En el país nipón se ha puesto de moda jugar con la diosa fortuna buscando un microchip de última generación: en vez del tradicional sonido de monedas ahora se escucha el silicio caer.
En plena escasez mundial de microchips, donde Nvidia, AMD o Intel lo tienen crudo para satisfacer la demanda de sus productos, en Japón han inventado la forma perfecta de jugar con esta sensación de necesidad que genera la falta de stock.
Esta original, y malvada, propuesta consiste en una máquina expendedora llena de cajas de procesadores AMD Ryzen 5000, los últimos y más potentes chips de AMD, donde tan sólo hay que meter unas monedas para que te de uno. No es una máquina de gancho, es una expendedora.
Pero, ¿entonces donde está el truco? Aquí viene la cuestión. Ya que el cliente siempre se lleva premio, tan sólo tiene que pagar unos 8 euros al cambio, la única forma de montar este negocio sin perder dinero es… no metiendo en dichas cajas los procesadores prometidos.
Vamos, que las máquinas expendedoras no dan procesadores Ryzen 5000, sino una suerte de antiguos chips, casi todos de segunda mano y ya bastante antiguos.
Esto no es publicidad engañosa del todo ya que en las máquinas viene un cartel donde explican que el premio es aleatorio, y que las cajas no tienen por qué corresponderse con el producto que en verdad llevan.
Según el vídeo que aquí os dejamos, lo normal que se obtiene una vez hemos gastado un puñado de euros es un montón de procesadores viejos e inservibles por su incompatibilidad con las placas base actuales.
La cuestión es que la escasez de chips, unido a que comprar una caja de la suerte es bastante barato si lo comparamos con los más de 300 euros que vale un Ryzen 5000, está consiguiendo que estas máquinas expendedoras se vean medio vacías en el vídeo.
Si las lootboxes revientan los juegos online en todo el mundo, la lotería real de llevarte un procesador potente por una fracción de su precio es un caramelo al que mucha gente no sabe decir que no.