La lengua española permite decir en voz alta un imperativo pero, sin embargo, no permite ser escrito. Os traemos una de las mayores curiosidades de nuestra lengua, la cual ha evolucionado de tal forma que hemos perdido una orden muy usada.
Todo lo que está vivo evoluciona, y pocas cosas hay más vivas que la lengua, utilizada por todos los habitantes del planeta y, en caso del español, por más de 500 millones de personas de forma nativa (más que el inglés).
Usada en 21 países como lengua oficial y siendo el tercer idioma más estudiado en todo el mundo, el español crece y evoluciona como cualquier ente vivo. Aunque eso signifiquen incongruencias como la que hoy os traemos.
En español, cuando queremos decirle a alguien que tiene que salir al paso de alguien, se le dice: sal+le. Es decir sal al encuentro de él. Su imperativo, el cual puedes decir en voz alta de forma sencilla, no se puede escribir en español.
La palabra que se puede decir, pero que no es posible escribir, según las actuales normas ortográficas: https://t.co/FJPvSjZsMY #Wikilengua pic.twitter.com/iGkiAqWKYS
— FundéuRAE (@Fundeu) April 5, 2019
Y así lo reconocer la Fundación del Español Urgente (FUNDEU), la cual en un tuit exponía el porqué de esta imposibilidad.
La razón es sencilla, siendo que la unión de las palabras «sal» y «le» dan como resultado: salle. Lo que hace que su pronunciación no tenga nada que ver con la palabra que queremos decir.
Este problema se solucionó durante años con el uso del guion, es decir, se escribía de esta forma: sal-le. Pero la RAE no permite el uso de guiones con estos fines, así que nos quedamos sin la opción de escribir, de ninguna forma, este imperativo tan usado en nuestra lengua.
#RAEconsultas Son incorrectas *«salle» y *«sal.le» para escribir el imperativo «sal» + clítico «le» https://t.co/8ZmD1uacgQ
— RAE (@RAEinforma) June 6, 2016
Para suplir esta carencia escrita, lo que propone la Real Academia Española de la Lengua es que utilicemos otras fórmulas que quieren decir lo mismo, como son: sal a su encuentro o sal al encuentro.
Sin duda, nos encontramos ante un bug moderno de la lengua española, el cual no quiere ser depurado por la mismísima RAE, que tira balones fuera y nos aconseja usar otros caminos con tal de no poner en evidencia que el español tiene taras y que son autoimpuestas.