La lluvia, el viento y otros agentes naturales, unidos a productos químicos no aptos para la madera, tienden a deteriorarla y acortar su vida útil.
La madera es ese material que no falta en ninguna casa, ya sea en forma de mueble, objeto de decoración o incluso en el suelo en forma de parquet.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la madera se acaba estropeando, pues si está en el exterior, la lluvia, el viento y otros agentes naturales la deteriorarán mucho más que si se encuentra en el interior de casa.
Además, puede que generalmente uses limpiacristales o cualquier otro producto similar para quitarles el polvo sin pensar en que quizás estos no sean los más adecuados.
Por eso, es importante prestarle un mínimo de atención para que te dure muchos años en las mejores condiciones posibles.
Si tu madera está reseca y sin brillo, un truco muy sencillo es encerarla a menudo, pero no te olvides de deshacerte de los restos de cera frotando con un trapo mojado con una mezcla casera de medio vaso de vinagre y medio vaso de agua.
Si quieres que quede muy brillante, pásale un paño de lana.
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Otra situación a la que puede que te tengas que enfrentar es que tu mueble de madera tenga un golpe. En ese caso, pon un paño de algodón mojado sobre la zona y pon la plancha caliente sobre él. Repítelo varias veces hasta que dejes de ver el golpe.
Por otro lado, la pesadilla de muchos padres son los rayones provocados por sus hijos en muchos objetos de madera. Al ser tan pequeños, no son conscientes del cuidado que estos necesitan, por lo que la solución es aplicar vaselina y dejarla reposar durante un día completo y luego encerar.
Además, el no usar posavasos también tiende a destrozar mesas de madera y a rayarlas, por lo que procura utilizarlos y si son de madera, muchísimo mejor.
Deja a un lado los posavasos de metal o plástico, ya que estos podrían ser contraproducentes al provocar humedades e incluso derretirse encima con el calor.
El otro enemigo de la madera es el moho. Aparece de repente y, a veces, es muy complicado de eliminar, pero un truco muy útil es aplicar amoniaco puro diluido con agua en la zona y tras mucho frotar, verás que va desapareciendo.
Sin embargo, si crees que no puedes recuperar tu objeto o mueble de madera por ti mismo, o está muy dañado, siempre puedes acudir a un profesional.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Yaiza García García.