A principios de año LG anunciaba la llegada de los nuevos paneles OLED EVO con un hasta un 20% más de brillo. Sin embargo, esos paneles se han reservado para las gamas superiores, y el LG OLED C1 que vamos a analizar se queda con la miel en los labios ya que mantiene los paneles de 2ª generación.
Entonces, ¿Qué diferencia hay entre un LG OLED C1 y el LG OLED CX que analizamos aquí hace algunos meses? Pues lo cierto es que no faltan cambios y mejoras en este nuevo modelo. Desde un nuevo procesador más eficiente, a cambios en el mando a distancia o el estreno de la nueva versión de su sistema operativo.
En este análisis descubriremos que, aunque a simple vista estos cambios pueden no ser apreciables, basta con darle al botón de encendido para descubrir que los 1.499 euros que cuesta este modelo están justificados por una buena calidad de imagen y sonido.
LG CX OLED 48 pulgadas | |
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Dimensiones | 107,1 x 61,8 x 4,69 cm (sin peana) | 107,1x 65 x 25,1 cm (con peana) |
Peso | 18,9 kg (con peana) / 14,9 kg (sin peana) |
Tipo y tamaño de pantalla | OLED TV | 48 pulgadas | UHD 4K (3.840 x 2.160 píxeles) |
Procesador de imagen | α9 Gen4 con AI |
Formatos HDR | HDR Dolby Vision IQ, HDR 10 Pro, HLG Pro, HDR Effect |
Control por voz | Desde el mando a distancia |
Sonido | Sistema con 2.2 canales | 40 W RMS | Dolby Atmos |
Domótica | ThinQ | Asistente de Google | Alexa | HomeKit |
Consumo | 142 W (Máximo) |
Conexiones | 4 x HDMI 2.1 | 3 x USB 2.0 | LAN | Salida óptica digital | CI | Coaxial TDT | Satélite| WiFi 5 (802.11ac) | Bluetooth 5.0 | AirPlay 2 |
Precio | 1.499 euros |
Resumen del análisis del LG C1 OLED de 48” por apartados:
Nueva versión que estrena acabados y mando a distancia, aunque resultan familiares
Puestos uno junto al otro, te resultaría realmente complicado diferenciar un LG OLED C1 de un OLED CX del año pasado ya que ambos televisores son prácticamente idénticos en su diseño. Mismas dimensiones de 107,1x 65 x 25,1 cm para el modelo de 48 pulgadas que estamos analizando y mismo diseño esbelto que desafía a la gravedad dejando el panel expuesto en su tercio superior.
La peana inclinada que eleva el televisor del mueble también es la misma que montaba el OLED CX, pero aquí es donde empezamos a notar los cambios ya que este año viene un nuevo acabado con la peana con un elegante acabado en acero cepillado que mantiene el logotipo de la marca en una de las esquinas.
Entre la pantalla y la peana encontramos el único botón físico que queda oculto bajo la pantalla y permite realizar funciones básicas como apagar o encender el televisor, cambiar el volumen o la fuente de entrada sin depender del mando a distancia.
Si nos vamos a la trasera, el cambio en su aspecto es definitivo luciendo un acabado en blanco que aporta un aire fresco y diferenciador en un mercado lleno de televisores grises con traseras aburridas.
El televisor dibuja el mismo perfil afilado de su antecesor en el que una plancha de metal protege el panel desde la trasera y le aporta rigidez. Dos tercios de la trasera queda ocupado por un saliente de 4,5 cm en el que se concentran todos los componentes y electrónica del televisor.
Es aquí donde se encuentran las conexiones divididas en dos apartados con distintos conectores de forma que aquellos que no necesitan tanta accesibilidad, como la toma de antena o el conector Ethernet quedan orientados hacia la trasera, mientras que los que requieren más accesibilidad, tales como los HDMI o los USB quedan orientados hacia el lateral.
