Huawei MatePad Pro, análisis y opinión | Tecnología

Huawei vuelve a la carga en el ámbito de las tabletas con una propuesta de carácter profesional que viene muy peleona en lo que a hardware se refiere, tal y como revela el hecho de que en lugar de tomar el prefijo de MediaPad como el resto de tabletas de Huawei, esta toma el nombre de MatePad en un claro guiño a los portátiles y convertibles de la marca.

A nadie se le escapa que esta Huawei MatePad Pro viene con ganas de rascarle usuarios a tabletas como las Samsung Galaxy Tab S6 e incluso a la Galaxy Tab S5e que ya pasó por nuestro laboratorio. Situándose como una clara alternativa al iPad Pro para usuarios de Android.

No obstante, si bien en el hardware está más o menos claro que ofrecerá un comportamiento solvente, las dudas surgen a raíz de su software. En este análisis descubriremos si merece la pena apostar por la tableta más potente de Huawei, que llega a nuestro país con un precio de 549 euros solo la tableta, o de 599,99 euros el kit completo con funda teclado y lápiz M-Pencil de Huawei.

  Huawei MatePad Pro
Pantalla LCD IPS de 10,8″ | Resolución de 2.560 x 1.600 | 280 píxeles por pulgada | Relación de aspecto 16:10
Procesador Kirin 990 | Mali G76
Memoria RAM 6 GB LPDDR4x
Almacenamiento 128 GB | Ampliable hasta 256 GB con NMcard
Dimensiones y peso 246 x 159 x 7,2 mm | 460 gramos
Puerto y conexión USB Tipo-C | Bluetooth 5.1 | GPS | Wi-Fi 802.11 a/b/g/n/ac
Cámaras Principal: 13 Mpx PDAF | Frontal: 8 Mpx
Batería 7.500 mAh | Carga  rápida 40 W | Carga inalámbrica 27 W | Carga inversa inalámbrica 7,5 W
Sistema operativo Android 10 sin servicios de Google | EMUI 10 con servicios de Huawei
Extras (no incluidos) Funda teclado | M-Pen
Precio 549 euros

Análisis del Huawei MatePad Pro por apartados

Huawei no ha arriesgado con el diseño y se mantiene en la elegancia

Si esperabas encontrar un diseño revolucionario, lamentamos decirte que la Huawei MatePad Pro es como un traje hecho a medida, que mantiene ese cierto aire de modernidad, pero sobre todo es elegante y sobrio.

No nos parece mal. De hecho, es un look que no desentonará en los ambientes profesionales en los que aspira moverse y está confeccionada con unos materiales que entran por los ojos y por el tacto.

 

La trasera del Huawei MatePad Pro que estamos analizando luce un acabado que oficialmente recibe el nombre de Gris Medianoche (Midnight Grey) pero que, entre nosotros, está más cercano a un azul marino.

 

Tiene una estructura unibody fabricada en fibra de vidrio con efecto metalizado para aligerar al máximo el conjunto, aunque también hay disponible un acabado en cuero vegano que aporta un estilo más sofisticado.

A pesar de contar con unas generosas dimensiones de 246 x 159 mm, tiene un peso bastante contenido que para la báscula en 460 gramos y solo 7,02 mm de grosor.

La tableta no se aprecia pesada en las manos, aunque lo cierto es que su tamaño y los estrechos marcos obligan a sostenerla con las dos manos para mantener un agarre seguro sin que la mano que la sostiene interfiera en el funcionamiento táctil de la pantalla.

El elemento más destacable de la trasera es su cámara, ubicada en un módulo situado en la esquina superior izquierda, en el que se agrupa el flash, la lente de la cámara y el micrófono secundario.

Como ya hemos visto en otros dispositivos de Huawei, este módulo de cámara sobresale algo más de 1 mm de la trasera, haciendo que “cojee” al situarla plana sobre una mesa.

El recubrimiento de fibra de vidrio que recubre toda la trasera tiene un tacto suave cercano al que transmite el metal, pero sin la frialdad que caracteriza a este material. Donde sí encontramos ese metal es en el chasis que enmarca todo el perímetro de la tableta, cuyo encaje revela una construcción perfectamente ejecutada.

En el borde de la MatePad Pro encontramos distintos elementos. Empezaremos por el lateral derecho, donde se ha ubicado un botón de volumen único muy cercano a la esquina superior, así como tres orificios que indican la posición de los tres micrófonos que se encargarán de captar la voz durante las videollamadas.

En el borde superior, también muy escorado en la esquina, encontramos el botón de encendido y las perforaciones para los dos altavoces superiores (o laterales, según se oriente la tableta).

El lado derecho aparece prácticamente limpio, salvo por la presencia de una bandeja en la que se puede instalar una tarjeta de memoria NM card de Huawei de hasta 256 GB adicionales.

