Con una ergonomía revolucionaria y una menor resistencia al aire, esta moto eléctrica quiere batir el récord del mundo de velocidad. Por primera vez, la vemos rodar en circuito.
La nueva WMC250EV es una motocicleta eléctrica imposible. Con un gran agujero o túnel en el medio, que la atraviesa por completo, da la sensación de que el piloto está flotando sobre la moto.
Cuando la vimos por primera vez, en estático, teníamos serias dudas de que pudiese rodar con fluidez. Al contrario que otras motos, el aire no pasa por encima o por los lados del piloto, frenando la moto, sino que directamente la atraviesa por el centro.
Con este revolucionario diseño el fabricante británico White Motorcycle Concepts (WMC) quiere batir el récord del mundo de velocidad, y alcanzar los 402 Km/h. De momento la moto con un agujero en el centro, la WMC250EV, ya rueda a una velocidad elevada, tal como se puede ver en este vídeo:
El diseño de esta revolucionaria motocicleta eléctrica es obra de Rob White, que ha trabajado durante 25 años para escuderías de motociclismo o Formula 1, por ejemplo en la escudería Renault, durante los años de triunfo de Fernando Alonso.
El propio White se muestra sorprendido con la capacidad de la WMC250EV para tomar las curvas, ya que está diseñada para ir en línea recta. Es una moto para batir récords de velocidad, no para conducir por carretera o en circuito.
Gracias al agujero o túnel de viento que la atraviesa por compleo, reduce la resistencia al aire en un increíble 69%, comparada con una moto convencional.
Su indice de resistencia al aire es 0,118, por debajo del coche de serie más rápido del mundo, el SCC Tuatara, que alcanzó los 455 Km/h y tiene un índice de 0.279, según New Atlas. Un logro excepcional.
Para diseñar esta moto Rob White ha tenido que bajar los mecanismos eléctricos a la parte inferior, e instalar varios tipos de suspensiones a cada rueda.
Además del motor principal, cada una de las ruedas tiene un motor eléctrico de 30 kW, que ayuda a recargar la batería durante el frenado. Esto, unido a la menor resistencia, consigue que la autonomía de la moto sea el doble que la de un modelo convencional.
Ahora que ya es una realidad, el gran objetivo de Rob White está más claro que nunca: el año que viene intentará batir en Bolivia el récord del mundo de velocidad de una moto eléctrica, superando las 250 millas por hora (402 Km/h).