El inventor de uno de los componentes clave de las baterías de iones de litio, el Dr. Rachid Yazami, está trabajando en una tecnología que permitirá cargar un coche eléctrico en 10 minutos.
La movilidad eléctrica está conquistando nuestras ciudades y cada vez son más las personas que eligen coches eléctricos para moverse en entornos urbanos. Debido a las ventajas medioambientales que ofrecen estos vehículos y al compromiso tanto de los fabricantes como de los conductores, está bastante claro que la movilidad del futuro es eléctrica.
Pero, aunque la tecnología ha avanzado mucho en los últimos años, los coches eléctricos todavía tienen que superar algunos obstáculos para poder convertirse en la opción mayoritaria y desterrar a los vehículos con motor de combustión. La lentitud de la carga de la batería es uno de los principales problemas a los que hay que hacer frente, pero parece que este escollo tiene los días contados.
El Dr. Rachid Yazami, inventor del ánodo de grafito, una tecnología clave para las baterías de iones de litio, está trabajando en una tecnología que permitirá cargar un coche eléctrico en tan solo 10 minutos. Un avance de estas características supondrá un antes y un después para la movilidad eléctrica, ya que prácticamente equiparará el tiempo de carga de la batería del vehículo con el que dedicamos a repostar combustible convencional.
En declaraciones a The Register, el Dr. Yazami explica que está desarrollando una nueva tecnología de carga rápida para coches eléctricos que mejora con creces los resultados de cualquier otra tecnología existente. Las pruebas más recientes de su sistema demuestran que es capaz de cargar una batería de alta densidad en solo 10 minutos, siete veces más rápido que Tesla.
Para conseguir este avance, el Dr. Yazami utiliza un método de carga diferente al convencional. En lugar de aplicar corriente constante, su tecnología utiliza voltamperometría no lineal que controla el voltaje en lugar de controlar la corriente.
El científico explica que hay que pensar en el voltaje como si fueran escalones de una escalera. El voltaje debe permanecer constante en cada uno de esos peldaños hasta que se cumplan los parámetros y se pueda avanzar al siguiente escalón. Este sistema de carga da a las baterías un descanso durante el proceso de carga y permite prolongar su vida útil.
«La tecnología que permite una carga rápida también prolonga la vida de la batería al evitar el estrés», afirma el Dr. Yazami. «En lugar de mantener la batería durante cinco años, se puede mantener durante diez años, porque la forma en que cargamos la batería no la somete a altas temperaturas ni a un gran estrés de corriente. La situación soñada de la batería sería diez minutos de carga para una autonomía de 800 km».
Aparte de en la carga rápida, el científico también está trabajando para resolver los otros dos grandes problemas de las baterías de los coches eléctricos: la densidad de energía y la seguridad.