En el borde inferior se duplican los mismos altavoces que encontramos en la parte superior en perfecta simetría y justo en medio se encuentra el conector USB-C.

La forma redondeada del marco, la delgadez de la tableta y la precisión con la que se han ensamblado tanto la trasera como el cristal de la pantalla hacen que sostenerlo sea muy cómodo y no se aprecia el salto del marco a la pantalla cuando se va a hacer uso de la pantalla mediante los gestos de navegación.

El frontal de la MatePad Pro de Huawei es la simetría hecha tableta. Según Huawei, la pantalla ocupa el 90% del frontal, quedando un bisel de 4,9 mm enmarcando la pantalla. En una de sus esquinas, observamos la cámara insertada en un orificio en la pantalla, quedando muy cercana a la esquina superior derecha.

Pasando prácticamente inadvertido, descubrimos la presencia de un diminuto LED insertado en el marco de la parte superior que, en base a nuestra experiencia de uso, no hemos visto iluminarse al recibir notificaciones, y únicamente se ha encendido para avisarnos de que el estado de batería era muy bajo o de que la batería se estaba cargando correctamente.

Cumple con creces, pero no es la mejor pantalla del mercado

Cubriendo el frontal del MatePad Pro tenemos una pantalla IPS de 10,8 pulgadas y una proporción 16:10 que revela, una vez más su orientación a un ámbito más de productividad que de entretenimiento puro y duro.

Esta proporción es ligeramente más alta cuando la tableta está en posición horizontal, lo que le permite mostrar algo más de contenido al abrir documentos o web con contenido.

En contrapartida, esta proporción muestra unas barras negras al reproducir contenido grabado en 16:9 en YouTube o cualquier otra plataforma de vídeo pero al menos no recorta en los laterales información del vídeo.

Cuenta con una densidad de 280 ppp y a pesar de no incorporar una frecuencia de refresco de 90 Hz, ofrece una buena experiencia de uso a nivel táctil y gracias a su resolución QHD+ de 2.560 x 1.600 píxeles alcanza un buen nivel de nitidez, apreciándose sobre todo en los textos.

La calibración de color fábrica viene establecida en el ajuste Vívido que tiende a saturar demasiado los colores y hemos preferido el modo Normal. La temperatura de color del panel es ligeramente fría, pero como viene siendo habitual en EMUI, podrás ajustar esta y otras configuraciones de color desde el apartado Pantalla del menú Ajustes.

En nuestro caso, también hemos corregido ligeramente el balance de blancos hacia un tono más cálido. Pero independientemente del ajuste que elijas, la Huawei MatePad Pro trabajará sobre un espacio de color ampliado DCI-P3.

En cuanto a nivel de brillo, Huawei promete 540 nits. Esto es lo suficientemente brillante como para desenvolverse con solvencia incluso en interiores muy bien iluminados, pero de día a pleno de sol de verano puede no ser suficiente como para obtener una visión clara y nítida del contenido de la pantalla.

El brillo automático ha hecho un trabajo excelente durante todo el tiempo que hemos estado probando la Huawei MatePad Pro para este análisis, consiguiendo adaptar el nivel de brillo a la cantidad de luz de la estancia.

Además, la última actualización de EMUI ha traído un modo eBook con el que simula el comportamiento de la pantalla de un ebook eliminado el color y ajustando un ajuste de blancos mucho más cálido para hacer más cómoda la lectura.

Mismas prestaciones que un Huawei P40, pero a lo grande

2020 se está caracterizando por ser un año con muy pocas novedades en cuanto al hardware que montan los dispositivos móviles de Huawei. En todos ellos encontramos configuraciones muy similares protagonizadas por el potente procesador Kirin 990.

Conste que no nos quejamos en absoluto ya que se trata del procesador más potente del catálogo de Huawei y ya ha demostrado su valía en los distintos smartphones de su serie P40, como el Huawei P40 Pro+ que ya han pasado por nuestro laboratorio.

Este chip viene apoyado por una GPU Mali-G76 ofrece una excelente respuesta incluso con juegos tan exigentes como son Fortnite, Asphalt 9: Legends, PUBG o Call of Duty: Mobile, que hemos podido disfrutar de lo lindo en pantalla grande y con los ajustes gráficos en su ajuste más alto.

La ejecución de las distintas aplicaciones se hace sin retraso alguno y la interfaz en general se mueve muy fluida, tal y como ya anticipan las puntuaciones que han arrojado los distintos benchmarks de rendimiento.

