Tirando a finales del año pasado, Samsung nos sorprendió con el Galaxy S20 FE. Se trataba de un teléfono que recogía algunos de los mejores apartados del S20 y del S20+, pero que aportaba un telefoto óptico y, además, un SoC de Qualcomm en lugar del Exynos de turno.
Fue, como os contamos en nuestro análisis, un móvil realmente atractivo y parece que la estrategia del nombre ‘FE’ ha cuajado bien entre los usuarios, tanto que la compañía surcoreana lanza ahora la Galaxy Tab S7 FE.
Se trata de una tablet que recorta algunos apartados que sobresalían en la Tab S7 original –análisis– para ofrecer un producto muy redondo a un precio más atractivo. Y, tras unas semanas trabajando y, sobre todo, consumiendo multimedia, os contamos si la Samsung Galaxy Tab S7 FE vale la pena.
Galaxy. Tab S7 FE | |
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Pantalla | Panel LCD de 12,4″ | 2.560 x 1.600 píxeles | Relación 16:10 | Densidad de 243 ppp | 60 Hz |
Procesador | Snapdragon 750G |
Memoria RAM | 6 GB |
Almacenamiento | 128 GB |
Batería | 10.090 mAh | Carga de 45 W | Cargador incluido de 15 W |
Cámaras | 8 Mpx trasera + 5 Mpx frontal |
Conectividad | 5G | Wi-Fi 5 | Bluetooth 5.0 |
Tamaño y peso | 284,8 x 185 x 6,3 mm | 608 gramos |
Accesorios | S-Pen |
Precio | 649 euros |
Apartados del análisis de la Galaxy Tab S7 FE:
Apostando por materiales de calidad y un diseño premium
Antes de hablar del diseño, y de comenzar con el análisis, debemos decir que aunque el nombre sugiera una tablet ‘barata’, se trata de un dispositivo que encontramos ahora mismo por unos 649 euros. Y sí, es más barata que la S7 original, pero no tan barata como, seguramente, algunos usuarios esperaban.
Ahora bien, estamos hablando de una tablet con unas dimensiones enormes debido a su panel de 12,4″ que solo vemos en tablets como la propia S7 o el iPad Pro.
Dicho esto, hablemos del diseño, ya que estamos ante una tablet muy bien acabada con un cuerpo de aluminio que es unibody. Esto significa que la trasera y los marcos son de una misma pieza de aluminio que se curva en los laterales traseros.
Es un único cuerpo que da una sensación excelente en la mano y que me hace echar de menos, y mucho, el tacto de aquellos móviles de hace no tantos años que tenían traseras de aluminio.
El perfil es delgadísimo con solo 6,3 milímetros y eso, unido a su peso de 608 gramos, hace que sea una tablet realmente ligera pese a su tamaño de panel.
Tenemos unos marcos simétricos de dimensiones reducidas que cumplen su papel a la hora de permitir apoyar los pulgares sin tapar la pantalla y, como digo, vamos a poder estar horas con ella entre manos sin que resulte incómoda.
Los altavoces están, si la sujetamos en horizontal con la cámara hacia arriba, en la parte superior de los laterales izquierdo y derecho. Solo tenemos dos, pero el sonido es potente, como os mostraremos más adelante. Lo importante es que no los vais a tapar con la palma de la mano.
En los diferentes laterales y en el módulo de cámara, que sobresale un poco, tenemos diferentes micrófonos, la botonera está en la zona superior y, también ahí, tenemos la ranura para la SIM y la microSD, así como una zona imantada para el stylus que, ahora, viene incluido en la caja.
En la zona inferior tenemos los tres pines para conectar un teclado que no hemos podido probar, pero que expanden las posibilidades creativas de la tablet.
Los recortes en el panel no afectan demasiado a la experiencia
En el diseño no vemos cambios evidentes respecto a su hermana mayor, pero el terreno de la pantalla ya es otra cosa.
En el panel hay un evidente recorte tanto en tipo de pantalla como en refresco, pero debemos decir que la experiencia es buena con lo que tenemos, que es un LCD de 12,4″ con unos colores muy Samsung.
Perdemos el AMOLED de la Tab S7, sí, pero creo que la gama que ofrece la S7 FE está realmente bien para consumir contenido.
