Razer es una de las compañías más potentes en el segmento del ‘gaming’, pero hace unos años se lanzó a la pista de la tecnología de consumo con una apuesta muy fuerte: un móvil gaming –el primer smartphone de ese estilo– y una serie de auriculares, algunos con cancelación de ruido.
En el segmento del PC y consola, la compañía es reconocida como una de las mejores tanto a la hora de crear periféricos y auriculares, pero poco a poco se han expandido con webcams –como la Kiyo Pro– o micrófonos para hacer streaming, entre otros dispositivos.
También están presentes en el segmento de los auriculares true wireless, teniendo unos Hammerhead Pro que son de lo mejor en su rango de precio y, ahora, han cogido el modelo base de 2019, le han dado una vuelta de tuercas, añadido lucecitas RBG y lo han bautizado como Hammerhead TWS 2. Y aquí va nuestro análisis.
Razer Hammerhead TWS 2 | |
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Tipo | In-ear |
Dimensiones y peso (auricular) | 37,3 x 27,47 x 20 mm | 5 gramos |
Dimensiones y peso (estuche) | 64 x 52,7 x 25,6 mm | 43 gramos |
Drivers | 10 mm |
Sensores | Sin sensor de proximidad |
Cancelación activa de ruido (ANC) | Sí |
Conectividad | Bluetooth 5.2 |
Batería | Hasta 32,5 horas con ANC apagada | Hasta 27,5 horas con ANC | Con RBG encendido disminuye considerablemente la autonomía |
Protección | IPX4 |
Compatibilidad | iOS y Android | Compatible con Google Fast Pair |
Precio | 139,99 euros |
Apartados del análisis de los Razer Hammerhead TWS 2:
Que no falte el RGB Chroma y un mejorado diseño intraural
Lo primero que destaca de esta segunda generación es que el diseño tanto de la caja como de los propios auriculares ha cambiado.
Tenemos una caja más parecida a la de los AirPods Pro –análisis– y que, la verdad, creo que podría ser de mejor calidad. Se me ha caído un par de veces y la verdad es que no se ha marcado, pero el tacto no transmite una sensación premium.
Creo que el imán de la tapa y la bisagra son elementos resistentes y fuertes, pero cada vez que tengo la caja en la mano echo de menos algo más en lo que a materiales se refiere.
Aunque claro, la ventaja de tener un plástico que parece tan fino es que el peso es de 53 gramos con los auriculares y de 43 sin ellos. Es bastante liviana, a decir verdad y que no tenga bobina de carga inalámbrica también ayuda a controlar el peso.
Cuando abrimos la tapa se descubre la ‘cabeza’ de los auriculares. Siguen la línea de diseño de Razer y cuentan con un acabado liso y brillante.
No es difícil sacarlos de la caja, que es un problema que suelen tener auriculares con acabado liso y a la hora de colocarlos no nos podemos liar con la posición y los imanes hacen bien su trabajo.
En cada auricular tenemos tres micrófonos, los pines de carga en el extremo del bastón y las almohadillas. Vienen tres pares para que elijamos las que mejor se ajusten y esto es importante para hacer deporte y para conseguir una buena cancelación de ruido.
Hablando de hacer deporte, he ido al gimnasio en pleno agosto y no me han dado problemas gracias a su protección IPX4. No vais a poder nadar con ellos, pero bueno, sí vais a poder hacer ejercicio sin miedo a que el sudor los estropee.
Me han resultado cómodos en la oreja y no se me caen (no se me suelen caer este tipo de auriculares), pero evidentemente hay que hablar del elefante en la habitación: el Chroma RGB.
No sería un producto de Razer si no tuviera RGB y, evidentemente, aunque no lo pudieron meter en la primera generación, aquí sí. Y no solo es la luz del logo que tenemos en cada auricular, como pasaba en los Hammerhead originales (los de cable, no los true wireless), sino que es un LED RGB.
¿Mola? Pues bueno, eso depende de cada uno. Tenemos una app aparte para configurar esta iluminación y me encanta en los teclados y en el interior de mi PC porque se puede sincronizar con los juegos para tener más información de la partida y un escritorio muy chulo, pero en unos cascos… pues están porque pueden meterlo y para consumir batería.
Si me preguntáis, he ido por la calle con la luz desactivada porque no me gusta llamar tantísimo la atención (sobre todo si sales de noche) y porque consume batería. Pero bueno, a quien le guste eso… le encantará, está claro.
Funciona con iOS y Google Fast Pair y tiene una app de lo más completa
Algo que considero clave en la experiencia con auriculares TWS es que la aplicación esté a la altura. Una app muy complicada va a terminar haciendo que no usemos la mitad de las funciones y una demasiado básica que no nos permita configurar prácticamente nada resulta… inservible.
