Según un estudio, la Unión Europea parece que llegará tarde a sus objetivos para paliar las emisiones de gases de efecto invernadero.
El cambio climático es un hecho, y no solo lo estamos viendo en la consecución de fenómenos meteorológicos como huracanes que no se producían con tanta regularidad años atrás, sino también con el aumento desmesurado de temperaturas alcanzando verano tras verano unas cifras récord y que podrían hacer que millones de especies desaparezcan y que incluso el ser humano tenga que cambiar abandonando sus comunidades de toda la vida para sobrevivir.
Y ahora un estudio de la empresa de servicios públicos más grande de Europa, Enel, viene a demostrar que si bien se está progresando en la reducción de emisiones, Europa va camino de retrasarse en la reducción de las mismas si continúan con el ritmo actual.
El objetivo de la Unión Europea es reducir estas emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 % para 2030, pero según estiman ese objetivo no se alcanzaría hasta 2051 si no se producen cambios sustanciales.
Europa tampoco alcanzaría el objetivo de contar con energía renovable al 40 % establecido para 2030, y no llegaría hasta 2043.
Enel sugiere a la Unión Europea que necesitaría invertir 3600 millones de euros para cumplir con el objetivo de emisiones de 2030 y que sean más ágiles convirtiendo rápidamente cada uno de los planes estipulados en acciones más concretas. Esto incluirá una coordinación más estrecha entre los estados miembros de la Unión Europea.
Señalan que “es necesario un cambio de rumbo rápido, que ponga a Europa en condiciones de realizar las inversiones necesarias para compensar el retraso acumulado a lo largo de los años y acelerar la creación de valor económico”.
«Es necesario acelerar y equiparnos con un sistema de gobierno que sea adecuado al alcance del desafío y capaz de traducir las intenciones en acciones concretas«, señala el presidente ejecutivo de Enel, Francesco Starace.