Puede que le falte un poco de contraste, algo que se hace evidente cuando subimos el brillo por encima del 50%, pero hablando del brillo, no vais a tener problema alguno en ver el contenido en cualquier situación gracias a una media de 448 luxes con una desviación de 19,9 luxes.
Y la paleta que tenemos delante es… la que es. Samsung no es la más generosa, ni en sus paneles AMOLED, en lo que a modos de color y personalización de balance de blancos y esos ajustes de imagen se refiere, pero aquí no tenemos ningún tipo de ajuste de visualización, simplemente algunos de accesibilidad como el alto contraste.
Y otro recorte tiene que ver con la tasa de refresco del panel. De 20 Hz pasamos a 60 y aquí, y teniendo en cuenta que hay tablets más baratas, como la MatePad 11 –análisis-, con 120 Hz, creemos que Samsung podría haber hecho algo más.
Puede que 120 Hz no, pero por estos 650 euros creo que 90 Hz habría sido la elección correcta, sobre todo teniendo en cuenta que el SoC que integra la Tab S7 FE podría mover juegos a esa frecuencia y, además, todo iría un poco más suave.
Antes de pasar al corazón, vamos con el sonido. Como decía, tenemos dos altavoces, pero qué altavoces.
El sonido tiene un volumen que podría ser más alto, pero en general es bastante redondo.
Peca de tener agudos poco definidos cuando lo subimos al 100% y los graves están algo saturados, pero para consumir contenido es espectacular.
Un SD 750G que rinde bien y ofrece DeX para productividad
La S7 original contaba con el Snapdragon 865+, un procesador que sigue siendo una auténtica bestia aun con el SD 888 en el mercado. Sin embargo, Samsung ha decidido bajar un escalón para montar un procesador de la gama media-alta actual.
Se trata del Snapdragon 750G, un chip que ofrece conectividad 5G y que ofrece 2 núcleos a 2,2 GHz y seis a 1,8 GHz. Hay dos configuraciones de memoria RAM y almacenamiento, 4 GB + 64 o 6 GB + 128, que es la que tenemos nosotros, y la GPU es la Adreno 619.
A continuación, comparamos el rendimiento en benchmarks de este chip contra las últimas generaciones de Samsung y las dos últimas tablets de Huawei:
Samsung Galaxy Tab S7 FE | Samsung Galaxy Tab S7+ | Galaxy Tab S6 | Huawei MatePad 11 | Huawei MatePad Pro | |
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Procesador | RAM | SD 750G | SD 865 Plus | SD 855 | SD 865 | Kirin 990 |
Geekbench 4 Single | 2.549 | 4.486 | 2.126 | – | 3.896 |
Geekbench 4 Multi | 7.839 | 12.907 | 8.279 | – | 11.985 |
Geekbench 5 Single | 539 | 937 | – | 920 | 760 |
Geekbench 5 Multi | 1.925 | 2.720 | – | 3.234 | 2.943 |
3D Mark (OpenGL | Vulkan) | 2.349 | 6.862 | 5.431 | – | 5.514 |
AnTuTu | 386.684 | 480.586 | 357.280 | 622.457 | 447.061 |
PC Mark | 8.480 | 12.237 | 7.842 | 8.628 | 8.581 |
Es lógico que quede por debajo, pero como podéis ver, hay algunas pruebas en las que el 750G está por encima del Snapdragon 855, algo que no está nada mal y demuestra dónde está la gama 700 actualmente.
Eso sí, algunos recortes hay más allá de la potencia, ya que no tenemos Wi-Fi 6 ni NFC que, por otra parte, en una tablet no es de tanta utilidad como en un móvil.
Los benchmarks no lo son todo y lo que importa es la unión con el software. Aquí solo puedo decir que la tablet se porta de maravilla en cualquier situación y que, si bien no es un derroche de velocidad y potencia en algunos momentos, da la talla. Tenemos Android 11 con los últimos parches y la capa OneUI 3.1 con protección Knox.
La multitarea es rápida, vamos a poder editar fotos pesadas en RAF sin problema con apps como Photoshop Express, vamos a poder jugar a títulos como Genshin Impact o Call of Duty con buena calidad de imagen y las tareas del día a día son pan comido.
