Casi de golpe, Lenovo ha lanzado tres modelos de Motorola Moto G (por si os interesa, ya analizamos el G50). Se trata de la icónica familia de la, ahora, compañía china que durante muchos años y hasta la llegada de los Xiaomi, era la líder del mercado de la gama de entrada y gama media.
Estos últimos años han estado algo perdidos al ofrecer móviles con una relación calidad/precio superada por marcas como Xiaomi (además de POCO y Redmi) o realme, pero con el Moto G100 parece que quieren volver por sus fueros.
En este análisis del Motorola Moto G10 vamos a contaros todo lo que pensamos de un terminal que llega con potencia, autonomía y rendimiento como bazas principales.
Motorola Moto G100 | |
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Pantalla | Panel IPS de 6,7″ | Refresco de 90 Hz | Resolución de 2.520 x 1.080 píxeles | 409 píxeles por pulgada | HDR10 | Formato 21:9 | Brillo de 560 nits | El 84,1% del frontal es pantalla |
Procesador | Snapdragon 870 |
Memoria RAM | 8 GB |
Almacenamiento | 128 GB UFS 3.1 |
Cámaras principales | Principal de 64 Mpx f/1.7 PDAF Laser AF | Gran angular de 16 Mpx f/2.2 | Profundidad de 2 Mpx f/2.4 | ToF 3D |
Cámara frontal | Angular de 16 Mpx f/2.2 | Gran angular de 8 Mpx f/2.4 |
Batería | 5.000 mAh | Carga de 20 W | Cargador en la caja |
Sistema operativo | Android 11 |
Dimensiones y peso | 168,4 x 74 x 9,7 mm | 207 gramos |
Precio | 499 euros en Amazon |
Apartados del análisis del Motorola Moto G100:
Un móvil tan atractivo como enorme
Empecemos por el diseño, ya que además de ser el apartado por el que empezamos todos nuestros análisis, es lo primero que llama la atención en cuanto abrimos la caja del Moto G100.
Estamos ante un móvil grande, bastante grande debido a sus 168,4 mm de altura. Tenemos una pantalla de 6,7″, sí, y además el formato es 21:9, pero los marcos superior e inferior no juegan a favor de tener un móvil algo más contenido en tamaño.
Es un móvil bastante ancho con casi un centímetro de grosor, algo que está muy lejos de contrincantes en ese rango de los 500 euros y que, desde luego, se nota en la mano y en el bolsillo con sus 207 gramos de peso.
Eso sí, creía que iba a pesar más en cuanto vi el grosor y el tamaño, pero realmente el acabado en plástico (de muy buena calidad, eso sí) tanto de la trasera como de los laterales juega a favor de contener un poco el peso.
En la mano es un móvil cómodo si os gustan grandes, claro está, ya que sus formas redondeadas se adaptan muy bien a la palma de la mano, pero creo que Motorola debería haber elegido mejor la ubicación de los botones.
Y es que, tanto el botón de Google Assistant del lateral izquierdo como los botones del lateral derecho están demasiado arriba y cuesta, muchas veces, llegar con el pulgar.
La ubicación del sensor de huellas capacitivo del lateral izquierdo no es la óptima porque, además de estar muy arriba (algo que a los zurdos no les irá bien) no está en una parte centrada, sino hacia abajo. Es cuestión de costumbre, claro está, pero en los primeros días, sobre todo con la funda puesta, costaba atinar a la primera.
Está claro que no es un móvil estilizado, pero lo cierto es que me gusta el acabado elegido para este Moto G.
El tacto del plástico trasero, el color ‘gradiante’ y el módulo de cámaras me parecen elementos atractivos. Eso sí, teniendo en cuenta los 9,7 mm de grosor, habría estado bien que las cámaras no sobresalieran.
Lo que sí tenemos gracias a ese grosor es un jack de auriculares en la parte inferior, que me parece la óptima para albergar este puerto y, en esa misma zona, tenemos el único altavoz del Moto G100.
Sí, es una oportunidad perdida el no dotar al equipo de sonido estéreo en un móvil creado para consumir multimedia a un precio en el que la inmensa mayoría de rivales ya tienen audio estéreo, pero es que, además, el sonido tampoco es el punto fuerte.
Tiene volumen, sí, pero no destaca en ninguna de las frecuencias y, al final, tenemos un apartado algo plano. Como siempre, os dejamos un ejemplo de esto:
En el paquete vienen unos auriculares que no son los mejores del mercado, pero bueno, ahí están.
