Si no eres muy amante de la limpieza y del orden, probablemente vayas posponiendo este tipo de tareas para después, acumulándose y acumulándose.
Llegado el momento de ponerte manos a la obra ves que te tienes que enfrentar a varios problemas, como por ejemplo, no saber por donde empezar, cómo limpiar determinadas cosas o zonas o qué productos utilizar.
Tranquilo, pues son dudas muy comunes que de no ser resueltas podrían hacer que hogar se quede más sucio de lo que estaba al principio, o mucho peor, podrías frustrarte y rendirte, dejando se que sigan amontonando las tareas.
Por eso, Reader’s Digest propone 13 malos hábitos de limpieza que quizás no sabía que tenías, para que puedas enmendarlos y disfrutar de una casa limpia como los chorros del oro.
1. Limpieza sin organización
Para los más desorganizados esto será su día a día, pero la verdad es que limpiar sin tener ningún plan establecido puede alargar tu jornada de limpieza durante horas y puede que ni siquiera lo dejes todo como te gustaría.
Es importante observar qué tienes que limpiar primero para que luego no se te ensucie otra zona. Comienza siempre limpiando aquellas cosas que estén situadas más cerca del techo como ventiladores y estanterías.
2. Sobrecargas el lavavajillas
Las ventajas del lavavajillas es que te ahorran tiempo y agua, la única pega es que puede que no te quepa todo lo que quieres meter por su limitado espacio.
Intenta no meter más vajilla de la cuenta, pues si lo sobrecargas probablemente no cumpla su función y te deje los platos y cubiertos sucios. Coloca todo de forma que no se choquen y así el aparato tenga la posibilidad de dejarlo todo impoluto.
3. Rocías desinfectante y lo limpias de inmediato
Las prisas a la hora de la limpieza no son buenas, pues hay productos que necesitan su tiempo para conseguir el efecto deseado.
Un claro ejemplo son los desinfectantes domésticos, que necesitan entre 3 y 10 minutos para que cumpla su función, pero antes siempre tienes que pasar un paño de microfibra para quitar toda la suciedad acumulada y que el producto actúe bien.
4. No cambias el estropajo con frecuencia
¿Cambias tu estropajo a menudo? ¿Cuándo fue la última vez?
Si el estropajo está demasiado viejo y sucio, en vez de limpiar irá esparciendo la mugre por toda tu vajilla, por lo que intenta tener siempre uno de repuesto.
5. Friegas una mancha de alfombra que todavía está fresca
Se te cae una copa de vino en la alfombra y tu primer impulso es agacharte corriendo a recogerla y limpiarla cuanto antes, error.
Para quitar manchas de este elemento decorativo, lo que tienes que hacer es secarla suavemente, no la friegues. Cuando esté seca por completo utiliza un quitamanchas especializado para alfombras y sigue los pasos que te indique el producto.
6. No limpias la ventilación de la nevera
Dentro de la nevera se suelen derramar líquidos, se caen restos de comida, e incluso se quedan olores no deseables impregnados, por lo que su limpieza periódica es fundamental.
No te centres solo en pasarle un paño a los estantes, sino que presta atención a otras zonas donde se tiende a acumular mucha suciedad, como la ventilación. Basta con pasarle un paño con cualquier limpiador multiusos.
7. Usas el mismo paño para limpiar todo
Considera dejar atrás esa manía que tienes de usar el mismo paño para limpiar toda la casa. Olvídate de intentar ahorrar tiempo y dinero en comprar más material y cuida tu hogar como se merece.
Si utilizas la misma bayeta para todo, al final esta estará tan sucia que en vez de eliminar el polvo o las manchas, irá esparciendo la propia mugre, así que si quieres ahorrar tiempo, mejor ve cambiando de paño en función de la zona y la cantidad de suciedad.
8. No limpias los tiradores o el grifo del fregadero
La cocina es uno de los lugares que más mugre acumula, pues tiendes a manejar muchos productos o alimentos que manchan a diario, por eso es importante prestar atención hasta al más mínimo detalle.
Intenta limpiar los tiradores, pomos e incluso el gripo del fregadero mucho más a menudo, ya que acumulan gran cantidad de bacterias que incluso podrían ser perjudiciales para tu salud, al mezclarse con la comida.
9. Te olvidas de limpiar los interruptores de la luz
Los interruptores de la luz probablemente sean uno de los grandes olvidados en los planes de limpieza de todas las casas.
Los tocas a diario y varias veces, por lo que tienden a acumular muchísima suciedad y gérmenes, así que procura pasarles una toallita antibacteriana una vez por semana, aunque si lo haces con más frecuencia mucho mejor.
10. Usas demasiado detergente para la ropa
A veces menos es más, y a la hora de lavar la ropa en tu lavadora es esencial.
Evita verter demasiado detergente en el aparato, pues además de estar desperdiciando el producto podrías dejar residuos en la ropa, dejándola más sucia de lo que estaba.
Lo ideal es seguir las instrucciones que ponga el electrodoméstico y la prenda que tengas intención de lavar, así evitarás estropear tus prendas favoritas.
11. Lo dejas todo para limpiarlo un día en concreto
Para tener una casa limpia la organización es fundamental, por lo que está bien si eliges un día de la semana para hacer limpieza a fondo.
Sin embargo, deberías tener en cuenta que hay cosas como los pomos de las puertas, es decir, aquellos puntos calientes, que tienes que limpiar mucho más a menudo, incluso a diario.
Observa cuáles son y establece un plan para dejar tu hogar como los chorros del oro.
12. Usas un producto para desagües en el váter
Tienes que tener en cuenta que lo que te funciona para desatascar el fregadero, no funciona para el váter.
Si estás viviendo este drama entonces lo mejor es que te hagas un desatascador antiguo, el de toda la vida, pues aunque parezca poco sofisticado o eficaz, no dañará tu inodoro.
13. Descuidas el microondas
El microondas puede que sea el electrodoméstico que más uses a diario, por lo que tiende a ensuciarse más.
Lo ideal es que lo limpies después de cada uso, pero muy poca gente tiene esa fuerza de voluntad, por lo que probablemente se te quede la mugre incrustada.
Para quitarla prueba a meter un recipiente con limón, agua y vinagre durante 2 minutos para que el vapor la vuelva más blanda y fácil de eliminar.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Yaiza García García.