El Toyota Aygo y el Fiat 500 son dos conocidos del segmento de los utilitarios. Si hay que elegir, ¿con cuál nos quedamos?
El Toyota Aygo y el Fiat 500 son dos conocidos del segmento de los utilitarios. El Fiat 500 rememora un modelo muy popular en Italia y clave para la marca. El Toyota Aygo arranca la gama del fabricante japonés ofreciendo un coche para la ciudad con una estética personal y buenas aptitudes para la urbe. Si hay que elegir, ¿con cuál nos quedamos?
Toyota Aygo
El modelo japonés cuenta con una estética personal y un equipamiento interesante. Su carrocería mide 3.465 mm de longitud, 1.615 mm de anchura y 1.460 mm de altura. Si bien, el Aygo se asienta sobre una plataforma con 2.340 mm de distancia entre ejes. De la misma manera, ofrece un maletero de apenas 168 litros en su configuración estándar.
El urbanito nipón se ofrece con una sola mecánica de gasolina, un bloque tricilíndrico de aspiración natural y 1.0 litro de capacidad con 72 CV de potencia. Está disponible con cambio manual o automático de cinco velocidades, encontrando en este apartado pocas opciones para elegir.
Fiat 500
El Fiat 500 se ha transformado en un coche eléctrico. El italiano, al menos en su nueva generación, no ofrece otra variante más que la 100% eléctrica. En este caso nos encontramos con un coche de diseño más atractivo, más llamativo. Y es que en este apartado encontramos una de sus claves. La carrocería cuenta con 3.632 mm. de longitud, 1.683 mm. de anchura y 1.527 mm. de altura, contando con un maletero de 185 litros.
De nuevo Fiat 500 se comercializan dos versiones con distinta potencia y autonomía, una con motor de 95 CV otra con motor de 118 CV. Si bien, la autonomía homologada bajo el ciclo WLTP es de 180 y 320 kilómetros, respectivamente. Es cierto que la marca vende un Fiat 500 basado en el que se vendía anteriormente con tecnología híbrida ligera de 12 voltios. Este modelo cuenta con el motor de gasolina 1.0 litros Firefly de tres cilindros con 70 CV y 92 Nm de par máximo.
¿Cuál comprar?
Las diferencias entre ambos son profundas, empezando por su tren motriz. De la misma manera la estética es clave, además de su precio. En el caso del japonés hablamos de unos 13.000 euros de salida mientras que en el italiano nos quedamos con 16.000 euros en el modelo más barato.
Este artículo fue publicado en Top Gear por Enrique León.