En el Reino Unido ya usan cargadores de coches eléctricos bajo las aceras que se activan con un cargador-llave | Motor

Si, en un futuro idílico, el 100% de los coches son eléctricos… ¿Cómo haremos para cargarlos todos a la vez, en hora punta?

Pongámonos en el mejor de los escenarios y asumamos que, dentro de unas décadas, el 100% de los vehículos que circulan son eléctricos.

Esto nos plantea el problema de la recarga. Es cierto que se aliviará, en parte, porque mucha gente recargará el coche en el garaje de casa, o en el trabajo. Pero igual que ahora muchos conductores no tienen garaje y dejan el coche en la calle, habrá muchos coches eléctricos que no se puedan recargar en casa.

Estos millones de vehículos deberán hacerlo en la calle, o en una electrolinera. El problema es que al contrario que un coche de combustión, que apenas pasa 5 minutos repostando, un coche eléctrico necesita al menos media hora para una carga suficiente.

Los puntos de recarga o las electrolineras no tendrán plazas suficientes para abastecer a millones de coches que necesitan 30 o 60 minutos en recargar.


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Una solución es instalar puntos de recarga en la calle, o en los aparcamientos. Pero ya sea una base, un poste, o una toma en una farola, ocupan bastante espacio. No se podrían instalar muchos en una calle.

Por eso es tan interesante la propuesta de la startup británica Trojan Energy. Está compañía ya está probando en Londres sus cargadores invisibles.

Se trata de unas tomas de corriente que transcurren por debajo de las aceras, y se accede a ellas a través de unos agujeros situados a ras del suelo, que no molestan y se puede caminar por encima de ellos:

Cada usuario tiene su propio cargador-llave, que lleva en el maletero. Se parece a una bomba de aire, tal como se puede ver en la foto de apertura de la noticia.

El cargador, llamado Lanza, se inserta en la toma de corriente, y se conecta al enchufe del coche, recargándolo.

La Lanza se conecta a Internet y añade el consumo a la cuenta del usuario, que tendrá que pagar la tarifa correspondiente.

El coche se puede dejar cargando por la noche, o mientras el usuario hace la compra o va al cine, por ejemplo. Recarga a 7 o a 22 KWh.

Trojan Energy ya está probando 5 de estos cargadores invisibles en Londres, y para final de año esperan tener 150 en los barrios de Brent y Camden. De momento 144 usuarios de coches eléctricos ya se han apuntado a la prueba.

Los conectores se conectan entre sí y se alimentan, en grupos de 15, a través de una estación eléctrica que puede estar situada hasta a 100 metros de distancia.

Estos cargadores invisibles de Troyan Energy parecen una tecnología eficiente, muy práctica, y poco intrusiva. Seguro que soluciones de este tipo son las que al final se terminan implantando.

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