Lenovo Legion Slim 7i, análisis y opinión | Gaming

Hace unas semanas (ya unas cuantas, pero es que este año tenemos muchos, muchísimos análisis entre manos) recibimos un portátil gaming más, el Lenovo Legion Slim 7i. Y sí, pensé: «un portátil gaming más», pero cuando me he puesto a utilizarlo en el día a día he descubierto que pertenece a esa nueva familia de portátiles potentes para jugones y/o creadores de contenido.

Lenovo es una de las primeras compañías que se deshizo del estigma del diseño de los portátiles gaming, una especie de mantra que marcaba que debían ser pesados, gruesos y, sobre todo, llamativos y se ha centrado en portátiles que tienen un muy buen diseño y, creo que junto a Razer –análisis del Blade– y Asus –análisis del G14-, están empujando un poco el segmento hacia otra dirección. 

Dicho esto, os contamos nuestra opinión del Lenovo Legion Slim 7i en este análisis en el que ponemos a prueba su RTX 2060 y donde os contamos todo lo que nos ha gustado, además de algunas cositas que no.

  Lenovo Legion Slim 7i
Dimensiones 356 x 250 x 17,9 mm
Peso total 1,8 kg
Sistema operativo Windows 10 Pro
Procesador Intel Core 10750H
GPU RTX 2060
Memoria RAM 16 GB DDR4
Almacenamiento SSD PCIe M.2 NVMe de 512 GB
Tipo de pantalla Panel IPS con formato 16:9 de 15,6″ | Refresco de 144 Hz | Brillo de 300 nits | 5 ms de respuesta | Compatible con Dolby Vision
Resolución de pantalla 1.920 x 1.080 píxeles
Conectividad inalámbrica Wi-Fi 6 | Bluetooth 5.0
Conectores de datos A/V Lector de tarjetas SD | Jack de 3,5 mm | 2 x USB 3.2 Tipo-A | 2 x Thunderbolt 3 | Puerto de alimentación propio
Batería Batería de 71 Wh | 3 celdas | Adaptador de 230 W

Apartados del análisis del Lenovo Legion Slim 7i:

Diseño: llama la atención en el escritorio y pasa desapercibido en la mochila

Como decimos, Lenovo es una de las compañías que están empujando en una dirección muy clara para el diseño de los portátiles gaming.

Hace casi dos años analizamos el Legion Y740, un poderosísimo portátil tope de gama de la compañía que sí, era más grueso y tenía algún RGB de más, pero que destacaba por abandonar un diseño eminentemente ‘gaming’ y agresivo para adoptar unas líneas más elegantes.

Las compañías se han ido dando cuenta de que estos portátiles también los compra gente que no necesita un equipo estrafalario, sino potencia bruta y, afortunadamente, han ido cambiando hacia diseños que siguen siendo llamativos, pero que no parecen una feria.

Además, los Lenovo tienen una seña de identidad, un diseño que es reconocible y soy de esas personas a las que les gusta que los dispositivos de una misma marca tengan… bueno, una identidad de marca.

Y, en ese tiempo, también hemos ido viendo un adelgazamiento de estos equipos. Tenemos un Slim 7i que hace honor a su nombre con un grosor de 18 mm (bueno, 17,9 mm exactamente) que me parece muy buen cuidado en cada milímetro.

Igual que el Blade 15 de Razer o los MacBook parecen una sola pieza de aluminio, aquí tenemos dos partes separadas, aunque también de aluminio.

Por un lado la base en la que tenemos absolutamente todo. Están los puertos , tenemos el teclado, el trackpad muy bien integrado en el chasis, las salidas y entradas de aire y, en la parte inferior, un panel de entrada de aire fresco, así como los altavoces.

Siempre digo que no me parece óptima la colocación de los altavoces en la parte inferior, apuntando a la mesa, y en este caso no es una excepción. Y con los puertos tengo mis más y mis menos. 

En el lateral derecho tenemos dos USB-C y en el izquierdo un lector de SD (que me parece genial, fabricantes) y el jack de 3,5. 

El puerto de alimentación propietario y los dos USB-A están en la trasera (iluminados para no tener que mirar qué puerto hay) y, sinceramente, habría puesto el lector de SD en esa trasera y al menos uno de los dos USB-A en el lateral izquierdo para facilitar la vida en algunas ocasiones.

Es una cuestión de gustos y, evidentemente, soy yo el que está analizando el equipo, pero no es algo grave ni que haga que el portátil me guste menos.

En el botón de encendido, rodeado por un perímetro LED, tenemos el lector de huellas y me gusta mucho que la parte de atrás sea como los tubos de escape de un coche de carreras. Es un buen detalle, como el que los extremos de la bisagra lleven el logo de ‘Legion’.

