A Muller, creador del canal Veritasium, le gusta desmenuzar conceptos científicos curiosos para sus más de 10 millones de suscriptores. Así, en mayo publicó un vídeo sobre un vehículo llamado Blackbird, que funciona con energía eólica.
Creado por Rick Cavallero, un antiguo ingeniero aeroespacial, Blackbird es único porque puede desplazarse directamente a favor del viento más rápido que el propio viento durante un periodo de tiempo sostenido.
Cualquier marinero que se precie puede decir que un barco puede hacer eso cortando en zigzag; eso se llama virar. Pero la idea de que un vehículo pueda vencer a la brisa viajando en línea recta a favor del viento, sin virar, es muy controvertida.
“Sabía que era un problema que iba contra el sentido común. Para ser sincero, cuando salí a pilotar la nave, ni siquiera entendía cómo funcionaba”, cuenta Muller a Business Insider.
El Blackbird está tan fuera de lo común y escapa a toda lógica, que en menos de una semana después de que Muller publicara su vídeo, el profesor de física de la UCLA Alexander Kusenko le envió un correo electrónico para informarle de que el vídeo tenía que estar equivocado. Un vehículo así rompería las leyes de la física, afirmaba Kusenko.
“Le dije: Mira, si no te lo crees, apostemos algo de dinero”, dice Muller. Entonces, sugirió una apuesta de 10.000 dólares (alrededor de 8.400 euros), sin imaginar que Kusenko la aceptaría.
Pero Kusenko aceptó, y en las semanas siguientes, ambos intercambiaron datos y discutieron sobre el Blackbird.
Incluso trajeron a varios de los nombres más importantes de la ciencia para ayudar a decidir quién tenía razón, incluyendo a Bill Nye y Neil deGrasse Tyson. Finalmente, Muller salió victorioso.
“Nunca creí que pudiera perder”
Días después de sugerir la apuesta, comenta Muller, Kusenko le envió un documento con los términos de la misma. «Todo fue siempre irrefutable, nunca creí que pudiera perder», asegura Muller.
Pero Kusenko estaba igualmente seguro: “Gracias a las leyes de la física, no arriesgo nada”, afirmaba Kusenko al diario Vice el mes pasado. Sin embargo, el profesor no ha respondido a la solicitud de comentarios por parte de Business Insider.
Kusenko explicó a Muller en una presentación de una hora de duración por qué estaba seguro de que el youtuber había sido engañado por la mala ciencia.
El profesor dijo que lo más probable es que Blackbird se aprovechara de las ráfagas de viento intermitentes que ayudaban al vehículo a acelerar. Explicó y todo sus objeciones en una página de su blog de la UCLA, aunque ya ha sido retirada.
Por su parte, Muller envió a Kusenko los datos de la prueba de conducción en su vídeo, que fue filmado en el lago El Mirage, en Arizona. Durante esa conducción, el Blackbird aceleró durante más de 2 minutos, una hazaña que sería imposible si dependiera de las ráfagas de viento intermitentes.
El vehículo alcanzó una velocidad de 44 kilómetros por hora, con un viento de cola de 16 kilómetros por hora.
In the interests of providing more data, I’ve uploaded the raw clip of the faster-than-the-wind run for @alexkusenko https://t.co/eUeoYSiDeINote: the filming team uses expletives towards the end because they don’t think I’m going to slow down. Viewer discretion advised. pic.twitter.com/rv5p3e8oHJ
— Derek Muller (@veritasium) June 21, 2021
Muller incluso contrató a su compañera de YouTube, Xyla Foxlin, para que construyera un modelo de carro similar al Blackbird que pudiera ser probado en una cinta de correr. Y efectivamente, Foxlin demostró que su modelo impulsado por el viento podía ir más rápido que el viento.
Muller documentó todas estas idas y venidas en un vídeo de seguimiento (abajo), que publicó en junio.«Kusenko estaba muy seguro de tener razón. Quería hacerlo público”, cuenta Muller.
Cómo funciona Blackbird
En 2010, Google y Joby Energy patrocinaron a Rick Cavallero y a un equipo de colaboradores de la Universidad Estatal de San José (EEUU) para construir Blackbird.
El equipo demostró que el vehículo podía desplazarse a favor del viento 2,8 veces más rápido que la velocidad del mismo, un récord confirmado por la North American Land Sailing Association.
El secreto de Blackbird, explica Cavallero, es que una vez que el viento pone en marcha el vehículo, sus ruedas empiezan a girar las palas de la hélice, que están conectadas a las palas por una cadena. Así, a medida que el vehículo acelera, sus ruedas hacen girar la hélice cada vez más rápido.
Entonces, las palas de la hélice, a su vez, actúan como un ventilador, empujando más aire detrás del carro con vela y empujándolo hacia adelante.
“Nunca imaginé que una década después un profesor de física seguiría argumentando que es imposible”, cuenta Cavallero.
Después de 3 semanas de debate con idas y venidas, Kusenko reconoció que el Blackbird podía ir ligeramente más rápido que el viento, pero mantuvo que era solamente durante cortos periodos de tiempo.
Si una ráfaga de viento acelera el vehículo y luego se apaga rápidamente, dijo, parecerá que Blackbird viaja más rápido que la velocidad del viento actual.
“La resolución de nuestra apuesta no fue tan limpia como esperaba”, cuenta Muller. “Kusenko soltó los 10.000 dólares, dejémoslo así”.
También Cavallero quería un mayor reconocimiento de las capacidades de su vehículo. “Cedió por un tecnicismo: que el vehículo se mueve marginalmente más rápido que el viento temporalmente”, dice Cavallero sobre Kusenko. “Le ofrecí otra apuesta de 10.000 dólares, porque su tecnicismo es totalmente erróneo, pero sé que no tendré noticias suyas”.
Los 2 vídeos de Muller han cosechado al menos 6,8 millones de visitas y 41.000 comentarios cada uno, muchos de ellos coincidiendo con Kusenko en que es imposible que el Blackbird vaya más rápido que el viento.
Algunos espectadores incluso han preguntado al youtuber si haría apuestas de seguimiento. “Le rompe el cerebro a mucha gente. Está claro que también a Kusenko”, afirma Muller.