No todo el mundo necesita móviles de 300, 500 o 1.200 euros en el día a día. Hay quien solo busca un móvil de cierta marca porque tienen experiencia con ellos, les han ido bien y quieren repetir, pero renovando terminal.
Samsung en esto tiene una ventaja porque es una marca muy reconocida y hay usuarios que pasan de un Samsung a otro y el M12, siendo el más humilde de la familia, juega con esa ventaja.
Y a continuación os contamos qué nos ha parecido este Samsung Galaxy M12 que analizamos y ponemos a prueba para ver a qué tipo de usuario busca convencer.
Galaxy M12 | |
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Pantalla | Panel IPS | 1.600 x 720 píxeles | Densidad de 270 ppp | Refresco de 90 Hz |
Procesador | Exynos 850 |
Memoria RAM | 3 o 4 GB |
Almacenamiento | 32, 64 o 128 GB | Ampliable mediante microSD |
Cámaras principales | Principal de 48 Mpx f/2.0 | Gran angular de 5 Mpx f/2.2 | Macro y profundidad de 2 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 8 Mpx f/2.2 |
Batería | 5.000 mAh | Carga de 15 W | Cargador incluido |
Sistema operativo | Android 11 + OneUI Core 3.1 |
Dimensiones y peso | 164 x 75,9 x 9,7 mm | 212 gramos |
Precio | Unos 180 euros en Amazon |
Apartados del análisis del Samsung Galaxy M12:
Detalles curiosos con pantalla HD+ a 90 Hz
Lo primero que salta a la vista es que el M12 es un móvil grande con una altura de 164 milímetros que tiene que albergar una pantalla de 6,5″.
Es una pantalla muy indicada para consumir contenido y que monta un panel IPS con unos ángulos de visión que no son los más generosos del mercado y, de hecho, hay una evidente falta de contraste en ciertas situaciones, pero con unos colores que sí me han parecido buenos.
La resolución es de 1.600 x 720 píxeles y la densidad es de 270 píxeles y sí, se queda corta a estas alturas y, sobre todo, con ese tamaño de pantalla.
No es que vayáis a ver los píxeles perfectamente, sino que los iconos y textos tienen un efecto como de imagen lavada a la que le falta algo de pegada. Es algo que se nota, especialmente, al navegar por redes sociales y leer, incluso más que viendo vídeos.
Pero también tiene algo que no está nada mal, un refresco de 90 Hz. Esto va a hacer que ciertas apps vayan un poco más fluidas, pero ya veremos en el apartado del hardware como no es oro todo lo que reluce porque falta un poco de potencia o de pulido del sistema para aprovechar este refresco.
Eso sí, se nota que estamos ante un panel humilde cuando empezamos a usar el móvil en un día soleado por la calle, ya que el brillo se queda corto.
Según nuestras mediciones son 336 luxes de media con una desviación de 13,7 luxes.
Va a ser complicado ver notificaciones o hacer fotos en días muy soleados, pero al menos el sensor de brillo funciona correctamente y se adapta rápidamente a las situaciones.
Y, como digo, para ver contenido como vídeos de YouTube, TikTok o series en un momento dado, aunque la resolución no sea la más alta, los colores son los adecuados.
A nivel sonoro tenemos un solo altavoz en la parte inferior con un sonido que resulta algo plano, pero que podemos subir bastante para, por ejemplo, poner música cuando cocinamos o cuando nos estamos dando una ducha.
Tenemos la posibilidad, evidentemente, de conectar auriculares Bluetooth, pero también por cable gracias a la entrada en la parte inferior (el lugar óptimo, en mi opinión).
En ajustes tenemos seis opciones de ecualización, así como un modo personalizado y, si conectamos auriculares, podemos activar el sonido Dolby Atmos.
También tenemos un ecualizador como opción de accesibilidad para adatar el sonido a la percepción de personas mayores, por ejemplo. Es algo que siempre me ha gustado en los teléfonos.
Pero vamos al diseño porque es un móvil que pesa bastante, 212 gramos, pero en la mano resulta bastante cómodo debido al acabado de la trasera y al cuerpo ‘unibody’, aunque sea de plástico.
No es el plástico no el tacto más premium, pero tenemos una textura en la parte trasera que indica que Samsung ha puesto mimo a la hora de crear el móvil.
El logo de Samsung está bien integrado, así como el módulo de cámara, que no sobresale, y menos mal, porque el grosor total es de 9,7 milímetros.
