Un nuevo estudio revela que los conductores que utiliza el sistema de conducción autónoma de Tesla se vuelven despistados, lo que choca con las condiciones que poner Elon Musk para formar parte del exclusivo programa.
Si sois apasionados de Tesla u os interesa mucho el mundo de la autoconducción y los coches eléctricos, seguro que lleváis al día todas las noticias del Autopilot de la marca de Elon Musk.
Y eso significa saber que, si bien funciona con bastante eficacia, aún le queda mucho para ser genial (esto no lo decimos nosotros, sino el propio CEO de la compañía). Su historial tiene bastantes accidentes a su espaldas, por desgracia.
Ahora, y tras meses de investigación, un informe parece haber descubierto la causa de estos accidentes: conductores despistados en sistemas que fallan.
Los investigadores estudiaron la actividad ocular de los conductores antes de activar el Autopilot y durante el uso del mismo, para comprobar si tener el sistema de conducción autónoma influía en la concentración de los usuarios.
Y el estudio es claro, ya que los patrones de comportamiento visual cambiaron antes y después de la conexión de la tecnología de Tesla. Los conductores, revela el estudio, miraban menos a la carretera con la conducción guiada que con la conducción manual.
Esta conclusión es una pesada losa para todos los sistema autónomos, ya que confirma una realidad que sobrevolaba esta tecnología: si falla la conducción guiada el conductor no puede hacer nada ya que no está atento a lo que sucede en la carretera.
Beta button will request permission to assess driving behavior using Tesla insurance calculator. If driving behavior is good for 7 days, beta access will be granted.
— Elon Musk (@elonmusk) September 17, 2021
La cuestión que hace que las conclusiones sean casi irónicas es que Elon Musk afirmó hace unos días que para acceder a la última beta de Autopilot los conductores tenían que demostrar que eran buenos al volante según los estándares de Tesla.
Es curioso que un sistema que te pide ser un gran piloto te haga peor conductor a la larga. Pero sus razones son entendibles, ya que si falla en mitad de un viaje un buen conductor tiene más posibilidad de evitar el accidente… sino hubiese aprovechado para echarse una siesta.