Conducir en verano puede ser algo muy placentero o terminar en desastre. El calor siempre juega en nuestra contra, así que hay que aprender a combatirlo.
El verano es la época perfecta del año para realizar alguna escapada a la playa o la montaña, pero conducir con temperaturas elevadas dentro del habitáculo no es algo que haya que tomarse a la ligera. La DGT lleva mucho tiempo avisando acerca de los efectos que supone circular con altas temperaturas y ha creado un manual para intentar evitar estas situaciones.
El calor es un enemigo casi imbatible. El interior de los coches suele tener una temperatura entre 5 y 15 grados superior al exterior, dependerá de dónde se encuentre aparcado y cuando tiempo ha pasado al sol, pero siempre está por encima de la temperatura exterior.
Esto implica que alcanzar los 40 grados no sea complicado y más con las temperaturas que se están alcanzado en los últimos veranos. El calor en el interior afecta a todos las personas dentro del vehículo, pero los efectos más preocupantes se dan en la persona encargada de conducir.
Y, es que, el calor afecta de tal manera que el conductor se vuelve menos receptivo. En una prueba hecha por la empresa Behr, se encontró que a 23 grados el conductor no ve el 3% de las señales, mientras que si la temperatura es de 32 grados el porcentaje aumenta hasta el 10%.
Al disminuir la receptividad, es más complicado evitar situaciones que pueden dar lugar a accidentes. Además, el calor también modifica el humor de las personas y la agresividad aumenta en gran medida junto con las temperaturas.
Los consejos de la DGT para evitar el agotamiento y estrés que genera el calor son los siguientes:
- La temperatura del habitáculo no debe sobrepasar los 24 grados.
- La temperatura no ha de ser inferior a 19 grados.
- No orientar las salidas de aire hacia el pecho, pues las temperaturas bajas pueden ocasionar problemas de salud,
- Evitar orientar las salidas de aire hacia la cara y más cuando hacen ruido, pues producen dolores de cabeza, jaquecas o migrañas.
- Si se utilizan lentillas no es recomendable orientar las salidas de aire a los ojos, pues se incrementa la sequedad ocular y da lugar al lagrimeo.
- Se ha de intentar que el ambiente no sea excesivamente seco para evitar que se produzca malestar, picor y escozor en los ojos, sobre todo si se tiene miopía o astigmatismo.
- Si se cuenta con climatizador, utilizarlo durante todo el trayecto a la misma temperatura en todo momento.
Tanto el aire acondicionado como el climatizador son los elementos que ayudarán a los conductores a mitigar o reducir al completo los efectos del calor. Pero en ambos casos los ajustes de estos dos elementos han de hacerse antes de empezar la travesía.
Poner el aire acondicionado o ajustar la temperatura en marcha puede poner en riesgo a las personas que van dentro del coche, como a otros vehículos.