Es una pena que, con una trasera tan cuidada, la gestión de cables haya quedado limitada a una simple tapa en la parte central de la peana. Por lo que quedan visibles desde el conector hasta esta tapa formando una maraña.
LG Magic Remote también ha evolucionado en el esta nueva generación. El mando en sí conserva su esencia y ergonomía, pero ha abandonado un poco su forma ovalada para hacerse algo más rectangular y ha cambiado algunos de sus botones que ahora también son más redondeados.
Mantiene la misma distribución situando los botones numéricos en la parte superior, los controles de navegación, con la peculiar tecla circular y su ruleta en el centro y los controles de reproducción y contenido en la parte inferior.
Es en esta zona inferior donde más novedades encontramos con la incorporación de nuevos botones de acceso directo a Rakuten TV y Disney+ que se suman a los de Netflix y Prime Video. En este conjunto de accesos también se integran dos botones adicionales para invocar a los asistentes de voz de Google y Alexa.
Se sacrifican los botones de Play y Pause, algo que hace que la experiencia de uso no sea tan intuitiva ya que esa función la asume la tecla de la ruleta que no siempre responde a la primera.
Además de su vinculación por Bluetooth, con el rediseño se le ha incorporado NFC que permite una interacción más sencilla con el smartphone. Por todo lo demás, el LG Magic Remote sigue siendo igual de cómodo de usar.
No hay nuevo panel, pero el procesador Alpha 9 gen 4 marca la diferencia
El OLED C1 de 2021 calca punto por punto las especificaciones del panel con respecto al modelo del año pasado.
Hablamos de una pantalla de 48 pulgadas OLED con resolución 4K UHD (3.840 x 2.160 píxeles) con una profundidad de color de 10 bits y un amplio soporte para distintos estándares HDR entre los que no se encuentra el HDR10+ que repite su ausencia en el modelo de este año.
No obstante, la principal diferencia la encontramos en la nueva forma de gestionar este panel que proporciona el Alpha 9 de 4ª generación, el procesador de imagen más potente de la firma surcoreana.
Dado que los paneles EVO se han reservado para los modelos de gamas superiores, el nivel de brillo se mantiene exactamente en el mismo punto que la generación anterior, lo cual no son malas noticias ya que se parte de una buena base. En nuestras mediciones se han alcanzado picos de hasta 780 luxes, lo cual se equipara con los resultados que obtuvimos en su antecesor.
No obstante, el rendimiento del nuevo procesador al gestionar el contenido en HDR mejora los resultados mostrando imágenes más vívidas y con un mejor control de los colores. Destaca, sobre todo, el rendimiento en contenidos compatibles con Dolby Vision en los que realmente se aprecia mejora con respecto al modelo de 2020 con una imagen vibrante y llena de detalle que se acentúa con un espectacular control del contraste.
Los nuevos algoritmos de procesado que utiliza el Alpha 9 Gen 4 logran definir mejor los objetos principales de la imagen y separarlos del fondo para dar más profundidad a las imágenes haciéndolas más naturales a nuestros ojos.
Cuando uno accede al menú de perfiles de color puede tener la sensación de que, con cada nueva generación, crece el número de perfiles. Lo cierto es que estos perfiles son la forma más sencilla y optimizada para conseguir la mejor calibración de color para cada tipo de contenido.
De nuevo los perfiles de color disponibles en el menú de Imagen son imprescindibles para aprovechar al máximo el potencial de este televisor con los contenidos de distintas temáticas. Por ejemplo, para los programas de televisión y concurso, el modo Estándar actúa como todoterreno que realza la viveza de los colores sin sobresaturar los tonos de piel, aunque sí es cierto que estas tienden a mostrarse con un color algo más cálido.
Para los contenidos cinematográficos la oferta de perfiles es más variados ya que depende de si los contenidos son compatibles con HDR o no e incluso de factores externos como la iluminación de tu salón en ese momento pudiendo elegir perfiles de Cine en casa para Dolby Vision para habitación iluminada o en penumbra ayudados por los perfiles calibrados por ISF (Imaging Science Foundation).
