Si quieres presumir de un verdadero sonido de alta calidad para ver películas o escuchar música en casa, seguramente te interese comprar un amplificador integrado o receptor AV, un aparato que centraliza todas las entradas y salidas tanto de audio como de vídeo ofreciendo un rendimiento más elevado en comparación a las barras de sonido o sistemas home cinema convencionales.
Elegir el mejor receptor A/V puede resultar bastante complicado para los menos curtidos en el mundo del audio por culpa de todos los conceptos técnicos con los que suelen jugar los fabricantes. Por eso, hemos elaborado esta pequeña guía con los mejores consejos para comprar un amplificador o receptor AV.
Un amplificador de música integrado o receptor A/V suele suponer una inversión elevada, pero desde el minuto uno se convertirá en el corazón de todo el sistema de sonido de casa, capaz de soportar todo tipo de fuentes, incluyendo ordenadores, reproductores de CDs o Blu-ray, televisores, smartphones o cualquier aparato imaginable.
Índice de contenidos
Qué es un receptor A/V y por qué necesitas comprar uno
Básicamente, los receptores A/V realizan tres funciones: recepción, procesamiento y amplificación de las señales de audio desde fuentes externas con unos resultados -normalmente- de alta calidad y, además, la mayoría permite el control del sonido a través de la ecualización.
Las especificaciones técnicas ayudan a entender mejor cómo es cada amplificador, aunque no son siempre el santo grial: la diferencia entre dos aparatos puede ser mínima con unos altavoces y enorme con otros, o rendir mejor con una fuente de reproducción que otra.
En el mundo del audio el mejor consejo siempre es probar antes de comprar, si es posible con condiciones similares -altavoces- a las que luego tendremos en casa como explicaremos más adelante en esta guía para comprar un amplificador o receptor AV.
Antes de entrar en materia debes tener en cuenta que los materiales de fabricación de los componentes y la arquitectura interna del aparato suelen ser un factor determinante. Cualquier audiófilo sabe que. por lo general, en el mundo del audio la calidad se paga, aunque a veces se pasan por alto cuestiones básicas como la acústica de la sala o disposición de los altavoces.
A continuación os explicamos en qué hay que fijarse al comprar un receptor A/V, con algunas recomendaciones básicas para comparar diferentes amplificadores.
Amplificadores de válvulas vs transistores
En el mundo del audio existen dos tipos de amplificadores: los que trabajan con válvulas y los que lo hacen a través de transistores. La mayoría de los receptores A/V que se venden hoy en las grandes superficies son transistorizados, aunque muchos defienden que emiten un sonido algo más frío.
Los amplificadores valvulares requieren mayor mantenimiento, suelen ser más caros, pesados y necesitan calentarse para funcionar a pleno rendimiento. Aún así, todavía se venden algunos modelos orientados al segmento de los más audiófilos.
Por otro lado, en los últimos años diversos fabricantes han lanzado al mercado amplificadores híbridos que por lo general mezclan un preamplificador a válvulas con un amplificador de potencia basado en transistores.
Potencia del amplificador
Una de las claves a la hora de comprar un amplificador es la potencia del equipo, aunque antes de entrar en faena resulta imprescindible puntualizar algunos conceptos.
Para empezar, la potencia siempre va referida a una carga -resistencia eléctrica en este caso- que se denomina impedancia y se mide en Ohmios. Los fabricantes suelen promocionar el número de vatios por canal de su amplificador, pero sin especificar a qué impedancia se refiere esa cifra.
Una pequeña trampa para engordar los números que puede tener desagradables consecuencias luego en casa si conectamos un amplificador a un altavoz que tenga una impedancia mayor.
A la hora de comprar un receptor A/V un buen consejo es fijarse en su consumo eléctrico para ver si realmente va a ser capaz de soportar el consumo de vatios que promete en la ficha técnica.
Otra cuestión en la que no todo el mundo se pone de acuerdo es en los vatios por canal que se necesitan para sonorizar una sala, aunque unos 100 vatios por canal parecen más que suficientes para un salón normal.
Número de canales del receptor A/V
El número de canales de un amplificador te permitirá una experiencia más o menos inmersiva, de ahí que todos los expertos recomienden siempre tener muy claro el número y tipo de altavoces que vamos a utilizar.
Los receptores A/V compatibles únicamente con señales 5.1 parecen haber quedados relegados a la prehistoria en las tiendas: la inversión inicial en un amplificador compatible con señales 7.1 o superiores puede amortizarse a largo plazo a medida que vayamos completando el equipo.
Los modelos de gama alta prometen compatibilidad con señales 9.1 o superiores, además de los que incluyen un segundo subwoofer para mejorar la respuesta de graves.
Los mejores receptores A/V pueden repartir de forma muy inteligente los sonidos pero la realidad es que -de momento- no hacen magia y existen poco contenidos nativos con esquemas de sonido realmente avanzados.
Por contra, un aspecto muy importante a la hora de comprar un receptor A/V es que disponga de salidas preamplificadas que se puedan conectar a amplificadores externos si se necesita una potencia mayor, algo que a la larga resulta un ahorro económico.
Zonas de audio
En el plano más práctico otra de las características importantes a la hora de comprar un receptor A/V radica en la posibilidad de establecer varias zonas de escucha a lo largo de la casa.
