Los volcanes se dividen en varias categorías que vamos a explicarte para que conozcas sus diferencias.
A nuestro pesar y cuando no lo esperábamos, el volcán de La Palma nos ha hecho volver a hablar de volcanes y ver imágenes que la gran mayoría de ciudadanos no conocían en España, o que no vivían al menos desde hace 50 años. Esto ha despertado un interés por los volcanes y antes de profundizar en ellos hay que conocer algunos datos básicos.
Existen varios tipos de volcanes y las diferencias que marcan a qué categoría pertenecen se encuentran en el tipo de erupción y sus mismas formas, el cómo sean, porque tal como hemos visto en La Palma, no siempre son altas montañas con una gran boca.
Los más activos y con explosiones habituales son los volcanes compuestos o estratovolcanes. Estos son los que siempre están en nuestra cabeza al imaginar un volcán. Cuentan con gran pendiente y erupciones casi constantes. Son los más comunes en el planeta.
Según explican en Muy interesante, también existen los volcanes en escudo, que son menos peligrosos y tienen una forma más horizontal y con baja explosividad en las erupciones, aunque sí un continuo de lava que se va acumulando en las faldas.
Se denomina como calderas a aquellos con una boca de gran tamaño, estos tienen depresiones de hasta 15 kilómetros de diámetro. En cambio, los domos de lava son aquellos que parecen haber crecido en vertical con gran altura y un fuerte desnivel. Por último, se encuentran los conos de ceniza y escoria que son también muy habituales y que tienen forma de colina cónica. Son los más pequeños.
Tal como puedes ver, da para investigar y hacerse preguntas todo lo referente a los volcanes, aunque sea una lástima que para que nos fijemos en ellos tenga que ocurrir un problema como el que se vive en La Palma en este mismo momento.