realme quiere entrar muy fuerte en todos los segmentos del mercado y tras plantar cara a una incontestable, hasta hace no mucho, Xiaomi en el terreno de los smartphones con móviles tan interesantes como el realme GT –análisis– y asaltar el territorio de los wearables con opciones tan interesantes como los Buds Q2 –análisis– o el Watch S Pro –análisis-, llegan al de los robots aspirador.
Hay muchos, muchísimos dispositivos de este tipo en el mercado y, además de los clásicos Roomba de iRobot, tenemos opciones como los de Cecotec y otros tan interesantes como los Yeedi –como el 2 Hybrid– o Roborock –con el S7 como estrella del mercado de la gama alta a bajo precio-.
Por eso es crucial ofrecer características que hagan que el consumidor se decante por tu robot y no por otro.
Y eso es lo que intenta el TechLife Vacuum que vamos a analizar, un robot aspirador que por 350 euros ofrece buena autonomía, un depósito de buen tamaño, un control automático gracias a su sensor LiDAR y la promesa de mantener bien limpito el suelo de casa.
Tras dos semanas con él, os contamos qué tal se porta en el día a día y si merece la pena comprar este robot aspirador de realme.
realme TechLife Vacuum | |
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Dimensiones y peso | 35 x 35 x 10 cm |
Potencia de succión | De 500 Pa a 3.000 Pa |
Batería | 5.200 mAh |
Capacidad de depósito de residuos | 600 ml |
Capacidad de depósito de agua | 300 ml de agua | 350 ml de residuos | No incluido |
Conectividad | Wi-Fi 2,4 GHz |
Sensores | LiDAR | Obstáculos | ToF | Giroscopio | Infrarrojo | Temperatura |
Control por app | Sí, con realme Link | Compatible con Google Assistant y Alexa |
Precio | Unos 350 euros en AliExpress |
Apartados del análisis del realme TechLife Vacuum:
Viejo conocido que atrapa el polvo por arriba y por debajo
Empecemos hablando del diseño, ya que no deja de ser algo importante en prácticamente cualquier tipo de dispositivo y, en el caso de un robot aspirador, va a marcar, directamente, por qué huecos puede o no puede pasar.
Tenemos un robot extremadamente parecido, en dimensiones a otros como el Roborock S7. Esto quiere decir que no es el más adecuado para limpiar debajo de muebles porque su altura total es de 10 centímetros hasta la isleta frontal en la que se encuentra el sensor principal.
De hecho, hasta hace poco tenía una mesita de café que contaba con el típico tablero en la parte baja sujetando las patas a una altura de unos 9 centímetros. El cuerpo del robot pasaba, pero siempre chocaba con el protector de plástico de la isleta, por lo que no podía barrer bajo esa mesa.
Pero sigamos con el diseño. La parte superior está acabada en un plástico de color negro con acabado brillante que es un imán para las huellas y el polvo. De hecho, es propenso a la estática y atrae el polvo más de lo debido, siendo gracioso teniendo en cuenta que se trata de un dispositivo que debería eliminarlo.
Los sensores LiDAR y ToF están en la isleta frontal, en la parte de color amarillo que da vueltas porque es la que sirve para ir mapeando la casa y ver los obstáculos y, además, tenemos dos botones en la parte superior. En este sentido, es idéntico al Conga 4090.
En el frontal vemos un parachoques y diferentes sensores y en la parte trasera tenemos el botón para quitar el depósito, así como la salida de aire caliente. No emite demasiado aire caliente, la verdad.
Si damos la vuelta al robot vemos que tiene dos cepillos frontales. Eso está bien para intentar que estos robots circulares sean más eficientes en las esquinas, pero como veremos más adelante, no es su punto fuerte.
En la parte central tenemos el cepillo que no es de goma, sino tradicional de cerdas de plástico y goma. No es el más indicado para recoger pelo de animal, pero cumple su función si hacemos un buen mantenimiento con los accesorios incluidos.
Y más allá de los cepillos tenemos la rueda guía en la parte central delantera, entre los dos pines de carga y encontramos las dos ruedas de tracción que pueden elevarse o contraerse para superar obstáculos pequeños, subir a alfombras y esas cosas.
No tengo alfombras ni moqueta en casa porque el verano ciudadrealeño es implacable, pero se ha subido a las alfombrillas de los gatos y del baño sin problema.
En el perímetro de la parte inferior tenemos más sensores hasta un total de 38 entre todos y en la caja del dispositivo (muy simple y en la que se nota que han ahorrado costes) tenemos un filtro de cortesía y un cepillo para limpiar el rodillo.
