El fabricante gaming Razer sorprende con un robot para limpiar los mares, otras compañías deberían seguir su ejemplo | Tecnología

Este es el nuevo «periférico» de Razer. Y no, no lo puedes conectar a un PC…Pero va a recoger miles de kilos de basura.

Con los índices de contaminación y temperaturas batiendo récords un día sí y otro también, es obvio que tenemos que hacer algo ya. Y las compañías tecnológicas tienen que liderar esa reacción.

Esta muy bien que los fabricantes de coches o los países anuncien que darán el salto a los motores eléctricos o reducirán emisiones en 2030 o 2040, pero no podemos esperar tanto. Así lo cree Razer, el popular fabricante de periféricos gaming, que ha sorprendido con el anuncio de un barco autónomo con Inteligencia Artificial para limpiar los mares.

Razer se ha aliado con Clearbot, que ya fabrica este tipo de barcos, y le ayudará a perfeccionarlos, al mismo tiempo que financia su fabricación. Aquí puedes ver el barco limpiamares de Razer:

Se trata de un robot autónomo que funciona con energía solar, así que puede trabajar sin supervisión las 24 horas del día.

Usando inteligencia artificial es capaz de detectar basura en un radio de 2 metros distancia. Entonces se dirige hacia ella para recogerla y almacenarla en unas redes, que son cambiadas cuando están llenas.

Razer Clearbot no solo recoge la basura, sino que es capaz de identificar su tipo, gracias a las cámaras con reconocimiento óptico mediante IA.

Distingue entre botellas, latas, plásticos, y otros materiales, que posiciona en un mapa a través de GPS.

Esta información va a resultar muy útil a los científicos para determinar de dónde proviene la basura, cómo viaja por los mares, y los lugares en donde más se acumulan, entre otros datos valiosos.


Ratón ergonómico para ambidiestros con 8 botones y con un sensor 5g que alcanza una velocidad de hasta 16.000 DPI.

Es solo una de las múltiples iniciativas verdes de Razer, que tiene como objetivo convertirse en una empresa con cero emisiones en 2030.

Otras muchas compañías tecnológicas deberían dar ejemplo y, más allá de las palabras y las buenas intenciones, comenzar a involucrarse más directamente en proyectos de lucha contra la contaminación y el cambio climático.

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