Eso sí, creo que los botones laterales deberían estar algo más hacia el centro del móvil para llegar de forma más cómoda. Están en el lateral derecho y el de bloqueo es el que tiene el sensor capacitivo, que responde de manera rápida y precisa.
En el izquierdo tenemos la ranura de SIM que admite dos SIM a la vez y tarjeta de expansión microSD. Eso está muy bien en esta gama.
SoC Exynos y OneUI 3.1 completo que pesa demasiado
Pero vamos al interior porque en este caso creo que Samsung se ha quedado un poco corta a la hora de escoger el SoC.
Tenemos el Exynos 850, un chip en 8 nanómetros que cuenta con ocho núcleos a 2 GHz y la Mali G52 como GPU. Hay configuraciones de 3 o 4 GB de RAM y el almacenamiento es el punto más flojo, siendo eMMC 5.1.
Samsung Galaxy M12 | Motorola Moto G30 | Moto G9 Play | Poco M3 | Redmi 10 5G | |
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Procesador | Exynos 850 | SD 662 | SD 662 | SD 662 | Dimensity 700 5G |
Geekbench 4 Single | 937 | 1.425 | 1.512 | 1.516 | – |
Geekbench 4 Multi | 4.202 | 4.622 | 5.745 | 5.458 | – |
Geekbench 5 Single | 167 | 306 | 315 | 314 | 552 |
Geekbench 5 Multi | 949 | 1.210 | 1.432 | 1.326 | 1.672 |
3D Mark | 858 | 1.176 | 1.883 | 1.164 | – |
AnTuTu | 173.608 | 175.212 | 184.237 | 263.535 | |
PC Mark (Work 2.0 | Work 3.0) | 5.965 | 6.773 | 6.353 | 6.028 | 8.424 |
Este almacenamiento es lento e impide que el sistema, en algunas ocasiones y acciones, se mueva con fluidez.
Por ejemplo a la hora de abrir algunas apps o ejecutar la multitarea. Un poco de RAM tampoco le habría venido mal.
Y es que se nota que OneUI Core 3.1 es una capa pesada para cierto hardware más modesto, como el que tenemos entre manos.
Samsung Galaxy M12 | Motorola Moto G30 | Motorola Moto G9 Plus | POCO M3 | Redmi 10 5G | |
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Escritura secuencial | 143,97 MB/s | 177,89 MB/s | 132,07 MB/s | 196,99 MB/s | 283,25 MB/s |
Lectura secuencial | 245,04 MB/s | 223,16 MB/s | 480,70 MB/s | 368,41 MB/s | 576,32 MB/s |
Escritura aleatoria | 10,97 MB/s | 16,73 MB/s | 14,75 MB/s | 14,71 MB/s | 18,36 MB/s |
Lectura aleatoria | 13,30 MB/s | 11,31 MB/s | 12,05 MB/s | 12,90 MB/s | 11,86 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 2,49 GB/s | 4,28 GB/s | 4,72 GB/s | 3,23 GB/s | 5,14 GB/s |
No hay tirones, al menos yo no los he sufrido, pero es cierto que no tenemos una fluidez general que salte a la vista o que resulte satisfactoria.
Vais a poder jugara juegos no muy potentes gráficamente y el SoC no se calienta, pero en tareas pesadas como Photoshop Express, por ejemplo, el sistema tarda más de la cuenta en reaccionar en algunas ocasiones.
Para este tipo de software, creo que Samsung debería tener una versión más lite aún de su sistema, ya que este OneUI Core recorta algunas cosas, como las opciones de seguridad de Knox que van por debajo todo el tiempo, pero a lo mejor hace falta optimizar algo más.
Va bien en el día a día, pero se nota que, como digo, el sistema es algo pesado para este SoC.
Por último, tenemos reconocimiento facial y no es el más rápido, pero al menos está ahí gracias a la cámara frontal.
5.000 mAh que se estiran hasta los más de dos días
Es cierto que en rendimiento, en el día a día, el Galaxy M12 nos ha dejado algo fríos, pero entramos en dos puntos que son los más fuertes del terminal respecto a buena parte de la competencia en este segmento.
El primero es el de la batería. Tenemos entre manos 5.000 mAh que podemos estirar muchísimo. Haciendo un uso básico del móvil, el que haría cualquier usuario que optara por él para redes sociales, mensajería, YouTube y Spotify, he llegado al final del segundo día sin despeinarme.
Con el brillo al 100%, que no es muy alto, en la prueba sintética tenemos 12 horas y 3 minutos de vida.
