Hoy en día es un sueño que tardará años en llegar: seres humanos conduciendo un vehículo de cuatro ruedas por la Luna. Fue en 1971.
En el mundo de la ciencia y la tecnología asumimos que lo pasado siempre es peor. En el sentido de que todo evoluciona, y los logros científicos y los avances tecnológicos se llaman así, porque mejoran todo lo anterior.
Pero la exploración espacial sufre una fascinante paradoja: hace 50 años se alcanzaron hitos que hoy nos parecen ciencia-ficción. Algo que aún tardaremos años en repetir.
El 26 de julio de 1971, hace justo medio siglo, en la misión Apolo 15, seres humanos conducían un coche eléctrico en la Luna. En este vídeo puedes ver el buggy lunar de la misión Apolo 16, derrapando entre las dunas lunares el 21 de abril de 1972, en una imagen estabilizada y restaurada a 4K:
Se llamaba Lunar Roving Vehicle o LRV, y fue desarrollado po Boeing y General Motors. Era un buggy eléctrico que podía alcanzar los 14 Km/h
En aquella época era algo común (se llevaron a cabo tres viajes a la Luna con vehículos en dos años), pero hoy en día nos parece un hito que nos va a costar años repetir.
¿Cómo es posible que hace 50 años se lanzasen varias misiones al año a la Luna, con pilotaje de coches eléctricos como quien pasea por el parque, y ahora nos cuesta casi una década volver a visitar nuestro satélite?
No es que hace medio siglo la tecnología fuese mejor. Al contrario, volaban en «una cafetera«, como dijo una vez un astronauta, tomando riesgos enormes y con tecnología de la era pre-informática.
Todos los ordenadores de la misión Apolo 15 eran menos potentes que el chip que llevamos en el smartwatch…
Esto engrandece aún más la hazaña. Estos pioneros eran, también, auténticos héroes, que asumieron riesgos muy elevados para entrar en la Historia.
Hay varias razones por las que hemos tardado casi 60 años volver a la Luna.
En primer lugar, hasta hace poco no había motivo: estuvimos allí en los 70 y descubrimos que la Luna no es especialmente interesante, desde el punto de vista científico. Al menos, no para compensar los enormes costes y el riesgo de vidas.
Ahora las cosas han cambiado, ya que la Luna se va a convertir en una especie de campo de entrenamiento para viajar a Marte.
Otro motivo fué la desmantelación de los transbordadores espaciales en 2011, que sí retrasó la autonomía espacial de Estados Unidos una década. No la han recuperado hasta que SpaceX transportó astronautas a la Estación Espacial Internacional, hace un año.
Finalmente, el dinero: sucesivas crisis económicas han limitado el presupuesto de la NASA, y con ello sus ambiciones de exploración espacial con astronautas.
La NASA y SpaceX siguen adelante con la Misión Artemisa, que pondrá a la primera mujer en la Luna en 2024. Pero es poco probable que al menos en esta primera misión, lleven un buggy en el equipaje…