Los tiempos de carga y la autonomía siguen siendo los principales escollos de los vehículos eléctricos pero es posible que una empresa alemana haya descubierto la forma de cargar de forma instantánea las baterías.
Todos queremos tener un vehículo eléctrico, ya que suponen un alivio para las ciudades por su nula contaminación ambiental (pese a que no sean precisamente ecológicos los eléctricos).
El problema es el de siempre, ya que las ganas de hacerse con un EV desaparecen en cuanto nos explican que no tenemos autonomía para hacer un viaje largo y que, para recargar, debemos pasar más de media hora esperando en algún área de servicio.
Por suerte tenemos buenas noticias, ya que la empresa alemana Mahle -junto al fabricante de baterías Allotrope Energy- ha desarrollado una batería de litio-carbono que toma prestados elementos del mundo de los supercondensadores para ofrecer tiempos de carga equiparables a los del proceso de repostaje de los vehículos de combustión interna.
La solución está compuesta por un ánodo de alta velocidad que se ve en las baterías de iones de litio tradicionales, que se combina con el tipo de cátodo que se ve en un supercondensador, separado por un electrolito orgánico.
Las empresas afirman que esto aporta la enorme densidad de potencia y capacidad de carga que ofrecen los supercondensadores, combinada con la densidad de energía superior de las baterías de litio y que, la célula de litio-carbono resultante, ofrece tasas de carga rápida de hasta 20 kW.
Según el análisis realizado en una moto eléctrica de reparto de comida rápida que simulaba un área de acción de 25 km, el uso de una batería convencional de 500 Wh requeriría que los ciclomotores eléctricos se detuvieran a mitad de turno y pasaran 30 minutos recargando.
A modo de comparación, el equipo afirma que su novedoso paquete de baterías podría recargar estos vehículos en 90 segundos gracias a su velocidad de carga ultrarrápida.
Además, la batería de litio-carbono no utiliza metales de tierras raras y es totalmente reciclable, y también se afirma que no es susceptible de sufrir fugas térmicas que puedan hacer que las baterías se sobrecalienten y se destruyan. Estamos, posiblemente, ante el futuro del eléctrico.