Alertan sobre el peligro de comprar sandías y melones cortados en los supermercados | Life

¿Acostumbras a comprar media sandía o medio melón en tu supermercado favorito? Debes tomar precauciones…

En verano la fruta más vendida son las sandías y los melones, porque son muy sabrosos y refrescantes cuandos se comen refrigerados.

En casi todos los supermercados se pueden encontrar estas frutas enteras, o partidas por la mitad, ya que son muy grandes. Personas mayores, jóvenes, solteros, o parejas que no van a consumir la pieza entera, son los principales compradores de estas frutas cortadas.

El problema, tal como alerta la nutricionista Beatriz Robles, en una noticia que nos llega a través de Yaiza García de Business Insider, es que la fruta cortada es más propensa a contener bacterias que provocan listeriosis o salmonelosis, dos enfermedades que se consideran graves, e incluso pueden provocar la muerte.


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No es para tomárselo a broma. En Estados Unidos, 70 personas tuvieron que ser hospitalizadas por salmonelosis tras consumir fruta cortada de un supermercado.

En España también se han dado caso de contaminaciones, hasta el punto de que la Comunidad de Madrid tiene una campaña activa llamada La fruta cortada, ¡siempre refrigerada!, en donde alerta de este peligro.

La clave esta en que los melones y sandías cortados que se venden en los supermercados, aunque están protegidos por un plástico, no están refrigerados.

Si la persona que lo ha manipulado, o bien la superficie donde se deposita, o algún insecto, poseen la bacteria de la listeriosis o la salmonelosis, se colará en el interior del alimento e infectará al consumidor.

Es cierto que la ley no obliga a los supermercados a refrigerar la fruta cortada siempre que se venda en un plazo inferior a las 2 horas. Los empleados saben el número de piezas que se venden habitualmente en ese plazo, y solo parte los trozos necesarios.

Pero como consumidores, no sabemos el tiempo que esa sandía o ese melón cortado han estado expuestos, y además es posible que nosotros la metamos en el maletero de coche, con el calor del verano, y tardemos un tiempo adicional hasta que llega a la nevera.

La misma precaución debe aplicarse cuando se parte fruta y se deja fuera de la nevera, o la llevamos partida para comer en el trabajo, o los niños en el colegio.

Las autoridades médicas recomiendan que las personas embarazadas, o aquellas con un sistema inmunológico debilitado por alguna enfermedad o medicación, consuman solo fruta entera.

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