El café es una de las bebidas más consumidas del mundo. Existen muchas formas de prepararlo. Y aquí es donde surge el dilema.
¿Qué tipo de consumidor de café eres? Existen muchas formas de prepararlo, pero las dos más utilizadas son el café soluble o instantáneo, y el café molido que hay que preparar con una cafetera.
El café soluble tiene la ventaja de que solo hay que echarlo en agua caliente, y consumirlo. No hay que prepararlo, ni esperar, ni limpiar cafeteras.
El café molido exige unos minutos de preparación y cocción (salvo el de cápsulas a presión), y luego hay que limpiar. Pero para la mayoría de los consumidores cafeteros, tiene mejor sabor y conserva mejor los aromas del café.
Más allá de los gustos, el sabor o el tiempo que disponga cada uno para prepararse un café, lo que nos interesa aquí es su valor nutricional.
¿Qué café es más sano, el soluble o el molido? ¿Cuál tiene más cafeína? La web de nutrición The Healthy nos ayuda a responder a estas preguntas.
Todo el mundo sabe cómo se prepara un café molido o en cápsula, pero mucha gente no sabe lo que es en realidad el café soluble o instantáneo.
Se trata de café molido preparado en cafetera que se deshidrata, quedando únicamente los cristales del café.
Es decir, es el mismo café que preparamos en una cafetera, pero se extrae el agua para dejar solo los cristales de café que suelen venderse en sobres o botes. Cuando volvemos a echar agua caliente sobre estos cristales de café, recuperan sus propiedades y se convierten en café líquido.
Las dos primeras diferencias son que el café soluble se conserva durante más tiempo, y es más barato.
Desde el punto de vista nutricional, la doctora nutricionista Malina Malkani explica que el café soluble y el molido son prácticamente iguales.
Ambos tienen las mismas propiedades nutritivas y efectos (buenos y malos) para la salud. Pero hay un par de diferencias importantes.
El café soluble tiene más acrilamida, una sustancia química potencialmente peligrosa que se forma en los alimentos ricos en almidón, cuando son sometidos a procesos culinarios a altas temperaturas.
Según este estudio, el café instantáneo tiene el doble de acrilamida que el molido. Este sustancia aumenta el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer, si se abusa de ella. Aunque la cantidad que se genera en el café es baja.
La otra gran diferencia está en la cafeína. Una taza de café soluble contiene 63 miligramos de cafeína, mientras que el café molido tiene 96 miligramos. Esto es porque el proceso para deshidratar el café soluble, reduce la cafeína.
La FDA considera seguro beber un máximo de 4 tazas de café molido al día, o 6 tazas de café soluble.
En resumen, nutricionalmente ambos tipos de café son iguales. El molido parece más sano al contener menos acrilamida, y el soluble tiene un 30% menos de cafeína.
¿Con cuál te quedas?