Vamos a la ‘tapa’, ya que tenemos esa sobriedad de anteriores generaciones en una tapa completamente lisa ‘rota’ por las letras ‘LEGION’ en uno de los laterales con el logo iluminado de manera muy elegante.

La pantalla sobresale un poco cuando la tapa está cerrada para, así, poder abrirla más fácilmente y, además, vais a poder abrirla con una sola mano, algo que me encanta. Y también vais a poder abrirla 180º, algo que siempre está bien.

Cerrado, el portátil es extremadamente elegante y me encanta la línea de diseño que está siguiendo Lenovo. Y además me resulta muy, muy ligero y cómodo de llevar a cualquier parte, tanto en la mochila como al salón para trabajar con él sobre las rodillas. 

Pantalla: panel IPS bien calibrado para disfrutar de los videojuegos

El Slim 7i llega con tres opciones de pantalla 4K a 60 Hz, FHD a 144 Hz o FHD a 60 Hz. Creo que las dos mejores opciones son las de 4K si eres un usuario que va a editar fotos y vídeo (porque la GPU máxima es la RTX 2060 y para jugar a esa resolución se queda muy corta) o la que tenemos nosotros si es para jugar.

Tenemos el panel IPS a 1.920 x 1.080 píxeles con un formato 16:9 que cuenta con un refresco de 144 Hz

Como digo, me parece la opción más acertada para jugar debido a que, bueno, con la RTX 2060 tampoco vamos a aprovechar los 144 Hz con gráficos al máximo, pero en algunos títulos como Overwatch o CS:GO sí vamos a tener una muy buena experiencia.

El panel es compatible con Dolby Vision y tiene el perfil sRGB 100%. Los colores son muy, muy buenos y me parece que la calibración es excelente. Los ángulos de visión son los correctos (no los mejores, pero sí correctos), pero mi unidad tiene una fuga de luz en la parte inferior izquierda de la pantalla.

Me gusta mucho la representación de los colores, ya que son vivos y tienen fuerza, algo que en juegos como Cyberpunk 2077, por ejemplo, es un punto extra para disfrutar de la experiencia y la respuesta del panel es óptima en esos 144 Hz.

La experiencia jugando o viendo contenido es fantástica y los marcos laterales tienen un grosor interesante, pero el superior me parece algo ancho. 

Es cierto que es donde está la webcam 720p (con una pestaña para taparla y asegurar la privacidad), pero creo que lo indicado habría sido llevarla al marco inferior para poder hacer el superior más delgado.

De la manera que sea, es un muy buen panel, pero a la hora de completar la experiencia, el sonido se queda un poco corto.

El volumen máximo me parece muy alto, pero no lo vamos a poner así en el día a día porque los agudos distorsionan. Además, hay una evidente falta de graves y cuando los ventiladores empiezan a sonar, no vamos a tener una buena experiencia.

Al menos, tenemos Bluetooth y jack de 3,5 para conectar unos cascos. 

Y no tiene nada que ver que distorsione con el grosor del equipo, ya que hay otros más delgados que suenan notablemente mejor. Aquí, claramente, hay que mejorar.

Hardware: no tenemos lo último, pero bajo 1.080p sí un muy buen rendimiento

Por fuera tenemos un portátil que llama la atención, pero por dentro, debido a limitaciones y al precio objetivo, tenemos un portátil bastante estándar para los tiempos que corren.

Podríamos decir que, en hardware, dentro de los ‘delgaditos’, es un portátil con una potencia estándar y se encuentra, evidentemente, un nivel por debajo de cualquier equipo con RTX 2070 o RTX 2080.

No vamos a comparar con los RTX 3000 porque no tendría sentido, pero aun así, es un portátil que cumple muy bien en rendimiento.

Antes de pasar a ver nuestra experiencia, os dejamos ‘los números’:

  Lenovo Legion Slim 7i RTX 2060 (Intel) Asus ROG Zephyrus RTX 2060 (Intel) HP Omen X 2S RTX 2070 (Intel) Lenovo Y740 RTX 2080 (Intel)
3D Mark Time Spy 5.788 5.487 6.770 7.270
3D Mark Time Spy CPU 7.040 4.214 6.801 6.072
3D Mark Time Spy GPU 5.612 5.796 6.765 7.407
Geekbench 4  (mono/multi) Mononúcleo: 3.987 Multinúcleo: 17.290 Mononúcleo: 5.278 Multinúcleo: 23.325 Mononúcleo: 5.382 Multinúcleo: 24.044
Geekbench 5 (mono/multi) Mononúcleo: 1.322 Multinúcleo:6.206 Mononúcleo: 914 Multinúcleo: 4.200 Mononúcleo: 1.163 Multinúcleo: 5.862
Cinebench R15 OpenGL 128,88 fps 78,27 fps 128,8 fps 124 fps
Cinebench R15 CPU 1.138 1.017 1.206 1.125
Cinebench R20 2.558 2.298 2.857
PC Mark 10 5.557 3.652 5.921 6.088
CrystalDiskMark Secuencial Escritura: 3.371,68 MB/s | Lectura: 2.710,73 MB/s Escritura: 1.763 MB/s Lectura: 1.239 MB/s Escritura: 3.173 MB/s Lectura: 2.654 MB/s Escritura: 3.285 MB/s Lectura: 1.326 MB/s

En los test sintéticos podemos ver que está donde corresponde a nivel de GPU y que la CPU, siento un i7 10750H, no vamos a tener ningún problema a la hora de ejecutar apps o tareas que sean exigentes con el procesador.