Filmmaker mode o Cine son los modos de referencia para los aficionados al celuloide aportando la calidez típica de las salas de cine que muestra el contenido con la calibración más cercana a lo que el creador del contenido estableció.
Contar con un panel de 120 Hz nativos contribuye a que las imágenes se aprecien más nítidas en general, pero si a eso se le añaden nuevos algoritmos de mejora del movimiento, el resultado es espectacular y sin que se aprecie una pérdida de brillo sustancial gracias a funciones como OLED Motion Pro que permite la inserción de fotogramas en TruMotion para mejorar la nitidez en las escenas de acción.
Con el OLED CX la firma surcoreana ya hizo un importante esfuerzo para ofrecer la mejor calidad de imagen a los usuarios de consolas y PC gaming de última generación siendo una de las pocas marcas en ofrecer soporte HDMI 2.1.
En el OLED C1 ese esfuerzo va un poco más allá creando un apartado dentro de los menús llamado Optimizador de juegos en el que se concentran los ajustes específicos para la configuración de la respuesta del televisor al conectarle un dispositivo gaming.
Siguiendo los pasos del CX, el C1 toma el testigo en juegos ofreciendo soporte HDMI 2.1 en sus cuatro puertos que admiten 4K a 120Hz y VRR, incluidos Nvidia G-Sync para gráficas Nvidia y AMD FreeSync. La incorporación de ALLM integrado cambia automáticamente al modo Optimizador de juegos de baja latencia cuando se detectan consolas compatibles.
Desde el Optimizador de juegos puede seleccionarse el tipo de juego entre 4 modos para adaptar la configuración del televisor a las necesidades de cada modo adaptando el estabilizador de negros y blancos o la interpolación de movimiento para crear movimientos más nítidos sin que ello afecte a la latencia de entrada que se sitúa por debajo de los 10,5 ms.
WebOS 6.0 aporta nuevas mejoras, pero mantiene unos ajustes algo caóticos
Una de las novedades que aportan los modelos de 2021 de LG es la actualización de su sistema operativo y plataforma de smartTV con WebOS 6.0.
La intención de LG en esta nueva versión es la de acercar el contenido de las distintas plataformas al espectador, de forma que este no tenga que ir peregrinando de plataforma de streaming en plataforma buscando el más interesante de cada una de ellas.
Sobre el papel la idea suena genial, pero la realidad es que LG ha cambiado una barra de inicio limpia y minimalista que solo ocupaba el tercio inferior y no interfería con lo que estabas viendo en ese momento, por una a pantalla completa.
Esta pantalla está estructurada en distintos apartados en los que se muestra contenido de interés para el usuario, como la información meteorológica, o de dispositivos conectados, así como recomendaciones de contenido destacado de las plataformas cuyas apps están instaladas en el televisor.
Bajando un poco más en esta interfaz se muestra la lista de aplicaciones instaladas y el apartado de fuentes externas conectadas.
Los menús de configuración también han tenido su dosis de rediseño manteniendo el orden anterior, pero con un nuevo estilo que apuesta por el fondo gris en forma de caja, en lugar de los paneles desplegables traslúcidos.
A pesar de ese cambio, el uso de estos menús no termina de ser intuitivo y, en muchas ocasiones, el usuario se ve expulsado del menú en el que es encontraba a una caja independiente desde el que se ajusta el parámetro de imagen o sonido, lo que crea un cierto desconcierto al usar su interfaz.
La tienda de aplicaciones de LG continúa haciendo gala de su buena salud donde el usuario puede encontrar las apps de contenido y juegos más importantes.
Esta nueva versión del sistema operativo mantiene su excelente conectividad con dispositivos externos haciendo especial hincapié en la conectividad con el smartphone, facilitado en gran medida por la integración de NFC en el mando a distancia.
Además, permite controlar otros dispositivos externos desde el Magic Remote como decodificadores de TV, barras de sonido, etc. con una sencilla configuración.