La de Razer, la verdad, está muy bien. Para empezar, tenemos unos auriculares con Google Fast Pair, por lo que la experiencia de sincronización con los Android compatibles es muy, muy buena, pero también es compatible con iOS y vamos a ver el estado de los auriculares tanto en la app (obviamente) como en el widget de batería.
Los he utilizado en ambos dispositivos, pero esta última semana más en iOS en un Android 12 y la experiencia ha sido perfecta.
Se conectan mediante Bluetooth 5.2, por lo que la latencia y el consumo de batería es mínimo y, además, Razer tiene un modo de baja latencia para juegos y una función que nos permite cambiar rápidamente entre fuentes de audio conocidas.
Personalmente, me habría gustado que fueran dos funciones separadas, no que nos hagan elegir, pero bueno, lo cierto es que la experiencia jugando o viendo vídeos por streaming es muy buena gracias a esa baja latencia.
Tenemos sonido ambiente, cancelación de ruido o todo desactivado, un ecualizador con cinco niveles y un perfil en el que podemos personalizar frecuencias (bien, Razer) y el apartado de los controles.
Aquí he de decir que vais a tener que estudiar y tener memoria para poder controlar todos los parámetros del dispositivo.
Tenemos seis opciones de toque para reproducción y otras seis opciones de toque para llamadas.
Funcionan bien y no he tenido falsos positivos, pero por ejemplo me habría gustado que, a la vez que toques, tuviéramos un gesto de deslizar para subir o bajar volumen en lugar de la acción de ‘pulsación doble y mantener’ en un auricular u otro para subir/bajar volumen.
Para que os hagáis una idea, la app cuenta con un tutorial de los gestos. Pero bueno, no voy a criticar esto porque es mejor tener opciones que no tenerlas.
Podemos fijar un tiempo de apagado automático y vamos a poder cambiar el idioma de las notificaciones que indican el estado de los auriculares, algo que también me ha parecido muy positivo.
Eso sí, mucha tecnología, pero no tenemos un sensor de proximidad que pare la canción cuando nos quitamos un momento los auriculares. Es lo que pediría para una tercera versión de estos auriculares.
¡Ah! Y otra cosa que puede tener importancia para vosotros si os gusta lo del RGB: desde la app de audio de Razer podemos apagar o encender el LED, pero para controlar los diferentes modos, cambiar entre ellos o personalizar la iluminación hay que descargar la app Chroma.
Una buena experiencia con unos graves que no se comen todo lo demás
Evidentemente, el protagonista absoluto de unos auriculares es el sonido que pueden emitir. Razer ha incluido unos drivers de 10 milímetros en estos TWS 2 y lo cierto es que la experiencia me ha parecido muy buena en todos los escenarios.
Las marcas más enfocadas al gaming suelen producir altavoces y auriculares con una respuesta en los graves que eclipsa el resto de frecuencias. Es lo más ‘barato’ porque no tienen que afinar el resto del espectro, pero también es lo que la gente busca.
El usuario de este estilo quiere unos buenos graves para que los efectos en los juegos sean rotundos y parezcan mejores. Vaya, como el autoengaño de los que defendían los cascos Beats antes de que la marca fuera adquirida por Apple.
Poco a poco las cosas han ido cambiando y compañías como Razer o Logitech, que tienen productos de audio de alta gama, han ido esforzándose por crear sistemas más… universales, si queremos llamarlos así.
Los graves de estos Hammerhead son rotundos y lo cierto es que la experiencia en hip hop, deep house y rock más alternativo es fantástica, pero lo bueno es que no se comen ni a los medios ni a los agudos.
En el modo predeterminado de ecualización me parece que los auriculares están bien ‘afinados’, pero siempre vais a poder personalizar esto para dar algo más de presencia a los medios o tener unos agudos más brillantes con el ecualizador manual de la app.
Recomiendo, si sois muy puristas, dedicar un poco de tiempo a este ecualizador, ya que servirá para todas las apps de nuestro teléfono al contrario que el de Spotify, que solo sirve para… bueno, para Spotify.
Eso sí, hay malas noticias si sois de los que tenéis alguna app HD, ya que los únicos códecs compatibles son SBC y AAC, pero bueno, si no tenéis Tidal o Apple Music y tiráis mucho de YouTube Music o Spotify, perfectos.
Y a la hora de jugar me han parecido unos auriculares que, ciertamente, se portan muy bien en ese modo de baja latencia. No tengo retardo a la hora de ver vídeos/películas y tampoco en los juegos.
Ahora bien, ¿qué tal funciona la cancelación de ruido activa? En este modelo se trata de un sistema bastante simple, el típico que utilizan los auriculares con precio más reducido y sí, funciona bien, pero no es híbrida ni automática dependiendo de la situación.
