Aunque el desarrollo del coche eléctrico es ya imparable, no está exento de problemas. Las marcas están sufriendo pérdidas millonarias. Te explicamos por qué.
A estas alturas, nadie cuestiona que el futuro de la industria del automóvil pasa por la electrificación. Actualmente, nos encontramos en plena transición hacia los motores puramente eléctricos y varias marcas ya han anunciado el final de la producción de vehículos de combustión, como Volkswagen en 2035.
Sin embargo, el cambio de la vieja tecnología a la nueva está siendo más doloroso de lo que se esperaba. Esta es la razón por la que las marcas están perdiendo millones con los coches eléctricos.
Y la razón no es otra que las muchas averías que están sufriendo muchos coches EV. General Motors, Tesla, Porsche, Ford, Hyundai o BMW son algunas de las marcas que han tenido problemas con sus coches cero emisiones.
A pesar de los miles de millones de euros que invierten en sus desarrollos, estos coches tienen fallos que les cuesta a esas marcas (y otras) otras sumas de dinero considerables, según señala un informe de la cadena CNBC.
Pérdidas millonarias para las marcas
Algunos clientes han informado de incendios en sus coches eléctricos, cortes de energía y dificultades para iniciar y cargar las baterías. Por citar algunos ejemplos, el Chevrolet Bolt tuvo que ser llamado a revisión debido a un fallo en la fabricación de las baterías, que puede costarle a la marca alrededor de 800 millones de dólares.
El Porsche Taycan también ha sido llamado a revisión por un problema en el software, que hacía que el coche perdiera potencia. 400 millones de dólares le ha costado a Ford revisar el Kuga híbrido enchufable y 900 millones de dólares la llamada a revisión del Kona EV a Hyundai.
Según destaca la CNBC, Tesla acordó el pago de 1,5 millones de dólares para resolver una demanda derivada de una investigación, tras la publicación de unas nuevas actualizaciones del software para ocultar posibles fallos en la batería que podían provocar un incendio.
La marca californiana fue también acusada de utilizar baterías que perdían la mitad de su autonomía a los seis años y negarse a sustituirlas, como se estipulaba en la garantía. Esto le costó otros 163 millones de dólares.
Las marcas están todavía aprendiendo…
Según el analista principal de Guidehouse Insights, Sam Abuelsamid, “los procesos de fabricación de coches eléctricas se van a endurecer, las baterías son muy sensibles al calor y a la contaminación. Con el tiempo, mejorará el comportamiento de las baterías”.
Sin embargo, como subraya el mencionado informe de la CNBC, las marcas de automóviles se encuentran todavía en una fase de aprendizaje y, a medida que aumente la producción y la introducción de nuevos modelos, irán aprendiendo de los problemas de los coches eléctricos: “Cada vez que se entra en una nueva tecnología, hay más que aprender de lo que se sabe”.
Este artículo fue publicado en Autobild por Álvaro Escobar.