Investigadores de Japón y Estados Unidos han desarrollado una tecnología de carga inalámbrica que podría cargar habitaciones enteras de forma segura con hasta 50 vatios de potencia.
La primera noticia que tuvimos de un cargador inalámbrico fue, como no, relacionado con el mundo smartphones. Placas fijas que podían cargar el móvil solo con posarse sobre ellas, eliminando los cables.
Pese a que esto nos supo a poco, significaba que la carga a través del tecnología inalámbrica era factible, por lo que antes o después algo llegaría para revolucionar el mundo de las cargas tal y como lo conocemos.
Y ese momento parece haber llegado. En un estudio publicado en Nature Electronics, investigadores de la Universidad de Michigan y la Universidad de Tokio han desarrollado un sistema para suministrar electricidad de forma segura a través del aire.
La tecnología, detalla la publicación, puede suministrar 50 vatios de potencia mediante campos magnéticos actualmente.
Para demostrar su teoría, los investigadores crearon una sala de pruebas de 3 metros cuadrados con paredes de aluminio, en la cual alimentaron de forma inalámbrica lámparas, ventiladores y teléfonos móviles que podían tomar energía desde cualquier lugar de la habitación, independientemente de la ubicación de las personas y los muebles.
Según los responsables, el sistema supone una importante mejora con respecto a los intentos anteriores de sistemas de carga inalámbrica, los cuales utilizaban radiaciones de microondas potencialmente dañinas o requerían que los dispositivos se colocaran en lugares de carga específicas.
En su lugar, utiliza una superficie conductora en las paredes de la habitación y un poste conductor para generar campos magnéticos.
Las pruebas con maniquíes (no se ha probado con humanos todavía) demostraron que el sistema podía suministrar al menos 50 vatios de potencia a cualquier lugar de la habitación sin superar las directrices de la Comisión Federal de Comunicaciones sobre exposición a la energía electromagnética.
Eso sí, los investigadores creen que es posible suministrar niveles de potencia más elevados con un mayor perfeccionamiento del sistema, lo que permitiría cargar oficinas enteras.
Por últimos, los responsables dicen que de cargar teléfonos y ordenadores portátiles, la tecnología podría alimentar dispositivos médicos implantados en humanos y abrir nuevas posibilidades para la robótica móvil en hogares y fábricas. Y mientras tanto Xiaomi se empeña en romper récords.