Cuando vamos a un burger a comer o merendar, normalmente dejamos a un lado las dietas, y nos centramos en poner a trabajar nuestras papilas gustativas…
Poca gente va a un burger a tomarse una ensalada (salvo mi cuñada). Lo normal es pedir una buena hamburguesa, patatas fritas, algún complemento y, por supuesto, de postre, un helado.
Los helados McFlurry de McDonald’s son muy populares, porque existen docenas de sabores que McDonald’s va rotando de vez en cuando, y también hay ediciones limitadas en fechas señaladas, o para celebrar eventos sociales o publicitarios.
Tal como nos cuenta Business Insider, el popular nutricionista Carlos Ríos tiene un infiltrado en McDonald’s que le ha revelado los ingredientes y la elaboración de los populares helados McFlurry. Seguro que ahora te lo pensarás dos veces antes de comerte tres de golpe…
Las compañías de comida rápida solo informan sobre lo que les pide la ley, es decir, datos nutricionales o alérgenos, pero no revelan los ingredientes que utilizan.
La base del helado, sobre la que luego se colocan los toppings o cremas, se llama Sundae Mix, y McDonalds la usa para todos los helados.
Está compuesta de leche desnatada, azúcar, nata, suero láctico en polvo, jarabe de glucosa, emulgente E-471, estabilizadores E-412 y e-407, dextrosa y aroma natural de vainilla.
Lo más destacable es que lleva tres tipos de azúcares diferentes. En total son 54 gramos de azúcar, más del doble del límite recomendado para un adulto al día por la Organización Mundial de la Salud.
Y a eso hay que añadir los toppings que se añaden, y la grasa de la nata.
Para su elaboración, el helado se transporta en bolsas, en forma líquida, y se introduce en la máquina de helados, que enfría el líquido y lo vuelve más cremoso.
Nosotros no vamos a decirte si debes disfrutar de un helado McFlurry o no después de una burger, pero si lo haces, sabiendo que lleva el doble de azúcar que la recomendación diaria, no abuses de él en las siguientes 24 horas.