Se agradece que tenga esos accesorios de cortesía, pero lo que no vais a ver es la mola o el depósito mixto (agua/residuos) por ningún lado. Si queréis que «friegue» toca pasar por caja.
En este sentido tenemos dos modos, el de fregado en ‘S’ y el de fregado en ‘Y’, más concienzudo y mejor, pero como no hemos probado ninguno de los dos, no vamos a hablar de estos modos.
Sobre la base de carga podemos decir que es otro apartado en el que realme ha recortado para bajar el precio del robot. Es de un plástico que, simplemente, cumple y el cable es muy fino y transmite fragilidad, pero bueno, al final no es algo que vayamos a estar moviendo de un lado a otro.
Tiene unas pequeñas bases de goma que, en mi caso con suelo de mármol, impiden que la base se mueva cuando el robot entra y sale y un detalle que me ha gustado es que tiene una tapa que permite guardar el sobrante del cable para que no esté hecho un lío en el suelo.
Toma el control con la app, pero también con tu voz
Para poder utilizar el robot, hay que descargar la aplicación que usamos en otros dispositivos de realme. Se trata de realme Link, una app que no está mal, pero que no me parece la más estable de todas y, de hecho, en estas dos semanas he tenido que reiniciar el robot dos veces, perdiendo el mapeado de casa.
No es un drama porque el robot mapea el hogar cada vez que sale a limpiar, pero si habíais configurado el nombre de las habitaciones y habíais separado estancias, lo perdéis a no ser que lo hubierais guardado de antemano. Al segundo reinicio he pasado de renombrar habitaciones, la verdad.
Siguiendo con la configuración, lo primero que debemos hacer es conectar el móvil al WiFi del robot y, posteriormente, conectar el mismo a la red de casa de 2,4 GHz. En la de 5 GHz no funciona. Cuando escuchemos el aviso por voz, todo estará en orden y podremos empezar a limpiar.
Antes de ver cómo es el proceso, terminemos con la aplicación, ya que están las opciones justas que vamos a usar en el día a día y unos automatismos que vale la pena comentar.
Lo que más hemos utilizado es el modo automático. Simplemente, tenemos que dar al icono de la escoba para que inicie el modo automático y él solito va a mapear la casa en primer lugar y, cuando haya comprobado el perímetro de cada habitación, empieza a succionar de manera más intensiva.
Podemos elegir que automáticamente seleccione el mejor modo de succión, pero es algo que también podemos controlar automáticamente. En este sentido tenemos el modo silencioso -500 Ps- el normal -1.200 Pa- el Turbo -2.500 Pa- y el Máximo -3.000 Pa- y el sonido en los dos modos más potentes es como el de un secador de pelo al máximo.
Automáticamente en función del suelo y de lo que crea conveniente va a ir cambiando entre modos y creo que lo hace bien, pero a veces activa el modo máximo durante un segundo y luego lo desactiva, por lo que el algoritmo debe mejorar en este sentido.
Una vez tenemos mapeada la casa, vamos a poder poner barreras invisibles y editar las salas, combinando habitaciones, poniendo nombre a las mismas y lo que queramos. El objetivo es poder decir que limpie, por ejemplo, solo el salón aunque tengamos todas las puertas abiertas.
Si pulsamos en el icono de los tres puntos horizontales entramos en los ajustes más profundos como el de la limpieza programada, el modo no molestar, el tipo de trayectoria de fregado, podemos cambiar la voz del robot (en inglés o chino, no hay más) y dos opciones interesantes como desactivar el cambio de potencia automático y el modo personalizado.
Este es interesante porque vamos a poder crear recorridos como «primero el salón, luego la cocina, luego las habitaciones y los baños por último».
Por último tenemos los datos del historial de limpieza y el estado de los componentes. Aquí se nos muestra una aproximación de la vida útil del filtro, los cepillos laterales y el principal.
Como extra, desde las apps de Alexa y Google Home podéis enlazar realme Link para controlar la limpieza con comandos de voz, una opción muy interesante si tenéis uno de estos dos asistentes.
Vamos a lo importante. ¿Cómo limpia el robot aspirador de realme? Vivo en un piso con suelo de mármol que cuenta con unos 70-80 metros cuadrados, pero entre cajas bajo las camas, escritorios con sus sillas pegadas, estanterías de pie, muebles de televisión, armarios y sofás bajos, el robot mide unos 50 metros cuadrados de suelo por el que puede pasar.
Dicho esto, como he comentado, cada vez que el robot sale de la base de carga empieza a escanear la casa. La primera vez llama mucho la atención porque el plano del piso se va dibujando en tiempo real y vemos en todo momento dónde está el robot gracias a la app.
