Investigadores parece que han dado con la clave para hacer robots acuáticos eficientes, que naden como los peces reales.
Durante todos estos años hemos cubierto multitud de noticias relativas a robots, robots exploración, de rescate, aquellos que utiliza la NASA en sus excursiones espaciales y hasta robots blandos, pero hemos tratado muy poco los robots acuáticos, dado que son muy difíciles tanto de fabricar como también de mostrar cierta efectividad.
Y es que los ingenieros copian cada vez más la estructura física de los peces para el diseño de robots submarinos, y así lo han hecho investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas de la Universidad de Virginia que han descubierto la forma más eficiente de ajustar la rigidez de las colas de estos robots, para que se parezcan a los peces reales.
Y es que los peces cuentan con una alta eficiencia de natación bajo una amplia gama de velocidades, y para ello aprovechan la flexibilidad usando sus músculos para modular así la rigidez de sus colas. Así que para diseñar un robot nadador, hay que tener en cuenta en la fabricación una cola modular y flexible que sea capaz de impulsar al robot a través del agua.
Pero es muy difícil medir la rigidez de un pez nadando, por lo que este equipo de investigadores resolvió el misterio combinando dinámica de fluidos y biomecánica para así plasmar un modelo teórico de cómo y por qué se debe ajustar la rigidez de la cola.
Según comentan, el modelo desveló que la rigidez debería aumentar con la velocidad de natación al cuadrado. Para probar esta teoría, construyeron un robot parecido a un pez basado en el modelo de rigidez de la cola utilizando un tendón artificial programable para ajustar su propia rigidez mientras nadaba en un canal de agua.
En los resultados, el robot submarino era capaz de nadar en un rango más amplio de velocidad mientras usaba casi la mitad de energía que el mismo robot con una cola de rigidez fija.
Este primer prototipo fue diseñado como si fuera un atún, pero ahora quieren ir más lejos y diseñar colas flexibles para otro tipo de robots, más grandes. “Cada animal acuático que hemos visto nos ha dado nuevas ideas sobre cómo construir mejores robots nadadores. Y hay muchos más peces en el mar”, señala Dan Quinn, profesor asistente de la Universidad de Virginia.