Y si pasamos a la parte delantera nos encontramos dos cámaras en la esquina superior izquierda y unos marcos que se nos antojan algo anchos. Estamos ante un panel IPS que impide aprovechar mucho más el panel, cierto, pero son unos marcos (sobre todo el superior) que deberían tener un tamaño más contenido.
Buena, y gran, pantalla 21:9 que se queda corta en brillo
En el panel podemos apreciar que Motorola se ha contenido, pero aun así hay elementos y decisiones interesantes. Como ya hemos dicho, son 6,7″, por lo que entra entre los móviles más grandes de los últimos meses, pero además el formato de pantalla es 21:9.
Sí, el mismo que el del Xperia 1 III del que acabamos de escribir unas primeras impresiones, y eso significa que para ver contenido nativo en ese formato es una auténtica delicia.
No echo en falta más resolución y, de hecho, en su rango de precio es lo correcto con una densidad de 409 píxeles por pulgada con una resolución FullHD+ un poco rara debido a la relación de aspecto, pero que nos va a permitir disfrutar de contenido sin problema.
También me gusta la frecuencia de 90 Hz. Aquí, Motorola ha sido algo conservadora porque bien podría haber optado por 120 Hz, pero al final los 90 Hz es una mejora sustancial si los comparamos con los 60 Hz que siguen teniendo algunos móviles, incluso más caros, y tanto apps del día a día como los juegos van a ir muy fluidos.
La sensibilidad me parece correcta y, como digo, en juegos y contenido nativo 21:9, no os va a defraudar.
Vais a poder elegir 90 Hz en todo momento, 60 Hz o un modo automático, que es el que he tenido activado y, además, diferentes perfiles de color (naturales, mejorados y saturados), pero sin poder ajustar individualmente otros parámetros.
Ahora sí, hay algunas carencias importantes en este rango de precio. Estamos ante un panel IPS y soy de los que piensa que sí, un OLED es mejor en términos generales, pero si el IPS es bueno, no hay que echarse las manos a la cabeza.
En este sentido, creo que el panel está bien en cuanto a ángulos de visión y reproducción de color, pero el brillo no da la talla.
Motorola nos habla de 560 nits en el modo de altos brillos y en nuestras pruebas hemos tenido una media de 324 luxes con una desviación de 8 luxes.
En interior se ve muy bien y el sensor de brillo automático adecúa el brillo de la pantalla rápido y bien, pero en exterior la cosa cambia y en días muy soleados va a ser complicado ver la pantalla.
En este aspecto, el del brillo, creo que el Moto G100 se queda un poco a medias, sobre todo si comparamos con competencia como el POCO F3, que juega en la misma liga. En colores y reproducción de contenidos, eso sí, es un móvil muy interesante.
Velocidad apabullante con el SD 870 y Android limpio
Donde han echado el resto es en el interior y tenemos un terminal que cuenta con el mismo procesador que el POCO F3. Esto se traduce en un Snapdragon 870 (que es una versión remozada del Snapdragon 865) con 8 GB de memoria RAM.
En cuanto empiezas a ‘trastear’ con el móvil te das cuenta de que todo va muy, muy fluido y cuando pones aplicaciones más pesadas como editores de vídeo/foto y juegos, el rendimiento es perfecto.
Antes de continuar, os dejamos la tradicional tabla de test de rendimiento:
Motorola Moto G100 | POCO F3 | OnePlus 9 Pro | Xiaomi Mi 11 | Galaxy S21 Ultra 5G | |
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Procesador | SD 870 | SD 870 | SD 888 | SD 888 | Exynos 2100 |
Geekbench 4 Single | 4.294 | 4.548 | 4.958 | 5.081 | 4.910 |
Geekbench 4 Multi | 10.786 | 13.151 | 14.387 | 14.929 | 14.224 |
Geekbench 5 Single | 963 | 984 | 1.115 | 1.136 | 1.050 |
Geekbench 5 Multi | 2.885 | 3.363 | 3.642 | 3.648 | 3.347 |
3D Mark Sling Shot Extreme | Demasiado alta | Demasiado alta | Demasiado alta | Demasiado alta | 7.765 |
3D Mark Wild Life (Puntuación| FPS) | 4.194 | 25,10 FPS | 4.236 | 25,4 FPS | – | 5.776 | 34,6 FPS | 5.463 | 32,7 FPS |
AnTuTu | 631.782 | 674.543 | 715.885 | 705.986 | 642.161 |
PC Mark | 12.856 | 12.187 | 11.718 | 13.216 | 15.730 |
La velocidad es espectacular gracias tanto al SoC como al tipo de memoria. Tenemos 128 GB, ampliable mediante microSD, que cuenta con el estándar UFS 3.1.
