7 coches con un motor inigualable, ¿los conoces? | Motor

Hay pocos ejemplos, pero a cada cual más apasionante. Propulsores que, aunque parezca mentira, se crearon por y para un modelo, y no los verás en ningún otro.

No sucede a menudo (y menos en estos tiempos), pero sí lo suficiente como para haber dejado ejemplos legendarios. Ya sea por la voluntad del fabricante o porque las circunstancias del mercado así lo han querido, algunos propulsores acaban teniendo una ‘tirada’ tan pequeña, reducida a un modelo o a unos pocos, que parecen incluso difíciles de justificar desde el punto de vista financiero. De eso te hablamos hoy: hemos reunido los 7 coches con el motor más exclusivo. Auténticos ‘fantasmas’, que se han visto mucho menos de lo que han dado que hablar. 

Esta lista de ‘raras avis’ bajo el capó está compuesta sobre todo por deportivos, claro. Aunque alguna berlina también hay. Y va desde los más actuales, esos que a día de hoy se venden con un bloque que no comparten con nadie más, hasta los ‘clásicos’ modernos. Coches japoneses y alemanes que han entrado en la historia, entre otras cosas, por la exclusividad de su mecánica. Estos son todos los que están, aunque seguramente no están todos los que son:


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Maserati MC20

Empezamos por el más reciente de todos, el bloque bautizado como ‘Nettuno’, desarrollado por Maserati ‘in-house’ para su nuevo superdeportivo. Es cierto que todavía está más que a tiempo de compartirlo, y de hecho se rumoreaba que así sería con el nuevo Ferrari 296 GTB, pero finalmente se confirmó que no. No sabemos qué pasará en el futuro, pero lo que es ahora, solo encontrarás este V6 con 630 CV en el MC20. Si quieres lo más exclusivo de lo exclusivo (en cuanto a propulsores) y estás dispuesto a pagar 243.000 euros, esta debería ser tu apuesta.

La gran particularidad del Nettuno está en su sistema de doble combustión, que básicamente quema la mezcla de gasolina y aire en una cámara separada de la principal. Y esto, además de reducir el ‘lag’ del turbo, permite tener un motor muy potente con consumos relativamente bajos.

Lamborghini Aventador

Sí, su V12 es el segundo de la marca de Sant’Agata Bolognese, que ya tenía una larga tradición, pero mientras que todos los modelos anteriores compartían un mismo bloque, este era distinto. Ahora que despedimos a este veterano modelo con la versión Ultimae, es de justicia hablar de la bestia de 6.5 litros que llevaba (lleva) en sus entrañas.

De ella se extrajeron hasta 830 CV en el Essenza SCV12, convirtiéndose en el V12 atmosférico de producción más potente del mundo (a la espera de la llegada del Aston Martin Valkyrie, que lo destronará). Eso sí, hay buenas noticias: no será el último de los ‘toros’ en equiparlo. Hace poco hemos sabido que el sustituto del Lamborghini Aventador también tendrá un V12, aunque será totalmente nuevo. Este L539 quedará solo para él.

Cadillac CT6-V

Este es uno de esos casos de circunstancias adversas, más que de convencimiento del fabricante. Esta berlina llegó en su versión deportiva con un motor completamente nuevo, llamado Blackwing V8; un biturbo de 4.2 litros que entregaba 560 CV. Un bloque de una gran calidad y sofisticación. Y caro. Cada uno le costaba a la marca americana unos 20.000 dólares, o 17.000 euros.

Esa fue su perdición, de hecho. El CT6-V se vendió muy bien, pero la versión básica del sedán, el CT6, no tanto. Así que Cadillac decidió descontinuarlo a principios de 2020. Y, aunque habían pensado en reutilizar el motor en el Escalade, visto su enorme coste, pronto desecharon la idea. En fin, con sus apenas 800 unidades en circulación, es muy posible que estemos hablando de un futuro clásico.

Bugatti Chiron

Correcto, también lo empleó el Veyron y esos modelos limitados, el Divo y el Centodieci. Pero no podíamos dejar de hablar del W16 en este repaso a los motores exclusivos. Creado uniendo dos propulsores VR8 y con cuatro turbos, es una de las maravillas de ingeniería de los últimos 30 años, que debe su existencia al gran Ferdinand Piëch.

Además, si de exclusividad hablamos, aquí la hay y bastante. No es muy fácil que veas de cerca una de las alrededor de 1.000 unidades que Bugatti ha construido (de todos sus modelos) desde que está en el grupo Volkswagen. Y ahora que pasará a estar controlada por Rimac y Porsche, ¿quién sabe si volveremos a ver nunca más un W16?

Lexus LFA

Llegamos a la parte histórica de la lista. Porque Lexus fue otra de las que decidió conscientemente desarrollar un motor solamente para un modelo cuando se planteó ese ‘tour de force’ llamado LFA. Un glorioso V10 que generaba 560 CV a 8.700 rpm, desarrollado junto con Yamaha.

La marca japonesa era tan ambiciosa que en el briefing de diseño se especificó que debía sonar como un monoplaza de Fórmula 1… ¡y los ingenieros se aplicaron a oír horas y horas de carreras hasta lograrlo! Eso sí, como era un Lexus, debía ser también perfectamente fiable, por lo que se construyó con control de vibraciones.

Porsche Carrera GT

Esta historia fue la de una serie de sonados fracasos seguida de un triunfo mayúsculo. Primero, los poco exitosos  911 GT1 y LMP1-98 dieron pie a una intentona de ir a por Le Mans en 1999, pero, a mitad de desarrollo, el proyecto se abandonó para concentrar esfuerzos en el Cayenne. Pero todo esto había dado como resultado un magnífico V10 de 5.7 litros que entregaba 610 CV. Demasiado bueno para desaprovecharlo.

Así que el Carrera GT, que había sido concebido con otro motor en mente, acabó con este, que desde entonces se ha convertido en legendario. Y no es para menos, pues le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 3,5 seconds, además de tener un sonido espectacular. Pero Porsche ha optado por no volver a utilizarlo en ningún otro modelo. Quizá para mantener su aura, quién sabe.

Nissan Skyline GT-R

Es uno de los más reverenciados de todos los tiempos, uno de esos que forjó la leyenda de los deportivos japoneses. Así que no podía faltar en esta lista de los 7 coches con el motor más exclusivo. Es el RB26, que solo equipó el Nissan Skyline GT-R en las generaciones R32, R33 y R34 (de 1989 a 2002).

Y, a pesar de esa exclusividad, bien podemos decir que es el más famoso jamás producido por la firma. Este seis cilindros en línea de 2.6 litros tenía una potencia nominal de 280 CV, que era lo que entonces fijaba como máximo un pacto de caballeros en la industria nipona… pero se dice y se comenta que en realidad proporcionaba más bien 320 CV. Casi nada como diferencia.

Este artículo fue publicado en Autobild por Iván Fombella.

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