La historia del Lamborghini LM002 empieza con un intento de vehículo militar que se convirtió en un mastodonte para uso civil.
Se señala al Lamborghini Urus como el primer SUV de la marca italiana y la verdad es que es cierto, pero no es el primer modelo con el que la firma se salió de su línea habitual y tanteó como sería salir del asfalto. Ese título le corresponde al Lamborghini LM002 y ésta es su historia.
Como suele ocurrir en los casos en los que una marca hace algo inesperado, este movimiento se debió a una situación de crisis. En plena década de los años 70, la crisis del petróleo estaba dejando en una situación inestable a Lamborghini, así que el fabricante tuvo que ampliar sus mirar y buscar otros lugares en los que sacar dinero.
El camino elegido fue el de crear un vehículo militar, ante una oferta del ejército estadounidense, que buscaba nuevos transportes de tropas.
El resultado fue el Lamborghini Cheetah, una mole que supera las dos toneladas de peso, ofrecía espacio para cuatro soldados y su equipo, y montaba un motor 5.9 V8 de 180 CV asociado a una caja de cambios automática de tres velocidades.
Sin embargo, cuando fue presentado ante el ejército de EE.UU. se quedó muy lejos de cumplir con sus expectativas, lo que hizo que el contrato acabara en manos de AM General y su High Mobility Multipurpose Wheeled Vehicle, que acabaría convirtiéndose en el Hummer que todos conocemos.
Lo bueno es que dentro del fracaso que supuso, el coche despertó interés en Oriente Medio, algo que Lamborghini aprovechó transformándolo en el LM001, presentado en 1981, con un diseño actualizado, un enfoque civil y manteniendo un motor de 180 CV.
Fue la piedra de toque a la que siguieron otros dos prototipos más (LMA002 y LM004) hasta que se creó el LM002 definitivo.
Éste vio la luz en 1986 como un todoterreno muy capaz que también tenía un comportamiento bastante aceptable sobre el asfalto. Era, a todas luces, un mastodonte: 4,86 metros de largo, 2 metros de ancho, 1,85 metros de alto y un peso de nada menos que 2.700 kilos.
Para moverlo con relativa soltura hubo que recurrir al motor 5.1 V12 de 450 CV y 500 Nm que montaba el Countach, aunque en el Lamborghini LM002 solo permitía una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos y una velocidad máxima de 188 km/h, aunque sobre arena al menos en teoría también podía llegar a los 160 km/h.
Como dato curioso, tenía un descomunal depósito de 290 litros de capacidad, algo que puede parecer una locura, pero que teniendo en cuenta el consumo medio de unos 30 l/100 kim, tampoco lo es tanto: podía recorrer casi 1.000 kilómetros.
Se fabricaron poco más de 300 unidades del Lamborghini LM002, lo que hace que a día de hoy sea una pieza bastante exclusiva con bastante valor entre los coleccionistas.
Este artículo fue publicado en Autobild por Mario Herráez.