Orlando. [AFP]. Ausente diez días por el COVID-19, el presidente Donald Trump volvió este lunes a la palestra de la campaña electoral en Florida, asegurando que está en “plena forma” a tres semanas de los comicios que lo medirán al demócrata Joe Biden.
“Lo tuve y ahora dicen que estoy inmunizado”, lanzó el mandatario estadounidense de 74 años ante una multitud de miles de seguidores, en la que pocos llevaban tapabocas. “¡Me siento poderoso!”
“Voy a caminar en esta multitud (…) besaré a todo el mundo, besaré a los hombres y las magníficas mujeres”, añadió entre risas.
El equipo médico de Trump anunció que había dado negativo a COVID-19 y que no era contagioso poco antes de su viaje a Florida, el primero de cuatro estados claves que planea visitar esta semana para intentar reducir la ventaja de Biden en los sondeos, en la recta final hacia las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 3 de noviembre.
Exhibiendo una ímpetu innegable, una semana después de salir del hospital, Trump se paseó por los temas habituales de su campaña: la “tramposa” Hillary Clinton y la prensa “corrupta”, y advertencias alarmistas contra la “izquierda radical” y la “pesadilla socialista”.
También lanzó dardos mordaces contra su rival, al que llama “Joe, el Dormilón”, asegurando que no atrae a “casi nadie” en sus actos.
Biden, que no participa de ningún acto masivo desde hace meses, insistiendo en la necesidad de respetar las consigas de las autoridades sanitarias, presentó sus propuestas económicas en Ohio este lunes.
“Hace cuatro años…”
“Adoro Florida”, dijo Trump en este estado que podría nuevamente jugar un papel crucial en las elecciones.
El presidente desestimó las encuestas: “Hace cuatro años era parecido, decían que íbamos a perder Florida”. “¡En 22 días vamos a ganar este estado y a ganar cuatro años más en la Casa Blanca!”.
En su regreso al ruedo electoral, Trump intentó galvanizar su base de votantes jactándose de haber elegido a la magistrada conservadora Amy Coney Barrett para ocupar un puesto vacante en la Corte Suprema.
El Senado, controlado por los republicanos, llevó adelante este lunes la audiencia de la jueza de 48 años, cuya confirmación, prácticamente garantizada, inclinará hacia el lado conservador el máximo tribunal del país por las próximas décadas.
“Va a ser una jueza fantástica”, predijo.
“Más irresponsable”
La actitud desafiante del mandatario estaba presente antes de salir de Washington.
A su salida de la base militar Andrews, cerca de la capital, el presidente estadounidense no portaba mascarilla, a diferencia de los agentes del Servicio Secretos encargados de su seguridad.
Poco antes del despegue del Air Force One, el médico de la Casa Blanca, Sean Conley, afirmó, en un comunicado, que Trump había dado negativo para COVID-19 “en días consecutivos” a través de una prueba rápida.
Estas pruebas llamadas antigénicas son generalmente menos sensibles que las pruebas moleculares tradicionales (PCR).
La cuestión de la inmunidad al COVID-19 aún no está clara, ya que los expertos desconocen con precisión su duración o el nivel de protección que ofrecen los anticuerpos.
Según un estudio divulgado el martes en la revista médica The Lancet Infectious Diseases, un estadounidense se infectó dos veces de COVID-19 en un mes y medio de intervalo y la segunda infección fue más grave que la primera, el quinto caso de reinfección registrados hasta ahora en el mundo.
Cuando Estados Unidos se acerca a los 215.000 fallecidos por el virus, Biden arremetió contra la gestión de Trump al inicio de la crisis.
“Trump sabía cuán peligrosa la enfermedad era pero no hizo nada”, dijo Biden. “¿Por qué no nos advirtió?”.
“Su irresponsable conducta personal desde su diagnosis ha sido inconcebible”, añadió. “Mientras más tiempo Donald Trump es presidente, parece hacerse más irresponsable”.
Biden en estados clave
Además de Florida, Trump irá esta semana también a Pensilvania, Iowa y Carolina del Norte para intentar recortar distancia con Biden, que lleva una ventaja por cifras de dos dígitos en el promedio nacional de encuestas según el sitio RealClearPolitics.
El mandatario ganó esos cuatro estados en 2016, pero marcha detrás de Biden en los cuatro este año, según un promedio del mismo sitio.
El demócrata lo aventaja por un margen escueto en Iowa y Carolina del Norte, según RealClearPolitics, pero lidera por ventajas más sustanciales en Florida y Pensilvania, con 3,7 puntos porcentuales y 7,1, respectivamente.