La mítica fotografía Almuerzo en lo alto de un rascacielos, tomada el 20 de septiembre de 1932 en Nueva York, apareció publicada en el periódico New York Herald-Tribune el 2 de octubre de 1932. Esos son prácticamente los dos únicos datos veraces que conocemos de una de las fotografías más vistas y más vendidas de la historia.
Una imagen que no solo impacta por su fuerza visual y su anacronismo: hoy en día sería imposible de captar, ya que se consideraría suicida. Tiene también una importante carga de simbolismo. En plena época de la Gran Depresión, se ha usado como un símbolo del renacimiento de Estados Unidos, y del mundo entero.
Es una fotografía llena de secretos. ¿Quién hizo la foto? ¿Quiénes son las personas que aparecen en ella? ¿Es un posado con modelos, o realmente son trabajadores que estaban almorzando en la viga? ¿De verdad están suspendidos a 260 metros de altura sin protección? Vamos a tratar de desvelar todos estos secretos, y algunas curiosidades.
El nombre oficial de la fotografía es Lunch Atop A Skyscraper, que se puede traducir como Almuerzo en lo alto de un rascacielos, o Almuerzo en el rascacielos.
En contra de lo que mucha gente cree, no es una fotografía de la construcción del Empire State. Es un error bastante común que se ha colado en algunos escritos.
La fotografía más famosa de la historia
La foto no tiene truco
Lo primero que hay que saber, es que no tiene ningún tipo de truco ni efecto especial. Las personas que se ven en la imagen están realmente sentadas en la viga colgados a gran altura, sin ningún tipo de protección.
Es una de las razones por las que nos impacta hoy en día. Los grandes rascacielos de Nueva York construidos en los años 20 y 30 del pasado siglo se levantaron sin apenas protección para los trabajadores. Aunque no hay cifras oficiales porque se ocultaban, los accidentes mortales eran frecuentes.
Es una foto publicitaria
El primer secreto que hay que desvelar, es que no se trata de una foto espontánea. Es una foto publicitaria que se tomó para promocionar el edificio que estaban construyendo.
Pero eso no le quita ningún mérito a la captura. Los hombres que aparecen son trabajadores reales de la obra y como decimos no llevan ningún tipo de protección. Ningún actor o modelo podría haber mostrado esa naturalidad y despreocupación mientras están sentados en una viga suspendidos a 260 metros del suelo. Eran albañiles experimentados acostumbrados a las alturas, que llevaban años levantando el edificio ya casi terminado.
30 Rockefeller Plaza
El rascacielos que estaban construyendo es uno de los más míticos de Nueva York. Se trata del edificio RCA en el Rockefeller Center, que en 1988 pasó a llamarse Edificio GE, tras la compra de RCA por General Electric, y en 2015 se renombró a Comcast Building.
Es un rascacielos de estilo Art Decó que se terminó de construir en 1933, apenas unos meses después de tomar la foto. Con sus 260 metros y 70 pisos, fue uno de los más altos de Nueva York. La foto se tomó en el piso 69.
Actualmente es el rascacielos de Nueva York número 28 en altura. La Torre World Trump, perteneciente al Presidente de los Estados Unidos Donald Trump, le supera por dos metros.
Comcast Building es famoso por ser la sede mundial de la NBC, la famosa cadena de televisión norteamericana, y de la Corporación de Radio Americana (RCA).
En su interior se han rodado programas de televisión míticos como Saturday Night Live, NBC Sports, o The Tonight Show Starring Jimmy Fallon.
Su ubicación, el número 30 de la Rockefeller Plaza, dió nombre a la famosa sitcom 30 Rock, conocida en España con el nombre de Rockefeller Plaza, y protagonizada por Tina Fey y Alec Baldwin. Las escenas en exteriores están rodadas en las afueras del rascacielos.
Fotógrafo ¿anónimo?
Pese a ser una de las fotografías más populares de la historia, y también una de la que más dinero ha generado, no se conoce a su autor.
En los años 30 los fotógrafos de los periódicos no tenían ningún tipo de reconocimiento. Eran simples trabajadores anónimos que se encargaban de hacer fotos para complementar la noticia, pero no se les daba ningún valor. Solo algunos fotógrafos a sueldo de los periódicos veían su nombre junto a la foto, algo que no ocurría con los que enviaban las agencias de noticias, como es el caso.