Junto a las almohadillas hace un buen trabajo a la hora de mitigar ruidos monótonos, pero en situaciones más complicadas como el gimnasio no va a ser capaz de meteros en vuestro mundo.
Y creo que, precisamente, más pronto que tarde habrá una versión ‘Pro’ de estos auriculares con sonido de alta definición y una mejor cancelación de ruido activa.
Los micrófonos son la piedra de toque de los auriculares que no son ‘pro’
Pero vamos a hablar de los micrófonos porque, como hemos comentado, tenemos tres que entran en juego en las llamadas tanto para captar nuestra voz como para procesar el ruido externo e intentar eclipsarlo.
Y la experiencia, la verdad, no es tan redonda como en lo que al consumo de contenido se refiere. Aquí un ejemplo sin ruido de fondo, como puede ser un despacho en una videollamada normal y corriente de las que tanto abusamos hoy día:
Como veis, la experiencia no está mal, pero creo que el sistema de cancelación de ruido es demasiado agresivo y la voz suena un poco enlatada, sobre todo fuera de casa.
En alguna ocasión cuando ha hecho algo más de viento me han dicho que no se me escuchaba nada bien y, de hecho, he tenido que guardar los Razer y hablar por el móvil ‘a lo tradicional’.
Es algo que, como siempre decimos, separa los auriculares más caros y ‘pro’ de estos modelos que, aunque estén por encima de los 100 euros, se centran más en sonido y cancelación de ruido que en la calidad de los micros.
Batería en la media con unas cuatro horas de música y cuatro recargas adicionales
La autonomía siempre es un punto diferente en estos dispositivos, pero prácticamente todos los modelos que analizamos nos dan más de cuatro horas de reproducción.
En el caso de los Hammerhead 2021 no estamos ante una excepción y lo cierto es que se han portado muy bien en nuestras pruebas, estando por encima de la media si apagamos la cancelación activa y con unas respetables más de cuatro horas con cancelación activa.
Antes de pasar a nuestras pruebas, os dejamos la autonomía que, según Razer, tienen estos auriculares con el volumen al 50% en los diferentes estados:
Como digo, estos son los datos que da Razer en una situación concreta, pero en nuestras mediciones, lo cierto es que los datos se acercan bastante.
Horas de auriculares | Horas en total | |
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Iluminación apagara y ANC apagado | 6,5 horas | 32,5 horas |
Iluminación encendida y AND apagado | 5,5 horas | 27,5 horas |
Iluminación apagada y ANC encendido | 4,5 horas | 22,5 horas |
Iluminación encendida y ANC encendido | 4 horas | 20 horas |
Tenemos sí o sí cuatro cargas adicionales de los auriculares si salimos de viaje con los auriculares puestos al 100% y la caja también al 100%.
Tras una hora de reproducción con el volumen al 40%, una playlist de música variada y cancelación de ruido encendida en casa, por lo que no hay que procesar demasiado ruido, el porcentaje baja al 79%.
En la misma playlist, con el mismo volumen y con cancelación activa, pero también con la iluminación, esa cifra se queda en un 73% de batería.
Es curioso que el auricular izquierdo consume un 4-5% más que el izquierdo. No sé si se debe a que entra en juego la cancelación gracias a ese auricular o a otros factores, pero es algo que se ha repetido en todas las pruebas.
Agotar la batería con cancelación de ruido y sin iluminación con un volumen que oscila entre el 40 y el 60%, no necesito más en una rutila de casa, calle, gimnasio, me ha llevado casi cuatro horas y media, por lo que la cifra es muy satisfactoria.
Respecto a la carga, si metemos los auriculares con el 0%, en 10 minutos tenemos un 34% de carga. La carga completa tarda 72 minutos. Habría estado bien tener carga rápida, ese «estándar» en la gama alta del 50% en unos 10 minutos.
No solo han añadido lucecitas, sino que han mejorado, por mucho, lo que había
Al final, tenemos unos auriculares que, como prácticamente todos los dispositivos de Razer, resultan bastante redondos.
Hay que pagarlos, eso sí, y seguramente sin ese extra de la iluminación Chroma se colocarían en un rango más interesante, pero lo cierto es que por control, calidad de sonido y la cancelación activa, son unos auriculares que merecen la pena.
Hay alternativas que están por encima, claro, ya que los Huawei Buds Pro han bajado mucho de precio y por 125 euros son imatibles, los Buds Pro por un poco más –160 euros– y también están los Nothing por 99 euros –análisis-, pero si os gusta el diseño, la marca y queréis un combo de buena batería, controles generosos y calidad de sonido, los Hammerhead TWS 2 2021 son una gran opción.
Pero si solo tuviera que destacar un apartado, creo que sería la autonomía. Más de 30 horas sin la cancelación de ruido es una cifra excelente, sin duda.