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Llega un punto en el que los cálculos de cabeza ya no sirven y se necesita una calculadora científica. Hay multitud de opciones y algunas marcas especialmente conocidas.
Eso sí, algunas de las calculadoras científicas pueden tener un precio que nos pueda parecer elevado. Vamos a fijarnos también en las mejores opciones, al tiempo que conocemos más sobre estas máquinas.
Ahondaremos en los aspectos más importantes a la hora de adquirir una calculadora científica. Desde las funciones que debería tener, hasta su pantalla. Incluso tendremos en cuenta que tipo de calculadoras son válidas para los exámenes.
¿Qué debo buscar en una calculadora científica?
Todo depende de para qué vayamos a utilizar la calculadora científica. Si se va a usar a nivel académico, deberemos saber que las carreras universitarias necesitan mayores funciones que niveles inferiores.
En el instituto, cualquier calculadora científica nos puede ayudar, en cambio en la universidad se necesitarán aparatos mejores que nos ayuden con largos polinomios y ecuaciones complejas. Por tanto, hay que tener en cuenta cuál va a ser el uso que le daremos.
También tenemos que saber que algunas calculadoras tienen pantallas amplias con capacidad para representar funciones incluso en 3D. Este tipo de calculadoras suelen ser más útiles para aquellos que ya hayan superado sus estudios y estén trabajando.
Siempre encontraremos dispositivos con las operaciones básicas (suma, resta, multiplicación y división), pero existen otras con funciones específicas de geometría, álgebra, estadística, etc. Algunas incluso están especializadas en ciencias como física o química.
Por último en este punto, también existen calculadoras científicas que pueden editar o crear archivos de texto, hojas de cálculo y otro tipo de documentos. Lo suelen hacer desde su propia interfaz, con la opción de ayudarse de un ordenador.
Se pueden conectar por cable o se puede traspasar su memoria vía tarjeta, depende del tipo de calculadora. Son las calculadoras indicadas para aquellos que trabajen diariamente con ellas.
Por cierto, también existen aplicaciones muy completas, pero andar con el móvil en el trabajo o en clase no tiene buena prensa.
El poder de una buena pantalla
Las pantallas de las calculadoras pueden ser de varios tipos:
Monocolor de una o dos líneas.- Son los modelos más recomendables para el instituto. Tienen la capacidad de presentarnos operaciones básicas y en el caso de las de dos líneas, incluso fracciones.
También se pueden ver los resultados de operaciones anteriores en una línea y la operación actual en la otra.
En este rango podemos encontrar calculadoras baratas muy válidas, como la Casio FX-82MS-2. Es uno de los modelos más conocidos de la marca. Cuenta con una dureza estupenda y aguantará el vaivén en la mochila de los jóvenes.
Su teclado cuenta con un botón de cursor para navegar, recuperar y editar cálculos. Su pantalla de dos líneas nos permite hacer cálculos complejos sin perder de vista de donde venimos. Además, incluye una memoria de medias, 8 memorias de constantes, Función SCI/FIX/ENG, Cálculo de porcentajes y 24 niveles de paréntesis.
También tiene funciones de trigonometría, conversión de coordenadas polares en coordenadas rectangulares y viceversa, así como funciones hiperbólicas e hiperbólicas inversas. Nos servirá para hacer cálculos en grado centesimal, grado sexagesimal y medida de arco, sin olvidarnos del cálculo de fracciones.
Útil, asequible y perfecta para afrontar el aprendizaje. Esta calculadora científica se puede encontrar por 12,85 euros.
Multicolor.- Estas calculadoras tienen capacidades gráficas superiores y suelen presentar pantallas más grandes. Se encuentran en niveles universitarios y superiores.
Con capacidades para representar funciones e integrales de manera visual más vistosa, algunas incluso tienen la capacidad de hacerlo en 3 dimensiones.
No son aconsejables para el instituto, dado que cuestan algo más y la representación de funciones suele ser pregunta de examen. Pero si la necesitas, una buena opción es la HP Prime, que está muy bien considerada.
Esta calculadora científica está pensada para aquellos que necesiten hacer operaciones con geometría dinámica, CAS y gráficos avanzados. Además, también incluye una aplicación de hoja de cálculo que se puede usar en el ordenador.
Puede usarse durante más tiempo con la batería de iones de litio recargable. Viene muy bien para las largas jornadas de trabajo que necesiten de cálculos continuos.
Su pantalla es a todo color, amplia y táctil. Es de lo último en tecnología en este aspecto y nos ofrece información y gráficas de manera vistosa.
Se puede encontrar por 144,99 euros, lo cual es un desembolso importante, pero se trata de una calculadora muy especializada que se amortizará con facilidad.
Cabe destacar que la mayoría de las calculadoras siguen utilizando las pantallas LCD monocromo. Encontrar pantallas multicolor es más complejo y suele aumentar el precio.
Además, las máquinas que pueden representar funciones no suelen ser aceptadas en los ámbitos educativos.
Sobre la manera de escribir operaciones
Aunque pueda sorprender a más de uno, las calculadoras tienen varias formas de escribir las operaciones para que aparezcan en pantalla. Estas son los siguientes:
SVPAM.- Es el método más utilizado. Nos permite escribir las operaciones de manera directa y aparecen en pantalla, como si las pusiéramos en un papel. Por ejemplo, para sumar 2 y 3 y que dé el resultado 5, deberíamos escribir «2», luego tecla «+» y el número «3», seguido del «=». A continuación tendríamos el total.