Sin dejar de lado esta buena conectividad con dispositivos externos en el contexto del salón, destacar la incorporación de una función que permite enviar el audio del televisor a varios dispositivos Bluetooth simultáneamente, de forma que, por ejemplo, puedes conectar dos auriculares Bluetooth para disfrutar de tus series favoritas al acabar el día sin molestar a otros miembros de la familia que ya duermen.
La integración de los asistentes de voz se consolida con la presencia de tres botones dedicados a ellos en el mando a distancia, aunque no se mejoran sus funciones que ya mejoraron en el CX.
La AI de sonido no aporta nada, pero el resto sí merece la pena
En los últimos años se ha evolucionado mucho en los sistemas de sonido integrado en los televisores y los potentes procesadores que se han integrado en los televisores OLED han sido los principales responsables de la impresionante mejora en el gestión del audio en estos dispositivos.
El OLED C1 cuenta con un sistema de sonido 2.2 que entrega una potencia total de 40 W. Potencia más que considerable teniendo en cuenta la delgadez de su perfil.
Las versiones anteriores de este televisor ya incluían un sistema de calibración del sonido con inteligencia artificial para ayudar a los usuarios a optimizar el sonido y adaptarlo a su salón.
El sonido está orientado hacia la parte inferior donde, al estar ligeramente elevado por la peana, permite proyectar el sonido hacia el espectador creando una escena sonora amplia que consigue separar el audio y, por ejemplo, posicionar la dirección en los diálogos. Aun así, la emulación del sonido envolvente no consigue posicionar los objetos sonoros con precisión y se mantienen en el plano frontal.
Al igual que en los perfiles de imagen, en el apartado Sonido contamos con distintos perfiles de sonido. Desde el Estándar que actúa como un modo “todoterreno”, a perfiles más específicos como Clear Voice Pro que da preferencia a los diálogos, Música, Deportes, Cine o un modo avanzado en el que se emplea inteligencia artificial llamado AI Sound Pro.
Tenemos una relación amor-odio con este modo Ai Sound Pro, ya que sí es cierto que mejora la respuesta dinámica del sonido, pero muestra un resultado muy inconsistente en función del contenido. Mientras en unos contenidos presenta un buen equilibrio de sonido entre diálogos y efectos sonoros, en otros el sonido ambiente se come los diálogos y los diluye haciendo que pierdan claridad.
Un OLED TV espectacular que trata igual de bien a los fotogramas que a los píxeles
La gama C de LG es una de las más importantes para la compañía ya que las tres versiones anteriores de estos modelos consiguieron posicionarse como la mejor alternativa por calidad y precio.
El TV OLED C1 se mantiene en esta senda presentándose como un auténtico todoterreno que puede con todo. No destaca especialmente por su excelencia en la calibración de color, pero no falla; no destaca por su brillo, pero lo usa de forma inteligente con resultados espectaculares; no tiene el mejor procesado de movimiento, pero los resultados son muy buenos.
Tener un comportamiento tan estable en la mayoría de apartados lo convierten en un acierto asegurado para cualquier perfil de usuario. Si a esto le añadimos el buen rendimiento en el apartado del gaming, obtenemos un producto redondo que ofrece buena capacidad de respuesta tanto para ver contenido de televisión, cine o para juegos.
Obtener este buen equilibrio por 1.499 euros para el modelo de 48 pulgadas que estamos analizando es un motivo de peso para apostar por el OLED C1 para convertirse en el centro de entretenimiento del hogar.
Esta nueva generación no representa una revolución absoluta en el rendimiento del OLED C1, pero si constituye un paso más en consolidar la madurez de la tecnología OLED de la marca surcoreana. Si ya tienes un C9 o un CX, no vas a experimentar un cambio radical con el C1 por lo que esta actualización no tiene sentido.
Sin embargo, si vienes de un televisor LED y no quieres invertir una pequeña fortuna en un buen televisor, el TV OLED C1 es uno de los modelos más recomendables de 2021.