Google refuerza el sistema de autentificación de los desarrolladores de aplicaciones que venden su trabajo en Google Play. La medida persigue reducir el mercado de aplicaciones falsas, infectadas de malware o engañosas.
Las tiendas de aplicaciones para móviles de los grandes gigantes tecnológicos cuentan con una serie de procedimientos, normas y registros que buscan eliminar aquellas aplicaciones que tratan de engañar a los usuarios o que esconden un malware. Sin embargo, la lucha es cada vez más fuerte.
Con el auge del cibercrimen, también estamos viendo más aplicaciones peligrosas en la red. Algunas proceden de tiendas de aplicaciones conocidas y en las que confía en usuarios como Google Play. Pero en ellas también podemos encontrar estafas que las medidas aplicadas por Google no están detectando.
Para reforzar este sistema, Google ha agregado nuevas restricciones y barreras que van dirigidas a los desarrolladores de aplicaciones, aquellos que las crean y las ponen a la venta en la tienda o que las ofrecen de forma gratuita. Ese aumento del control de los desarrolladores pretende mejorar la seguridad de los usuarios.
Con este anuncio la compañía da a conocer que los desarrolladores que quieran ofrecer sus aplicaciones en la tienda deberán verificar su dirección de correo electrónico, su número de teléfono y proporcionar detalles adicionales como una dirección física. Se realizará un proceso de doble verificación para corroborar que la persona que intenta activar una cuenta es la auténtica.
Google indica en su artículo que el objetivo es «asegurarse de que cada cuenta sea creada por una persona real con datos de contacto reales«. Según The Record, este movimiento coincide con la creación de un mercado paralelo en la que grandes vendedores crean varias cuentas para que otros las utilicen. Un trueque con el que se pueden subir aplicaciones fraudulentas y las cuentas para ello se venden a 86 dólares según una captura publicada en este medio.
Google se compromete a no exponer datos personales de los desarrolladores «no estarán de cara al público» y solo se utilizarán para «ayudarnos a confirmar su identidad y comunicarnos«. Además se facilitará la verificación en dos pasos para estas cuentas.
Los cambios se irán aplicando de forma progresiva. Este primer mes se podrán identificar las cuentas como personales o comerciales y verificar los datos de contacto de las cuentas ya existentes. Más adelante, en agosto, las nuevas cuentas deberán ingresar desde el principio aportando esta información y activando el sistema de verificación. La adaptación completa al nuevo sistema se espera que se alcance a finales de este año.