Los deportivos son sensacionales y los que vienen de Japón tienen algo que les diferencia. Por ello, aquí están nuestros deportivos japoneses favoritos.
Los coches nos gustan, si no, no estaríamos aquí. Sin embargo, hay algunos que nos apasionan más que otros y los deportivos japoneses ocupan un lugar especial en nosotros.
Por ello, os traemos una selección de nuestros deportivos japoneses favoritos.
Nissan Skyline GT-R
Recientemente hemos conocido al nuevo Nissan GT-R de 2022, pero las generaciones anteriores -aún denominadas Skyline- son quizás las más icónicas.
Concretamente, los R32, R33 y R34 han pasado a la historia por muchas razones y una de ellas es su sobresaliente motor RB26DETT.
Honda NSX
La generación actual está a punto de despedirse y probablemente le seguirá una nueva de propulsión eléctrica. Sin embargo, cuando este coche nació en 1990 se convirtió en una leyenda gracias a su espectacular diseño, su manejo y sus prestaciones.
Claro, que si el mismísimo Ayrton Senna colabora en el desarrollo, sabes que el resultado va a ser bueno.
Toyota Supra
No puedes hablar de deportivos japoneses sin hablar del Toyota Supra. Concretamente, el de los años 90 -la generación A80- en su variante Turbo es la más codiciada. Esta versión, más allá de alcanzar una gran fama por la película The Fast & The Furious, montaba el legendario motor 2JZ-GTE.
En Europa, este propulsor ofrecía 330 CV, aunque en Japón fueron 280 por un acuerdo entre marcas de aquel momento. Aun así, sus numerosas posibilidades de personalización lo convirtieron en un bloque muy aclamado incluso en la actualidad.
Toyota AE86
Vale, no os alteréis aún. Estamos hablando de coches con mucha potencia y unas prestaciones sensacionales en su momento, pero los deportivos también se caracterizan por su diversión y en eso este coche es un experto, aunque no fuese a batir ningún récord de velocidad.
Lanzado en los 80 con variantes Trueno -con faros escamoteables- y Levin, este Corolla de enfoque deportivo es ya un coche emblemático. Sí, contaba apenas con 130 CV en su motor 4AGE, pero su falta de ayudas a la conducción y su tracción trasera hacían que conducirlo fuera una experiencia pura e inolvidable. Es actualmente un Toyota muy querido -y codiciado en España- y toda una leyenda del drift.
Mazda MX-5
Al igual que sucede con el AE86, no todo depende de la potencia. Si no, que se lo pregunten a uno de los roadster más exitosos del mercado. Lanzado en 1989 y conocido también como Miata, este pequeño Mazda ha triunfado principalmente gracias a las sensaciones que transmite al volante.
Con motores que nunca han ofrecido unas cifras astronómicas de potencia –115 CV en su primera generación y hasta 184 CV en la actual-, su seña de identidad siempre ha sido la diversión de su manejo. Por ello, sigue siendo uno de los mejores coches para los amantes de la conducción.
Mitsubishi Lancer Evolution
Llegó al mercado en los años 90 y, aunque ya hace años que dejó de comercializarse, sigue siendo una de las mejores creaciones de Mitsubishi.
Se trataba de una variante más deportiva del Lancer y, con su motor turbo y su tracción integral, se sentía casi como un coche de rally traído a las carreteras convencionales.
Subaru Impreza WRX STI
Sin duda, el rival más directo del Lancer fue el Impreza WRX STI. También llegó en los 90 y fue un coche más enfocado al mundo de los rallies, pero sus versiones de calle eran sensacionales.
Con tracción integral y motor bóxer, siempre ha sido difícil elegir entre este Subaru o el Lancer Evolution. En la actualidad sigue a la venta, aunque ya sin el apellido ‘Impreza’.
Mazda RX-7
Toda una leyenda de los motores rotativos de Mazda. El RX-7 es uno de esos coches aclamados por los entusiastas del automovilismo JDM, especialmente sus generaciones FC y FD.
Esta última estuvo a la venta hasta la primera mitad de los 2000 y llegó a ofrecer 280 CV, lo que lo convertía en un modelo muy emocionante.
Nissan Fairlady Z
Conocemos el 240 Z, el 300 ZX, el 350 Z, el 370 Z… Pero todos ellos son conocidos en Japón como Fairlady Z. Este deportivo llegó al mercado en los años 60 y ha sabido evolucionar con el paso de los años manteniendo su carácter.
Ahora se ha presentado su nueva generación, con motor gasolina y cambio manual, pero que de momento no llegará a Europa.
Mitsubishi 3000GT
No obtuvo la fama de algunos de sus competidores, pero sigue siendo un gran coche. Llegó en los 90 y se trataba de un modelo con tracción total, dirección en las cuatro ruedas, suspensión adaptativa e incluso un sistema de aerodinámica activa. Puede sonar a coche actual, pero solo se trata de uno que estaba adelantado a su tiempo.
Sin duda, era un coche peculiar que llegó a montar un motor V6 biturbo con hasta 285 CV, una cifra que aumentó hasta los 320 CV años después. Incluso tuvo un hermano gemelo en los Estados Unidos: el Dodge Stealth.
Este artículo fue publicado en Top Gear por Sergio Ríos.