Durante 70 años estuvo catalogada como foto anónima, pero en 2003 la familia del fotógrafo Charles Clyde Ebbets aportó pruebas que parecen confirmar que él es el autor original.
Charles Clyde Ebbets era el Director Fotográfico de Rockefeller Center, hay fotos suyas junto a los trabajadores de la imagen original, conservaba un negativo en cristal, tenía la foto en su despacho y recortes de prensa sobre ella en su diario, y tiene otras fotos muy similares, además de otras pruebas confirmadas.
No se puede confirmar al 100% que la foto es suya, pero parece lo más probable. Nadie más ha reclamado la autoría. Puedes ver una parte de la colección de fotos de Ebbets en su web oficial Ebbets Photo-Graphics.
Pese a todo la Agencia Corbis, que poseía los derechos de la imagen, la sigue calificando como foto anónima, porque existen fotos con los mismos trabajadores en otras poses tomadas por otras agencias, por lo que parece que había varios fotógrafos haciendo fotos ese día en el mismo lugar.
¿Quiénes son los trabajadores?
Al igual que ocurrió con el fotógrafo, el New York Herald-Tribune tampoco documentó la identidad de los trabajadores que aparecen en la mítica fotografía.
La realidad es que, probablemente, ni siquiera la empresa que los contrató la conocía. Los rascacielos de Nueva York de principios de siglo fueron construidos por inmigrantes que cobraban una miseria por un trabajo tan peligroso, sin apenas seguridad, como se puede ver.
Más de 40.000 personas trabajaron en la construcción del Edificio RCA y otros rascacielos de la Rockefeller Plaza.
Aunque docenas de esos trabajadores aseguraron estar en la foto cuando se hizo famosa, solo se ha podido demostrar la identidad de tres de ellos.
El documental irlandés Men at lunch, identifica a dos inmigrantes irlandeses. El tercero por la izquierda es Joseph Eckner, y el tercero por la derecha, Joe Curtis. Los pudo identificar porque se encontraron otras fotografías tomadas el mismo día, en donde sí aparecía su nombre.
El primer hombre por la derecha es un trabajador eslovaco llamado Gustáv Popovič. En 1932 envió una postal a su esposa con la foto, en donde decía: «No te preocupes querida Mariška, como puedes ver aún tengo la botella«. Es el único trabajador que tiene una botella en la mano.
El Museo Nacional Indio Americano también asegura haber reconocido a tres nativos indios en la foto. Pero se basa en testimonios de sus descendientes, y no hay pruebas concluyentes.
El negativo original
¿Qué ocurrió con la fotografia original?
Las cámaras profesionales de aquella época guardaban los negativos en cristal, en lugar de en papel fotográfico. Este negativo original, que puedes ver en la foto superior, se rompió en varios trozos. Por suerte antes de que ocurriera se crearon varias copias de alta calidad, que son las que se utilizan en las reproducciones.
Este negativo original estaba almacenado en el archivo Bettmann, que formaba parte del archivo Acme Newspictures, que fue adquirido por la agencia Corbis en 1995. A su vez lo vendió a Visual China Group en 2016. Sus fotos se pueden encontrar en Gettyimages.
Estaba guardado en una cueva
El negativo original, junto con millones de fotos, documentos antiguos y otro material valioso del archivo Corbis, se guardaban en una cueva de seguridad en el interior de la Montaña de Hierro, en Pensilvania, en donde se conservan a una temperatura constante.
Una de las fotos más rentables
Según explica Mentalfloss, Almuerzo en lo alto de un rascacielos es la foto más vendida de todo el archivo Corbis en toda su historia, mientras la tuvo en su poder. Vendió una media de 100 copias al mes, durante más de 10 años.
¿Realmente estaban a 260 metros de altura?
Como hemos mencionado, la foto no está trucada, y los 11 hombres estaban realmente subidos a la viga, que sobresalía del rascacielos a una gran altura, como se puede deducir por el fondo.
Pero la captura no muestra lo que hay justo debajo de la viga. Teniendo en cuenta la gran cantidad de fotos de la época con una puesta en escena similar, y la tranquilidad que demuestran los trabajadores, algunos expertos en fotografía creen que en realidad debajo de la viga podría haber un suelo terminado, que amortiguaría una posible caida. Pero no se puede demostrar.
Quién podía saberlo, se llevó el secreto a la tumba…