El plástico no sólo está inundando los océanos, sino que también se está acumulando en la tierra. Desde los años 50, el lavado de la ropa ha provocado la liberación de al menos 5,6 millones de toneladas de microfibras sintéticas, la mitad sólo en la última década.
Durante años, las microfibras sintéticas presentes en la ropa se han estado filtrando al medioambiente a través de las lavadoras, que descomponen estos pequeños contaminantes.
Nuevas estimaciones revelan que casi tantas microfibras sintéticas se están acumulando en la tierra como las que se filtran a mares y océanos, según un nuevo estudio publicado en PLOS One del que informa Science Alert.
Desde que comenzase a mediados de los años 50 la producción en masa de microfibras sintéticas, como el poliéster y el nylon, el lavado de la ropa ha provocado la liberación de al menos 5,6 millones de toneladas de microfibras sintéticas, la mitad sólo en la última década.
El alcance real de ese problema es casi imposible de conocer, ya que muchas regiones no cuentan con información detallada sobre el tratamiento de las aguas residuales. Aún así, esta es una de las estimaciones más precisas hasta la fecha para entender el problema.
Cuando estos microplásticos quedan atrapados en las instalaciones de tratamiento de aguas residuales de una ciudad, generalmente se convierten en biosólidos, que se utilizan como tierra o fertilizante. El resto va a los vertederos, se incinera, o de otra manera termina en el océano.
Aunque la contaminación plástica en los océanos ha recibido mucha atención en los últimos años, este no es el único lugar donde se acumula
Pese a la limitación de los datos, este nuevo análisis revela que poco menos de la mitad de todas las microfibras sintéticas terminan en la tierra, ya sea en la superficie (1,9 millones de toneladas) o en vertederos (0,6 millones de toneladas). Mientras tanto, los océanos reciben casi 2,9 millones de toneladas.
A medida que las existencias de ropa crecen en todo el mundo y más personas adquieren lavadoras, estas cifras sólo van a aumentar.
Además, los autores creen que estos microplásticos podrían regresar a la tierra desde el mar y aún no están claran sus consecuencias sobre los cultivos, la salud o los animales.
Los estudios han demostrado que estas microfibras sintéticas pueden retener sus formas fibrosas en el medioambiente terrestre durante más de 15 años, por lo que es necesaria la prevención, según la directora del estudio.
Los autores no creen en la posibilidad de eliminar estos microplásticos en las plantas de tratamiento de aguas residuales. En su lugar, sugieren el cambio a tejidos más ecológicos y el rediseño de las lavadoras para filtrar mejor las microfibras.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Andrea Gómez Bobillo.