Parecen sacados de una película de Tim Burton o de Pixar, pero son muebles completamente reales… y funcionales. Puedes meter cosas ahí dentro si quieres.
Nunca es tarde para disfrutar de un poco de fama y reconocimiento por tu trabajo, aunque sea después de jubilarte.
Henk Verhoeff es un ebanista retirado que lleva 53 años trabajando la madera en Auckland (Nueva Zelanda). Ahora solo crea muebles por diversión, y por eso puede dejar volar la imaginación, que él mismo califica de «retorcida«.
A Henk se le ocurrió crear muebles rotos y raros, pero completamente funcionales. Los cajones se abren y cierran, y pueden guardar cosas.
Henk es uno de esos casos de personas que se han dedicado toda su vida a un oficio, y cuando se jubilan, no pueden dejarlo. Pero ahora trabaja por diversión, y por eso no se somete a ninguna regla comercial.
Este ebanista jubilado primero diseña sus muebles rotos y raros en un papel, para asegurarse de que la madera puede ajustarse a esa forma. Utiliza pino, y a veces rimu, que solo crece en Nueva Zelanda.
Reconoce que más de una vez ha tenido que tirar el mueble a la basura a mitad del proyecto, porque era demasiado complicado.
Pero ya ha terminado al menos 6 o 7, que de momento acumula en distintas estancias de su casa. Cada obra le lleva entre 80 y 100 horas.
El toque final, que ha comenzado a usar hace poco, es una luz LED amarilla para iluminar las grietas y roturas de los muebles, tal como se ve en la foto de apertura de la noticia.
Henk asegura que ha recibido muchas peticiones para vender sus muebles, pero confiesa que no tiene interés en desprenderse de ellos. Aunque ya casi no le caben en casa, y cuando no pueda colocar más, los venderá por eBay.
Ni siquiera tenía intención de mostrarlos a la gente. Fue su hija la que creó una página en Facebook para mostrar al mundo sus creaciones.
Si el bueno de Henk Verhoeff tiene intención de venderlos, mejor que lo haga rápido, porque algo nos dice que sus muebles rotos y raros no tardará en ser copiados y vendidos en tiendas online…