Está acompañado por 16 GB de memoria RAM y estamos hablando de una CPU de 6 núcleos y 12 hilos con una frecuencia base de 2,6 GHz y un boost en uno de sus núcleos de 5 GHz. Vaya, que puede con todo.

La GPU es la RTX 2060 Max-Q, una gráfica con 6 GB de memoria VRAM GDDR6 y que es compatible con la tecnología Optimus y Max-Q. 

Esto significa que en todo momento vamos a estar usando la GPU indicada para lo que hagamos (integrada o discreta) para ahorrar batería y, además, podemos configurar la GPU para que, si no estamos en la corriente, el juego vaya a 30 fps (o el máximo que elijamos) para consumir menos.

Es un muy buen hardware para todo tipo de aplicaciones, incluso la de edición de vídeo a 4K y, además de la potencia bruta, tenemos un SSD que es muy capaz y que tiene una gran tasa de lectura y escritura.

En cuanto al sistema, tenemos Windows 10 Pro con McAfee instalado (os recomiendo desinstalarlo y activar Windows Defender, que vino deshabilitado de fábrica), así como Lenovo Vantage.

Se trata de un software que nos va a permitir controlar todos los parámetros del PC como la iluminación del teclado, el estado de los componentes, el modo de disipación y otras acciones. Es un software útil y que funciona correctamente.

Rendimiento en juegos

Pero claro, estamos en un portátil para jugar y, evidentemente, hay que hacer pruebas con juegos. Por eso hemos seleccionado algunos de los juegos que tienen la última tecnología (ray tracing, DLSS, reflex en el caso de Overwatch) o que son punteros en gráficos para ver qué tal se desenvuelve el dispositivo.

Antes de nada, hay que aclarar que no nos esperábamos un rendimiento muy loco en este portátil debido a que no dejamos de estar ante una RTX 2016 que sí, es una muy buena gráfica para 1.080p, pero de hace una generación.

Os dejamos el resultado de nuestras pruebas:

Lenovo Legion Slim 7i RTX 2060 Asus Zephyrus G14 RTX 2060 Asus ROG Zephyrus RTX 2060 HP Omen X 2S RTX 2070
Overwatch 137 143 83 118
Gears 5 78 71
Death Stranding 92
DOOM Eternal 53
DOOM Eternal con RTX 107
Quake II RTX 38
Control 42
Cyberpunk 2077 37
Metro Exodus Enhanced 65 50 (versión anterior) 51 (versión anterior)
Battlefield V 59 60 46 56

Excepto DOOM Eternal, Cyberpunk 2077 y Battlefield V, los demás juegos han sido probados sin sincronización vertical en lo máximo que pueden ofrecer.

Gears 5 tenía las megatexturas y oclusión ambiental, Control tenía ray tracing al máximo con DLSS activado, Death Stranding también estaba bajo DLSS y Quake II RTX, evidentemente, también con ray tracing.

El rendimiento es muy bueno en casi todos los casos, pero está claro que, pese a ser 1.080p, hay que hacer alguna concesión.

Por ejemplo, DOOM Eternal con ray tracing estaba en medio para poder llegar a una tasa aceptable y, aun así, no conseguimos llegar a los 60 fps de media. Sin ray tracing lo he podido poner en ‘Alta’ con algunos ajustes en ‘Pesadilla’. 

El problema de Eternal es que, parece, la RTX 2060 podría dar algo más de sí sin ray tracing, pero la memoria de 6 GB limita la resolución de las texturas, por ejemplo y entre otros, y es un parámetro que no podemos poner al máximo.

Battlefield V me da un poco más igual y, aunque en medio con ray tracing en medio, es disfrutable, pero el juego está mal, muy mal optimizado.

Y de Cyberpunk qué os vamos a contar, en medio con algún parámetro en alto, con DLSS en modo automático y con ray tracing activado, pero en mínimo (y sin las sombras por contacto que consumen lo suyo), tenemos una tasa superior a 30, pero con algunos bajones por debajo de los 30 fps.

Está claro que en todos los juegos que no llegan a 60 fps podemos recortar de aquí y de allá para intentar llegar a los 60 fps, pero al final hay que ser conscientes y saber que estamos hablando de la GPU más modesta para portátiles de la anterior generación.