Natural-VPAM.- Parecido al anterior pero usa dos líneas para visualizar las operaciones y completa este proceso al hacerlo en formato de libro de texto. Es decir, que muestra la raíz o la integral de la operación. Son perfectas para aprender.
RPN.- Poco utilizado en la actualidad, es un sistema que ha explotado sobre todo la marca HP. En vez de escribir un número, el tipo de operación, el siguiente número y el total; aquí se escriben los números primero, y luego el tipo de operación.
Por ejemplo, para seguir con lo dicho anteriormente, se escribiría «2», «3», «+» e «=». Aunque parece raro, se usa mucho en el ámbito de las calculadoras financieras.
Este último sistema de escritura, también conocida como escritura polaca inversa, se puede encontrar en máquinas como la HP 12 C Platinum Financial. Se trata de una calculadora que se centra más en cálculos financieros, pero así demostramos que no todo son gráficas en las calculadoras más potentes.
Obviamente pensadas para ejercicios de contabilidad, el método de escritura RPN puede agilizar los cálculos de activos y pasivos. Además, puede memorizar hasta 130 funciones para hacer cálculos más específicos.
Aunque de por sí ya incluye programas de cálculos de pagos de intereses, determinar porcentajes bancarios e incluso puede fijar precios. Todo esto sin contar con su capacidad de cálculo de álgebra y programas de estadística.
Tiene todo lo necesario para el que quiera llevar las cuentas de una gran empresa sin mucho esfuerzo, permitiendo incluso calcular la depreciación de bienes.
Una herramienta perfecta para el contable moderno, por el precio de 79,99 euros.
Memoria y programación como una computadora
Las calculadoras de hoy en día tienen una memoria bastante amplia. Pueden almacenar los datos de las últimas operaciones, pero también pueden memorizar fórmulas completas.
Esto último lo hacen las calculadoras programables, que nos permiten guardar funciones completas para poder hacer cálculos complejos más rápidos. No suelen ser fáciles de utilizar, pero en el ámbito profesional se codician mucho.
Hay que estudiar bastante bien sus libros de instrucciones para poder hacer estas programaciones, pero sin duda son útiles. Además, los modelos más avanzados nos permitirán incluso usar archivos creados desde un ordenador (generalmente con programas de Office), por lo que puedes llevar tus cálculos con tranquilidad.
El mayor problema que representan este tipo de calculadoras es que no suelen estar permitidas en los exámenes. No son recomendables para el instituto por su complejidad y porque no se iban a poder utilizar en esos parciales que tanto nos pueden traer de cabeza.
En este ámbito vamos a recomendaros la Casio FX-5800P. Esta calculadora científica es completamente programable y tiene la capacidad de almacenar hasta 28.512 pasos de programación, integraciones y derivadas numéricas.
Se trata de una máquina hecha para aquellos que vayan a realizar unos cálculos similares diariamente, pero que también tengan cierta complejidad. Además de esto, puede servir para trigonometría, fracciones, números complejos, análisis estadístico, desviación estándar, constantes físicas, variables, matrices, integrales, y un largo etc.
Su sistema de corrección de errores puede venirte muy bien si te equivocas al escribir ecuaciones. Por cierto, también tiene lectura en modo libro de texto, con lo que puede servir para aprender cosas nuevas de manera sencilla, aunque por su ámbito programable no será apta en exámenes.
Se puede conseguir por 49,94 euros. Se trata de una calculadora científica programable y barata.
Teclados para todos
Las calculadoras científicas pueden tener teclados diferentes tipos de teclados. En el ámbito más normal, encontraremos los números en la parte inferior y las operaciones en la parte superior.
Sus teclas suelen ser de goma y cuentan con un tamaño y manejabilidad adecuados. Los modelos que hemos visto tenían todos un sistema similar, cambiando solo algunas de las posiciones de las operaciones o los mandos direccionales.
Pero existen otro tipo de teclados, que utilizan incluso teclados QWERTY. A más complejidad, mejor calculadora. Las que utilizan este tipo de teclados están recomendadas para verdaderos expertos que no tengan miedo a utilizar una calculadora científica con las capacidades de un ordenador.
Aunque este tipo de teclados son minoritarios y generalmente más caros. Por lo que nuestra recomendación se dirige a la Casio FX-570SPXII.
Esta calculadora tiene un teclado en dos tonos que nos hará diferenciar mejor las teclas. Además, está preparada especialmente para cálculos de raíces y generación de números enteros aleatorios.
Incluye una pantalla LCD de alta resolución, donde podremos ver sin problemas sus funciones en modo libro de texto. También nos vendrá bien para poder usar sus hojas de cálculo.
Estas hojas de cálculo son compatibles con nuestro smartphone o tablet (ya que algunas vienen sin calculadora), gracias a que tiene la capacidad de generar un código QR para traspasarla de un dispositivo a otro. Podremos usar las hojas de cálculo con facilidad y luego enviarla a otro lugar para guardarla.
También tiene 576 funciones, llegando a ser casi el doble de aptitudes que otras calculadoras al mismo precio. En este caso obtenemos mucho más por menos, dado que se puede conseguir por 32,70 euros.
Como podéis ver, hay un tipo de calculadora científica para cada persona. Durante este reportaje habéis podido ver cuáles se recomiendan más para unos casos u otros. También hay que saber a lo que se va a dedicar uno y que tipo de uso le va a dar.
Esperamos haberos ayudado y que ahora tengáis claro que se puede conseguir una calculadora científica barata y apta para nuestras necesidades.
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