Últimamente se ha puesto de moda que los envases del chocolate muestren, en letras bien grandes, el porcentaje de cacao que llevan.
El chocolate que tomamos ahora es muy distinto al chocolate amargo que se consumía hace cientos, incluso miles de años.
Ahora el cacao se mezcla con azúcar, leche, frutos secos, colorantes y otros ingredientes. Eso nos hace pensar que un chocolate con un 80% de cacao es más sano que uno con un 40%, porque llevará menos azúcar, leche, y otros contenidos.
Pero lo cierto es que… no. Tal como explica en Greatist la nutricionista Megan Guiller, que ha escrito libros sobre el chocolate, el porcentaje de cacao no indica que el chocolate sea más o menos sano, o más o menos calórico. Vamos a ver lo que no te han contado sobre el porcentaje de cacao en el chocolate.
La clave del asunto en que mucha gente piensa que todo el cacao es igual, y no es así.
Las semillas de cacao contienen abundante grasa, y dependiendo del origen del cacao o del tipo de chocolate, este porcentaje cambia.
Para fabricar chocolate se manipulan las semillas de cacao hasta obtener dos productos diferentes: la masa de cacao, y la manteca de cacao. El problema es que en las etiquetas nos dicen el porcertaje de cacao que lleva el chocolate, pero no nos indican qué porcentaje es masa, y qué porcentaje es manteca.
Así, por ejemplo, una barra de chocolate con el 80% de cacao puede tener un 40% de masa y un 40% de manteca. En cambio otra barra con un 70% de cacao puede tiener un 50% de masa y un 20% de manteca.
Nutricionalmente será más sana la del 70% de cacao, porque tiene mucha menos manteca (grasas).
Para complicar más las cosas, según explica la nutricionista Megan Guiller, todas las semillas de cacao no son iguales. Hay varias variedades y unas tienen diferentes tipos de grasa vegetal, que son más o menos sanas.
¿Qué tenemos que hacer entonces? No quedarnos en el porcentaje de cacao. Mirar también la letra pequeña de la etiqueta, en donde está la lista de ingredientes, y comprobar la cantidad de manteca de cacao y azúcar que lleva. Eso es lo que nos va a dar el valor nutricional del chocolate.
Como más bajos sean esos valores, mejor, aunque el chocolate será menos cremoso y más amargo.