Disipación: buen rendimiento de los ventiladores pese a que los Intel sigan siendo calentitos

Una temperatura adecuada es crucial en cualquier dispositivo electrónico y los portátiles, afortunadamente, han mejorado mucho estos últimos años.

El Slim 7i cuenta con un sistema de doble ventilador: uno para la CPU y otro para la GPU. La entrada está en la parte inferior y cuenta con cuatro salidas: dos secundarias una a cada lado y las dos principales en la parte trasera.

Creo que la disipación de calor es la adecuada y, pese al  grosor del portátil, conseguimos no llegar a los 100º en el procesador, algo más que habitual en los Intel de estas generaciones. Y si llegáramos, la CPU está preparada para eso.

Estas son las temperaturas máximas registradas durante nuestras pruebas:

Temperatura máxima CPU Temperatura máxima GPU
Overwatch 99º 84º
Gears 5 97º 85º
Death Stranding 96º 84º
Quake II RTX 95º 80º
Control 98º 82º
Cyberpunk 2077 99º 84º
Metro Exodus Enhanced 99º 83º
Battlefield V 98º 83º
DOOM Eternal con RTX 98º 85

Aunque me gusta el desempeño de los ventiladores, he de decir que son bastante ruidosos y no vamos a conseguir disfrutar del contenido en condiciones cuando empiezan a soplar. Esto, por desgracia, es habitual en prácticamente la totalidad de los portátiles gaming.

Teclado y touchpad: los fabricantes para Windows por fin han alcanzado la madurez

Pese al tamaño compacto del equipo, tenemos un teclado completo. Esto significa que tenemos el teclado numérico a la derecha para los amantes de este formato a costa, seguramente, de haber podido llevar los altavoces a la parte superior con la consecuente mejora de calidad.

El teclado es cómodo y está iluminado con LED RGB que podemos personalizar sin problema en el software del fabricante. Tanto el tacto de las teclas como el rebote y su sonido es gratificante y vamos a poder jugar y escribir sin ningún tipo de problema.

Me ha sorprendido, para bien, el trackpad. No es el más grande que he tenido entre manos últimamente, pero el tacto es muy bueno, el dedo desliza bien por la superficie y la precisión es fantástica.

Autonomía: no es una sorpresa que la batería sea testimonial

En el apartado de autonomía no hay demasiado que podamos decir. El portátil viene acompañado de una fuente de 230 W que carga con puerto propietario y ofrece una carga rápida. 

El 100% nos da para unas cinco horas de ofimática, pero en cuanto empezamos a jugar, esa cifra se reduce a poco menos de dos horas si no activamos alguno de los parámetros como la optimización de Max-Q.

No es algo extraño teniendo en cuenta el TDP tanto de la GPU como de la GPU, así como el consumo de esos 144 Hz.

Hay algunas opciones en Lenovo Vantage para optimizar la batería y una opción que hace que, si usamos el portátil principalmente conectado a la corriente, la carga se mantenga alrededor del 50% para evitar la degradación de la batería.

Y, como digo, es el rendimiento habitual, pero me habría gustado poder cargar el equipo vía USB-C, aunque fuera un poco más lento

Conclusión: un equipo de diseño y juego portátil que no parece de sobremesa

El mercado de los móviles está muy apretado debido a que hay unos cuantos fabricantes que están haciendo las cosas bien en diferentes segmentos de precio y están luchando por llevarse una parte del pastel.

Con los portátiles pasa exactamente lo mismo. Los fabricantes están creando equipos que entre 1.300 y 3.000 euros ofrecen, cada uno en su rango de precio, características asombrosas con acabados de calidad y, si no pasa nada raro, muy buen rendimiento.

El Slim 7i juega en la liga de los equipos portátiles pequeños, ligeros, compactos y potentes, y lo cierto es que cumple a la perfección. Tiene un diseño diferenciador, una muy buena pantalla, una buena disipación (teniendo en cuenta lo calentitos que son los Intel) y el rendimiento es acorde a sus componentes.

Y es similar a los Asus equivalentes, por poner un ejemplo, pero al final las compañías también juegan a fidelizar al usuario y Lenovo lleva muchos años haciendo las cosas bien.


Lenovo Legion Slim 7i es un nuevo concepto de portátil que ofrece todo el rendimiento de un portátil gaming, con las dimensiones y peso de un ultrabook. Viene equipado con procesadores Intel Core i5, Core i7 y Core i9 de 10ª generación y las GPU más potentes.

Si eres un jugón que no necesita jugar a todo en ultra, un creador de contenido que necesita un portátil potente y ligero o, simplemente, un usuario que quiere buen diseño, buena pantalla y potencia suficiente, no te decepcionará.

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