Ser un as de las conversaciones más triviales no siempre está relacionado con tu personalidad. Saber qué hacer y qué decir y qué no te ayudará mucho más de lo que piensas a retomar las relaciones cara a cara de vuelta a la oficina.
Parece que la pandemia ha normalizado hablar a través de las pantallas, pero con el fin del verano cada vez más cerca, y la vuelta a la oficina de manera casi inminente, deberás volver a a coger el hábito de hablar con compañeros de trabajo, amigos, jefes… Cara a cara.
Este momento puede ser algo agobiante, sobre todo, para aquellas personas más introvertidas que se sentían mucho mejor con la situación actual que con la necesidad de tener que mantener algunas conversaciones triviales a lo largo de día, ya sea un cruce en un ascensor o al ir a por un café.
Lo bueno es que, según John Bowe profesor de oratoria, periodista y autor de Tengo algo que decir: dominar el arte de hablar en público en una era de desconexión, existen algunos trucos para que parezca que eres todo un as de la oratoria y la comunicación.
Presta atención a los 7 errores más comunes e intenta corregirlos si te sientes identificado:
1. Suponer que nadie quiere hablar contigo
Seguramente no vas a ser la única persona tímida de la oficina, si te preocupa parecer seguro o natural, lo mejor que puedes hacer es dejar de focalizarte en ti y en la vergüenza que sientes en ese momento. Piensa en que hay mucha más gente como tú que está viviendo esa misma situación.
2. Interrumpir o entrometerse en una conversación
Cuidado con entrometerte en una conversación ajena, a veces fluye y se puede hacer sin problema, pero lo mejor es que esperes con una distancia prudente y observes alguna señal no verbal, como una mirada para que la persona o personas en cuestión te introduzcan a su conversación.
3. Empezar a hablar sin tener nada que decir
Si alguien parece distante o perdido en sus pensamientos, meterte de lleno en su espacio personal con un simple «hola» puede molestarle.
En lugar de lanzar un primer comentario tan abierto intenta formular preguntas cerradas que den pie a una conversación o respuesta segura. Por ejemplo: «¿Qué tal estos primeros días de la vuelta a la oficina?».
4. Abordar temas controvertidos
Si estás hablando con alguien nuevo, generalmente es mejor no hablar de temas importantes, desagradables o que pueden dar pie a debates incómodos.
Si consideras que con el tiempo, ya estáis listos para hablar de ciertos temas en confianza, adelante. Pero, para empezar, busca algo más simple y cercano.
5. Ser difícil de seguir
En ocasiones, tienes compañeros y compañeras de otras partes del mundo que hablan diferentes idiomas. Intenta hacer que la experiencia de la conversación sea agradable para todos.
Busca simplificar todo tu lenguaje verbal, incluso con compañeros de otras secciones, para ser lo más claro posible.
6. Hablar demasiado de ti mismo o de la otra persona
Cuidado con focalizar las conversaciones en una persona en concreto, aunque sea alguien que conozcas y sepas con certeza que le encanta hablar sobre sí mismo. No querrás que parezca un interrogatorio.
En vez de eso, busca la manera de contar una historia, ofrece una opinión….Y si no fluye de manera natural, intenta preguntar sobre los temas que le interesen tipo: «¿Has probado un nuevo restaurante hace poco, qué me recomiendas?».
7. Perder el tiempo de alguien
Si está hablando con alguien, habla con él. No mires al suelo, ni al móvil, debes estar presente.
Piensa en cómo te gustaría que te trataran a ti en ese momento y piensa que, en un futuro, es posible que esa relación que comienza con un café puede se convierta en una amistad.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Irina Pérez.