La velocidad de cualquier tipo de tarea es la adecuada teniendo en cuenta el tipo de memoria y vamos a abrir apps, multitarea, instalar aplicaciones o exportar archivos de manera muy rápida.
Esta es la velocidad en nuestras pruebas:
Moto G100 | POCO F3 | OnePlus 9 Pro | Xiaomi Mi 11 | Galaxy S21 Ultra 5G | |
---|---|---|---|---|---|
Tipo de memoria | UFS 3.1 + LPDDR5 | UFS 3.1 + LPDDR5 | UFS 3.1 + LPDDR5 | UFS 3.1 + LPDDR5 | UFS 3.1 + LPDDR5 |
Escritura secuencial | 495,12 MB/s | 418,03 MB/s | 502, 92 MB/s | 504,46 MB/s | 377,17 MB/s |
Lectura secuencial | 1,44 GB/s | 880,28 MB/s | 1,41 GB/s | 1,20 GB/s | 1,09 GB/s |
Escritura aleatoria | 36,39 MB/s | 32,96 MB/s | 39,65 MB/s | 32,32 MB/s | 38,34 MB/s |
Lectura aleatoria | 27,11 MB/s | 15,89 MB/s | 32,93 MB/s | 34,48 MB/s | 23,87 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 10,31 GB/s | 10,93 GB/s | 12,33 GB/s | 12,14 GB/s | 10,21 GB/s |
Algo que hemos notado es que el SoC se calienta. Pese a todo el espacio interior, al final el acabado en plástico pasa factura a la disipación de calor y cuando estamos grabando vídeo a 4K o en juegos potentes, notamos un ligero aumento de la temperatura en la parte trasera.
Este calor, eso sí, no se transmite al frontal, lo cual es una buena noticia.
Y el rendimiento es muy fluido gracias a una versión prácticamente stock de Android 11. Es algo que me gusta mucho de Motorola, ya que toquetea poco Android para ofrecer una muy buena experiencia prácticamente con cualquier hardware.
Hay elementos personalizados como la cámara, herramientas para pantalla partida, que la pantalla no se apague si la estamos mirando o una pantalla de bloqueo (no es always on display, ojo) con accesos rápidos a notificaciones.
Sin embargo, el resto del sistema es prácticamente el que Google libera cada año y eso, unido a la optimización para el SoC y la potencia de los componentes, se traduce en un rendimiento espectacular.
De hecho, el ser tan potente ha animado a Motorola a crear un pack, que es el que hemos recibido, que cuenta con un dock para convertir el Moto G100 en una especie de equipo Chromebook.
Este dock es útil como soporte del dispositivo y cuenta con un HDMI por USB-C, así como disipación complementaria con un pequeño ventilador, que permite conectar el móvil a un monitor.
Si tenemos un teclado y un ratón Bluetooth, podemos utilizar el Moto G100 como un equipo de sobremesa con Android como sistema operativo. Es algo que ya hemos visto en móviles como los Huawei o los Samsung con DeX y, la verdad, el rendimiento es muy bueno.
La multitarea con varias pestañas funciona a la perfección, podemos seguir usando el móvil independientemente o como complemento para este modo sobremesa y, como digo, todo va a la perfección.
Eso sí, si no tenéis el dock y queréis usar este modo en vuestro Moto G100, simplemente podéis conectar un HDMI de cualquier marca, ya que también os va a servir.
Si nos vamos al desbloqueo, tenemos tanto el desbloqueo por huella que es rápido y preciso siempre que aciertes la posición, pero también un desbloqueo 2D por foto que me parece preciso y tiene el modo ‘levantar para activar’, pero que me resulta algo más lento que en móviles recientes con el mismo sistema.
Y antes de pasar a las cámaras, hay algo a nivel de sistema que no me ha gustado. Si os fijáis en las fotos y vídeos veréis que en la parte inferior de la pantalla principal, entre el marco y la primera línea de apps hay mucho espacio.
Personalmente no me molesta porque como la pantalla es tan grande, así esa fila de apps está más a mano, pero definitivamente me gustaría tener el control para decidir si quiero colocar algo ahí abajo o no. En cualquier caso, esto es algo muy personal y puede que a vosotros os os importe
Y en el botón central de la línea inferior podemos colocar una app fija o dejar un espacio que el sistema llena, de manera automática, con la última aplicación abierta. Me parece una buena idea para quien no quiera apps en el dash.
Buen rendimiento y colores atractivos, aunque sin estabilización óptica
En el apartado de cámaras tenemos tres por detrás, que podrían ser dos, un sensor ToF y dos cámaras frontales.