Galaxy Tab S7 Tab FE | |
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Escritura secuencial | 180,31 MB/s |
Lectura secuencial | 706,71 MB/s |
Escritura aleatoria | 18,25 MB/s |
Lectura aleatoria | 15,73 MB/s |
Velocidad de memoria | 5,24 GB/s |
La tablet es ideal para consumir contenido, pero en esas tareas más pesadas también se porta muy, muy bien. Y luego tenemos Samsung DeX integrado, algo que podemos activar en la propia tablet o a la hora de conectar la Tab S7 FE a un monitor vía HDMI.
Se activa ese escritorio más típico de un ordenador en el que podemos tener acceso rápidamente a varias aplicaciones simultáneas en ventanas y donde la tablet sigue rindiendo de maravilla.
Echo de menos que la memoria sea UFS 3.1 más rápida para abrir antes las apps en este modo, pero el rendimiento es bueno.
Además, Samsung incluye el S-Pen en la caja, lo que nos sirve de puntero en algunas situaciones en las que necesitemos precisión, nos va a permitir tomar notas o dibujar fácilmente, tiene algunas acciones específicas en OneUI y se queda anclado en el lateral superior gracias a sus imanes.
Como digo, en todo momento y en todo tipo de tareas, la experiencia es muy buena y sí, en algunas cosas puntuales se nota que el hardware no es el puntero, pero va a satisfacer a la gran mayoría de usuarios.
Ahora bien, si hablamos de las cámaras y los micrófonos, debemos decir que los micros son competentes a la hora de recoger nuestra voz, pero que las cámaras son testimoniales y están porque tienen que estar.
La calidad máxima de vídeo es 1.080p30 y habría estado bien que fuera 1.080p60, al menos, y en cuanto a las fotografías tenemos unos resultados ‘normalitos’ para una tablet.
Y, por otro lado, hay que comentar el método de desbloqueo. No tenemos lector de huellas, algo de lo que las tablets, excepto las de Apple, curiosamente, se han olvidado.
Dependemos del típico patrón, el pin o un reconocimiento facial por foto que funciona cuando quiere. Es bastante errático y la verdad es que muchas veces, la mayoría, acabaremos poniendo el pin.
Es algo extraño teniendo en cuenta que Samsung no tiene el reconocimiento facial más rápido en sus móviles, pero al menos funciona bien en esos dispositivos y aquí encontramos una experiencia totalmente diferente.
Enorme batería de 10.090 mAh con un cargador ridículo
Samsung no se ha cortado a la hora de meter una batería enorme en su Tab S7 FE. Se trata de una ‘pila’ de 10.090 mAh que consigue dar la talla en el día a día al ofrecer unas cinco jornadas de uso si la usamos como una tablet.
Esto quiere decir varias horas de vídeo, redes sociales, alguna partida esporádica, música, edición de alguna foto con Photoshop Express y consulta de la red.
La cifra se reduce si la intentamos usar para trabajar con Samsung DeX, ya que tendremos para dos jornadas, pero claro, aquí estamos haciendo un uso más intensivo del dispositivo.
En las pruebas sintéticas tenemos un resultado de 7 horas 22 minutos de pantalla con el brillo al 100%, algo que no está nada mal si tenemos en cuenta que, como vimos en el apartado de la pantalla, el brillo máximo es considerable.
Lo que no me gusta tanto es la carga. Aunque la tablet soporta una potencia de 45 W, pero el cargador incluido en la caja es de 15 W. Y sí, tarda una eternidad en conseguir el 100%. Concretamente cerca de tres horas.
Los ‘fans’ que puedan pagarla no se arrepentirán
Al final, estamos ante una tablet en la que Samsung ha sabido medir muy bien qué mantiene, qué elimina y dónde sigue con buen nivel, pero con especificaciones algo más modestas para poder bajar de los más de los 1.000 euros de la Tab S7 a los menos de 700 de este modelo FE.
El cambio más evidente es el de la tecnología del panel, ya que una pantalla AMOLED siempre brilla con luz propia gracias a su interpretación de los colores, pero el panel que tenemos entre manos tiene buenos colores (aunque con menos contraste) y, sobre todo, un brillo a la altura de lo que esperamos de un dispositivo de los surcoreanos.
No es tan potente, no tenemos NFC y el audio no es tan portentoso, pero al final tenemos una tablet de buen tamaño que se defiende en todo tipo de apps y juegos y que es una gozada tanto para consumir multimedia como para crear.
Eso sí, debéis tener muy claro que queréis una tablet tan grande, porque no dejan de ser 12,4″ entre las manos. Si ese tamaño os viene bien, adelante porque es una compra muy recomendada.