Cuando ya haya dado una pasada por toda la casa, evidentemente, no se dibujarán nuevos espacios en el mapa a no ser que movamos algo de sitio. En mi caso, no entra bien entre las sillas, por lo que las subo a la mesa si quiero una limpieza profunda, pero si simplemente quiero que pase porque hay mucho pelo de los gatos (de pelo largo) acumulado, no hace falta.
Si en el proceso de mapeo ve algún obstáculo o elementos nuevos (cambiamos la mesa de café recientemente por una nueva, con patas diferentes por las que sí puede entrar) lo analiza y, cuando sepa el perímetro de todo y los bordes por los que puede y no puede pasar, empieza a aspirar.
En el modo automático va cambiando entre la succión normal y la turbo, además de en el modo máximo cuando pasa a la cocina, de baldosa. No se da demasiados choques contra objetos gracias a sus sensores, pero hay que tener cuidado con cables, juguetes de mascotas y elementos pequeños que están en el suelo porque no logra verlos y se pueden enredar en el cepillo.
Y lo que me he encontrado es que no tiene una navegación errática, sino que es bastante ordenada y no pasa dos veces por el mismo sitio. También vuelve bien a la base, pero hay matices. La primera semana con el firmware que traía de fábrica daba muchas vueltas antes de aparcar.
Era extremadamente tonta porque hacía muchísimas maniobras. Tras una reciente actualización entra a la primera. Bueno, a la segunda si me apuras.
Me gusta, en definitiva, cómo limpia, pero he de decir que las esquinas no se le dan muy bien. Es curioso porque las esquinas de muebles o el sofá las apura bastante y sus cepillos recogen suciedad, pero no es capaz de acercarse a las esquinas de la casa en la que no hay nada, por lo que puede ser un punto de acumulación de polvo y pelos.
No es perfecto y en una ocasión se dejó media casa sin barrer porque consideró que ya estaba bien y volvió a la base, pero volví a ordenar la salida y ya sí pasó por todas las salas, pero lo cierto es que quita mucha suciedad.
¿Y cuánto tarda? En mi caso, más o menos una hora y queda batería suficiente como para dar una segunda pasada. El depósito, que no es pequeño, se ha vaciado cada tres días. Quedaba espacio para más, pero es una costumbre que hemos adoptado para que no nos pille lleno en ninguna ocasión y el mantenimiento que hay que hacer es muy sencillo.
Eso sí, todo depende de si tenéis animales… o no.
Cumple su labor incluso con varios animales en casa
Y es que, esta santa casa parece un zoológico, pero los tres inquilinos que sueltan pelo son un conejo de pelo semilargo, un gato de pelo largo y un gato cachorrete que todavía no, pero apunta maneras en lo que a longitud de pelo se refiere.
Cuando toca época de muda sabréis, si tenéis animales, que se forman bolas de pelo por toda la casa y lo cierto es que este robot ha podido sin problema con ese pelo que se queda flotando por el suelo.
Succiona bien y, aunque se van a quedar muchísimos pelos en el cepillo central debido a que es de cerdas y no al 100% de silicona, con un mantenimiento semanal no tendréis problemas.
Es decir, si os estabais preguntando si es compatible con pelo de perro y gato, la respuesta es que sí, incluso con esas bolas de pelo de los conejos, que más que pelo parece algodón de azúcar.
Otro robot aspirador calidad/precio que completa el ecosistema de realme
realme sigue apostando por lanzar al mercado dispositivos con una genial relación calidad/precio. Lo estamos viendo continuamente en el segmento de los móviles, pero también en el de los wearables y, ahora, en este primer robot aspirador de la compañía.
El TechLife Vacuum es eficiente limpiando, se lleva bien con los pelos de animales, nos va a ahorrar tiempo en la limpieza semanal y cuenta con una potencia de succión suficiente, incluso, para ‘chupar’ esos granos de pienso que salen del comedero o alguna piedrecita que traigamos de la calle.
La navegación es ‘inteligente’ gracias a sus sensores y no vamos a ver al robot dando vueltas en un mismo lugar y también me gusta que la app nos marque parámetros como el estado de los componentes.
Y no es perfecto, en absoluto, ya que esos aumentos esporádicos de potencia de succión (con el consecuente aumento de decibelios) y que el kit de fregado no esté incluido son dos de las pegas que puedo poner al dispositivo, pero es indudable que nos va a ahorrar tiempo en casa, nos ayuda a tener el hogar más limpio si tenemos animales y es un complemento ideal.
Hay opciones mejores, más completas y más inteligentes, pero podemos decir que en los dispositivos relación calidad/precio, Xiaomi se encuentra, de nuevo, con realme, ya que es una opción de lo más interesante.