El agua embotellada es 3.500 veces más dañina que el agua del grifo. Consumir esta última resulta mucho más beneficiosa para las personas, la economía y el planeta. Es la conclusión de un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicado en la revista Science of the Total Environment.
El agua embotellada es mucho peor para el medio ambiente que el agua del grifo, sospecha lógica que confirma una reciente investigación llevada a cabo por científicos del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y publicada en la revista Science of the Total Environment.
Embotellar el agua implica recursos, dinero, huella de carbono y sobre todo, mucho plástico, el material que llega a todos los confines: desde la cumbre de montañas nevadas a lo oscuro de los órganos de millones de series vivos, asfixiados ante la plaga de polímero.
El informe compara los beneficios para la salud y el medio ambiente de 3 tipos de agua: agua embotellada, agua del grifo y agua del grifo filtrada. El indiscutible resultado arroja que la del grifo es mucho mejor.
La fuerza de los datos lo explica mejor: si toda la población de Barcelona decidiera beber agua embotellada en lugar de agua del grifo, los investigadores explicarían que implicaría un coste de 83,9 millones de dólares (71,30 millones de euros) al año extraer las materias primas necesarias para las botellas, cuya producción provocaría la destrucción de 1,43 especies por año.
Estableciendo la comparación con el agua del grifo, eso equivale al 3.500 veces el coste de la extracción de recursos y 1,400 veces el impacto en los ecosistemas.
Los investigadores señalan que el mayor impacto ambiental del agua embotellada se debe a la gran cantidad de envases y al gasto energético empleado. Las materias primas y la energía suponen hasta 90% de este impacto.
“Nuestros resultados muestran que considerando los efectos ambientales y sobre la salud, el agua del grifo es una mejor opción que el agua embotellada, porque el agua embotellada genera una gama más amplia de impactos”, dijo Cathryn Tonne, investigadora de ISGlobal y coautora del estudio con Villanueva.
Aunque esperan que su estudio persuada a algunas personas a cambiarse al agua del grifo (considerando el agua filtrada como una buena opción), los investigadores dicen que se necesitan esfuerzos de información pública mucho mayores para desplazar las tendencias entre los consumidores.
El estudio también recopila algunos números del consumo de en todo el globo: llama la atención que se vendan más actualmente de un millón de botellas de plástico por minuto.
Entre 5 y 13 millones de toneladas del polímero llegan a los océanos cada año, y según el informe The New Plastics Economy elaborado por la Fundación Ellen MacArthur, habrá más plástico que peces en 2050 (por peso).
Un artículo publicado en The Conversation señala que el sector del agua embotellada no deja de crecer en España. Las plantas envasadoras han pasado de ser 126 en 2001 a 165 en 2019, lo que implica un crecimiento del 30,9 %. Nuestro país ocupa el cuarto lugar de la UE en producción de agua mineral, por detrás de Alemania, Italia y Francia, y es el tercero en consumo, tras Italia y Alemania.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Andrea Núñez-Torrón Stock.