Los canales de un amplificador se pueden repartir para cubrir las necesidades de cada habitación, de forma que un receptor de 9.1 canales tiene capacidad para reproducir una televisión en el salón con cinco altavoces y un subwoofer al mismo tiempo que una persona escucha música con dos altavoces en una habitación y otra juega con el ordenador en otra estancia diferente.
Los sistemas más avanzados permiten además controlar cómo se reproduce el audio en cada sala e incluyen un práctico mando a distancia.
Procesamiento de sonido
Llegamos a otro de los puntos principales a la hora de elegir un receptor A/V para el hogar, aunque primero hay que entender que una señal digital convencional no es audible sin ser decodificada, ya que los altavoces no entienden de números sino de señales acústicas.
Como ya hemos dejado caer este tipo de aparatos de audio son capaces de dirigir a los altavoces como si de una orquesta se tratase, indicando a qué volumen y qué frecuencias deben reproducir unos y otros tanto con controles manuales como con niveles precargados para consumir música o películas según su género.
Los receptores AV modernos van mucho más allá, ya que a menudo están equipados con sistemas de corrección acústica que son capaces de modificar la salida del sonido en función de las características del salón para eliminar todo tipo de distorsiones gracias a micrófonos que recogen cómo se recibe el sonido en la sala.
En el plano más técnico resulta recomendable fijarse en el si el receptor A/V integra un conversor de señal digital a acústica (DAC), y si es así si se trata o no de un modelo interesante que trabaje a 384 kHz/32 bits.
Sonido envolvente y compatibilidad
De la misma manera, un buen consejo a la hora de elegir un amplificador es fijarse en su compatibilidad con los diferentes esquemas de sonido envolvente presentes en el mercado.
Hasta hace nada un equipo con descodificador DTS o Dolby resultaba más que suficiente, pero en los últimos años la tecnología ha mejorado a una velocidad de vértigo y han aparecido todo tipo de variantes como Dolby True HD, DTS-Master audio o Ultra HD.
A la mayoría de los usuarios le bastará con que su amplificador sea compatible con un par de esos formatos, aunque los más exigentes buscarán que lleve la etiqueta de Dolby Atmos o DTS:X que mezclan los canales clásicos del sonido (5.1, 7.1 o 9.1) con hasta objetos de sonido dinámicos bautizados como ‘objects’ que se pueden colocar en cualquier parte de la sala.
En este punto, a la hora de comprar un receptor A/V resulta fundamental comprobar la compatibilidad del aparato con formatos de audio de alta calidad -si los vamos a utilizar- como Flac, algo de lo que no pueden presumir todos los modelos.
Conectividad y procesamiento de vídeo
La conectividad es uno de los aspectos más importantes a la hora de comprar cualquier aparato de audio, mucho más en el terreno de los amplificadores ya que las conexiones ópticas o digitales permitirán sacarle más o menos partido.
Puedes empezar por comprobar que el receptor A/V sea compatible con señales en 3D e imágenes 4K, para lo que necesitarás como mínimo una entrada HDMI 1.4. Algunos equipos tienen capacidad para escalar señales hasta 4K, con mejores o peores resultados según el modelo
De todas formas, lo más recomendable es optar por un modelo compatible con HDCP 2.2 y que incluya entradas HDMI 2.0 para que no se quede anticuado demasiado pronto.
¿Qué hay que mirar al comprar un receptor A/V? Uno de los aspectos más interesantes es que el aparato disponga de conectividad inalámbrica para reproducir contenido desde dispositivos móviles, aparte de contar con una entrada de red o conexión con servicios de música como Spotify o Tidal.
Los modelos más económicos incorporan Bluetooth ofreciendo un sonido mejorable en la mayoría de los casos -salvo que se utilicen dispositivos compatibles con aptX-, pero la mejor opción siempre es utilizar conexiones WiFi y sus variantes, como AirPlay para iPhone o iPad.
Conclusión
A menudo las diferencias entre amplificadores y receptores A/V no se esconden en las especificaciones que describe la ficha técnica sino en el material de fabricación de los componentes y la propia arquitectura del aparato: fuente o fuentes de alimentación, condensador eléctrico o DAC, si es que lo integra.
En definitiva a la hora de comprar un receptor AV lo mejor es confiar en el propio oído y, siempre que sea posible, escuchar el equipo con unos altavoces iguales o similares a los que luego habrá en casa.
A la hora de probar unos amplificadores -y en general cualquier equipo de música- la mayoría suele poner el volumen al máximo para comprobar la distorsión, pero otra buena manera de probar el sonido de un equipo de audio es dejar el volumen muy bajo para comprobar si la sonoridad se pierde o se mantiene.
En definitiva, estos son los mejores consejos que debes seguir a la hora de comprar un amplificador o receptor A/V.
- Comprueba las características de los altavoces (impedancia y potencia) que acompañarán al receptor.
- ¿Qué necesidades va a cubrir el amplificador? Procesado de audio, vídeo, streaming, sonido envolvente, multizonas.
- Elige el número de canales mínimo que debe tener tu receptor A/V y la potencia por canal necesaria.
- Revisa que tenga todas las entradas necesarias para conectar tus aparatos.
- Asegúrate de que existe margen para mejorar el equipo sin necesidad de reemplazarlo a medio plazo.
- Compara el sonido de varios receptores A/V en la tienda con los mismos altavoces antes de comprar.