Tenemos una muy buena autonomía gracias tanto a los 5.000 mAh como, sobre todo, a lo poco que consume el SoC, a la escasa resolución y al bajo brillo.
La carga es otro cantar. Hay que agradecer que tengamos cargador en la caja, algo que no pasa con la gama alta, pero este cargador es de 15 W y tarda una hora en llenar el 50% y algo más de dos horas y cuarto en conseguir el 100%.
Cámara sorprendentemente bien para su gama
Los móviles de menos de 200 euros, generalmente, sacrifican la calidad de las cámaras, y aquí tampoco es que tengamos unos sensores de última generación o unas lentes que vayan a brillar en condiciones adversas, pero la ‘ciencia de color’ de Samsung, el procesado, maquilla la situación.
La aplicación de cámara es la estándar en OneUI, con las opciones principales a mano y un apartado en el que encontramos algunos modos extra.
Una vez configuremos elementos como la calidad del vídeo, si queremos cuadrícula o el HDR automático, lo cierto es que no tendremos que toquetear demasiado en la aplicación.
El sensor principal es de 48 megapíxeles y vamos a poder tirar a resolución completa, pero el modo automático más recomendable es el que da una imagen de 12 Mpx.
Las imágenes no tienen la mejor nitidez y a veces el balance de blancos y la exposición son erróneos, pero en términos generales, la verdad es que se porta bien en condiciones en las que la luz acompaña.
El sensor es pequeño, de media pulgada y la apertura f/2.0 no ayuda en las fotos nocturnas.
En interiores, eso sí, me ha gustado cómo calcula el color y tenemos un modo retrato que permite ajustar, por software, diferentes intensidades del desenfoque y que queda bastante resultón.
Hay de todo y, curiosamente, la escena más fácil, la del cubo, está peor calculada que la de la figura de Zelda y Pelícaro, pero el nivel de ambas imágenes es bueno y más que suficiente para redes sociales.
Además, la agresividad del filtro de profundidad estaba casi al máximo, así que no se ha portado nada mal.
También tenemos un gran angular que mantiene, más bien que mal, los colores del principal y que puede ayudarnos en alguna situación, pero que debido a sus 5 megapíxeles tampoco nos da una nitidez asombrosa.
Eso sí, se agradece que Samsung haya introducido un gran angular por este precio, ya que es uno de los objetivos de los que los fabricantes se olvidan cuando bajamos tanto el precio.
Y los otros dos sensores son un sensor de profundidad y un macro, ambos de 2 megapíxeles que, la verdad, no vais a usar demasiado.
En uno no tenéis control en absoluto y el macro se queda muy, muy corto no porque la calidad sea mala sino por el tamaño de la imagen y porque vais a necesitar luz y un pulso de hierro.
En el frontal tenemos una cámara de 8 megapíxeles que no se porta mal, pero que tiene un balance de blancos algo extraño.
Hay nitidez en la imagen y también vais a poder jugar con el modo retrato y el nivel de profundidad de campo.
Aunque la foto convence para subir a redes sociales, lo cierto es que el vídeo se queda algo corto.
Como máximo, podemos grabar a 1.080p30 y la estabilización electrónica brilla por su ausencia. Teniendo en cuenta el procesador, tampoco la esperábamos.
Hay problemas en situaciones complicadas a la hora de controlar la exposición y el traqueteo es constante.
La cámara frontal, sin embargo, me ha gustado. Seguimos sin tener estabilización, pero el micrófono pilla muy bien la voz y para videollamadas funciona perfectamente.
La elección si quieres un Samsung de menos de 200 euros y autonomía
Al final, tenemos un Galaxy M12 que es ideal para el usuario de Samsung que está cómodo con la compañía, que tiene confianza en los surcoreanos y que se siente en casa en este OneUI, pero no quieren invertir más de 200 euros.
La batería es una auténtica locura tanto por su capacidad como por, evidentemente, lo poco que consume la pantalla y la cámara se porta sorprendentemente bien excepto en vídeo y en tomas nocturnas y, aunque a la pantalla le falta resolución y brillo, es un panel correcto para ver vídeos.
Me gusta el diseño, me parece un móvil cómodo en la mano y con un diseño que se nota cuidado por parte de Samsung.
Es el más barato de la línea Galaxy en estos momentos y hay algunas alternativas que pueden ser más interesantes, pero lo cierto es que es lógico que haya usuarios que prefieran invertir en un M12 simplemente por la trayectoria de la marca y lo bien que se porta en ciertos aspectos.