El sensor principal cuenta con 64 Mpx en un tamaño bastante contenido que pasa factura en interior y en escenarios nocturnos al tener media pulgada y con un tamaño de píxel de 0,7 micras. El enfoque, eso sí, es por detección de fase y tiene laser AF, además del apoyo del ToF.
Con condiciones propicias, la verdad es que el resultado es bueno en la mayoría de ocasiones, con unos colores atractivos y buen detalle.
El HDR, sin embargo, debería mejorar mediante software porque hay veces en las que hay zonas quemadas.
Pero como digo, con buenas condiciones de luz me parece un móvil muy solvente, sobre todo por el procesado de los colores, y esos colores se mantienen en buena parte en el gran angular.
No hay, con buena luz, una colorimetría demasiado distinta entre los dos objetivos y los 16 megapíxeles f/2.2 aportan detalle y nitidez a la fotografía.
El angular es de 117º y es el que nos va a permitir, debido a su enfoque cercano, disparar en un modo macro.
Algo interesante es que esa cámara tiene un anillo de luz LED para ayudarnos en fotografía macro.
De noche… la cosa cambia. En modo auto muchos móviles resuelven bien la papeleta y aplican, automáticamente, el modo noche.
Sin embargo, en el caso del moto G100 vamos a tener que disparar a propósito en este modo para que la imagen tenga más nitidez.
En el frontal nos encontramos una doble cámara que, simplemente, cumple.
Me gusta el balance de blancos, pero creo que el detalle no está a la altura del precio.
Y en el vídeo hay buenas y ‘regulares’ noticias. La menos buena es que tenemos un modo 6K que sí, tiene mucha nitidez, pero que elimina cualquier tipo de estabilización digital y, además, creo que tiene más trepidación y un peor enfoque.
En los modos 4K30 y 4K60 vamos a poder activar la estabilización digital y los resultados son correctos, aunque los colores son excesivamente saturados.
El vídeo no es el punto fuerte de este terminal, sin lugar a dudas, pero bueno, al menos en fotografía sí va a permitirnos sacar instantáneas curiosas.
Os dejamos en este enlace todas las fotos en calidad original.
5.000 mAh que cumplen y con cargador en la caja
La batería del Moto G100 es coherente con el grosor del terminal. Tiene 5.000 mAh y en nuestras pruebas nos ha dado unas siete/siete horas y media de pantalla con brillo automático, NFC activado, 5G y consumo de redes, YouTube y algunas fotos.
En el momento en el que jugamos un día más de la cuenta, la batería empieza a drenarse, ya que el SD 870 es un SoC que consume.
En el test sintético con el brillo al máximo hemos tenido 10 horas 34 minutos de autonomía que sí, no está nada mal, pero si tenemos en cuenta que el brillo máximo no es demasiado, tampoco es algo para sacar pecho.
Y lo mismo pasa con la carga, ya que Motorola ha recortado en este apartado y, aunque incluye cargador en la caja, es de 20 W, la potencia máxima de carga que soporta este Moto G100.
Eso, sumado a la capacidad de la batería, hace que el tiempo de carga esté lejos del de terminales en su mismo rango de precio, lo que se traduce en 50 minutos hasta el 50% y 2 horas 3 minutos para alcanzar el 100%. Muchísimo.
El mejor Motorola de los últimos años
Hay móviles, como el POCO F3, sin ir más lejos, que ofrecen una buenísima pantalla, muy buen rendimiento y un diseño muy cuidado con materiales ‘nobles’, pero en el que se nota que todo el presupuesto ha ido a esos componentes y, para mantener el precio se recorta en batería y cámaras.
En el caso del Moto G100 creo que la estrategia es distinta ya que, excepto el Snapdragon 870, no hay ningún componente que destaque más que otro y tenemos una buena pantalla, pero poco brillante; un diseño atractivo, pero de plástico y muy grueso; 5.000 mAh de batería, pero con carga lenta; y unas cámaras que cumplen, pero con un sensor innecesario.
Esto hace que sea un móvil muy equilibrado y, por primera vez en algunas generaciones, creo que hace que el G100 esté en la lista de teléfonos a recomendar.
Si buscáis una experiencia de usuario muy buena con un diseño atractivo, un sistema muy optimizado, potencia y cámaras que cumplen, es un terminal que no os va a defraudar pese a sus evidentes carencias (sonido estéreo y carga más rápida) o puntos a mejorar.
Y, sinceramente, este es el camino, Motorola, más que terminales como el Moto G30 que están en tierra de nadie tanto por precio como por características técnicas.