Las diferencias entre el coche eléctrico y el de combustión hacen que conducir de forma eficiente un EV sea algo complejo de entender. Aquí unos trucos para exprimir al máximo la autonomía de vuestro eléctrico.
Con la aparición de los vehículos eléctricos, los conductores hemos tenido que reaprender como conducir, ya que si bien las normas viales son las mismas, las sinergias en carretera no.
Lo que tenemos todos los conductores interiorizados es que los coches en autovía consumen menos que en ciudad y que el acelerar y frenar es más para la autonomía del coche. La cuestión es que todo esto se desmorona cuando nos ponemos a los mandos de un Tesla.
Y como el verano ya está aquí y muchos se están yendo de viaje, lo mejor es explicar de qué forma se consigue la conducción más eficiente en un coche eléctrico, ya que cargar las baterías sigue sin ser pan comido a mitad de trayecto.
Lo primero que tenemos que tener claro es que en ciudad se consume menos que en autovía, todo lo contrario a los coches de combustión. Esto se debe a que se rueda muchos menos kilómetros, a que se suele conducir lento y que estamos continuamente frenando, lo que recarga las baterías.
Por eso, la autovía es el enemigo del eléctrico. Largas carreteras con poco desnivel, apenas hay zonas de frenado y la velocidad media sobrepasa los 120 km/h. Todo hándicaps para nuestro EV.
Esta situación hace que la única forma de conducir un eléctrico de forma eficiente sea conducir a unos 100 km/h en autovía (o no pasar de los 20 KW/h), a 90 km/h en carreteras secundarias y seleccionar el modo Eco que limita la potencia. Como veis, la velocidad es el enemigo de la autonomía.
La velocidad de crucero es un añadido muy interesante en los viajes largos precisamente por eso, por la velocidad. El permitir mantener un ritmo constante, sin altibajos ni acelerones ayuda a optimizar el consumo de electricidad durante el trayecto.
Además, la buena aerodinámica de los eléctricos hará que en muchas parte del viaje el consumo descienda drásticamente.
Otro de los consejos que dan es que cuando frenemos o aceleremos lo hagamos de forma progresiva, ya que así durante más tiempo estaremos generando resistencia en la frenada y recargando las celdas, y no fundiremos la batería al pisar a fondo el acelerador, ya que los eléctricos entregan el 100% de la potencia desde el primer momento.
Para terminar, lo más óptimo es llevar las ruedas hinchadas al máximo de la presión recomendada, reduciendo así el rozamiento innecesario, y utilizar de forma controlada el aire acondicionado, ya que también consume batería.
Con todos estos consejos os aseguramos que le ganaréis unos cuantos kilómetros a la autonomía de vuestro coche eléctrico.