conducción además de mejorar el confort del conductor. El sistema ISA se integra en ellos y pronto será obligatorio que cada coche lo monte.
El ISA trabaja con el control de crucero para adaptar la velocidad a la máxima permitida por la vía. Si bien, este sistema cuenta con diferentes sensores capaces de identificar las señales de tráfico, en concreto las de velocidad, para informar al vehículo de la velocidad máxima permitida en cada vía. El sistema puede adaptar la velocidad en cada tramo siguiendo esta información y la que le llega por GPS.
Pese a ser un sistema intrusivo, pues puede dejar de acelerar para adaptar la velocidad, el coche en ningún momento frenará, no al menos a petición de este sistema. Según diferentes estudios, sistema ISA reducirá las colisiones en un 30% y las muertes en un 20%. Igualmente, se dice que será capaz de reducir las emisiones al adaptar la velocidad en cada momento. Otra ventaja será el menor desgaste general, pues contribuye a reducir el desgaste de neumáticos, frenos o motor. También podría librarte de multas por exceso de velocidad.
Este artículo fue publicado en Top Gear por Enrique León.