  Huawei MatePad Pro  Huawei MediaPad M6  Samsung Galaxy Tab S6
GeekBench 4 Single-Core – 3.896 | Multi-Core – 11.985 Single-Core – 3.315 | Multi-Core – 9.956 Single-Core – 2.126 | Multi-Core – 8.279
GeekBench 5 Single-Core – 760 | Multi-Core – 2.943 Single-Core – 701 | Multi-Core – 2.464
AnTuTu 447.061 382.189 357.280
3D Mark OpenGL – 5.514 | Vulkan – 4.871 OpenGL – 4.742 | Vulkan – 4.435 OpenGL – 5.431
PC Mark 8.581 9.170 7.842

Estas pruebas no nos descubren nada que no hayamos constatado nosotros con los distintos análisis que ya hemos hecho previamente a distintos móviles que montaban un hardware muy similar.

El Kirin 990 queda por detrás del brutal rendimiento de la última hornada de procesadores Qualcomm, pero su rendimiento está muy por encima del que ofrecía la generación anterior, sobre todo en términos de inteligencia artificial.

Como decimos no hemos experimentado ningún tipo de lag ni retraso al iniciar distintas tareas simultáneas, y eso que la unidad de MatePad Pro que estamos probando monta 6 GB de memoria RAM LPDDR4X y 128 GB de almacenamiento interno.

  Huawei  MatePad Pro  Samsung Galaxy Tab S6 Huawei MediaPad M6   
Escritura secuencial 169,97 MB/s 204,77 MB/s 137,96 MB/s  
Lectura secuencial 1,50 GB/s 1,18 GB/s 770,47 MB/s  
Escritura aleatoria 38,79 MB/s 19,12 MB/s 38,57 MB/s  
Lectura aleatoria 19,37 MB/s 21,76 MB/s 19,18 MB/s  
Copia en la memoria 6,08 GB/s 9,88 GB/s 8,04 GB/s  

La gestión de temperatura ha estado muy bien gestionada en la mayoría de los casos, pero cuando se exprime al máximo su potencial al ejecutar algunos de los juegos más exigentes del momento o al grabar vídeos, sí hemos apreciado un aumento en la temperatura de la trasera, pero nada fuera de lo normal.

En definitiva, el hardware de la Huawei MatePad Pro cumple de forma holgada y sin demasiados problemas con las aplicaciones del día en productividad, pero también admites algunas licencias para el ocio, ámbito en el que también es capaz de ofrecer unos buenos resultados.

Una base de software cada vez más sólido, pero con algunas carencias importantes

El apartado del software es el gran elefante en la habitación de Huawei, ya que no contar con los servicios de Google en un sistema tan dependiente de estos servicios le resta muchos enteros a la hora de valorar su compra.

En los dos últimos meses hemos tenido ocasión de analizar el Huawei P40 y Huawei P40 Pro+. En cada uno de ellos hemos podido apreciar que más y más apps se sumaban a la oferta de apps presentes en la AppGallery, la tienda de aplicaciones de Huawei.

Si bien es cierto que existen métodos no oficiales de instalar los GMS en, tal y como sucede en el resto de dispositivos que la marca se ha visto obligada a lanzar sin los GMS, estos métodos no son del todo estables y Google los inhabilita cada cierto tiempo.

Huawei también ha hecho un gran esfuerzo por incorporar alternativas para acceder a esas aplicaciones, pasando por utilizar el buscador Petal Search que lleva al usuario de una forma relativamente sencilla a la propia página web del desarrollador de la app para que se descargue desde ella el archivo apk de instalación, o a un repositorio de terceros desde el que descargar el archivo de instalación.


Huawei lleva meses rastreando millones de páginas web a través de PetalBot, un robot que pertenece a su motor de búsqueda integrado en Petal Search.

Cuando todo eso es inviable, como es el caso de las propias apps de Google, como Gmail, Google Fotos o YouTube, el navegador creaba un acceso directo a la aplicación web y la abre directamente desde un icono en el escritorio.

No obstante, con esta opción se pierden algunas funciones imprescindibles, como es la sincronización de las fotos que se guardan en la tableta o la gestión de los archivos en Google Drive.

Es digno de mención el enorme esfuerzo que Huawei está haciendo para lidiar con la papeleta que le ha tocado jugar, y está consiguiendo que, cada vez más, sea posible un ecosistema más allá de los límites de Google.

No es tan sencillo como abrir la tienda de aplicaciones de Google y escribir el nombre de la app, pero no hemos tenido mayores problemas para encontrar la app que necesitábamos.

Tal vez sea debido a que el ecosistema de apps y la forma de trabajar con ellas no es lo mismo desde un smartphone que desde una tableta.

Aun así, no hemos tenido mayores problemas para disfrutar de contenido en Netflix, Amazon Prime o Spotify, o de los juegos y aplicaciones que acostumbramos a usar en el smartphone que pasan por aplicaciones de productividad como Slack o Microsoft Office y de edición fotográfica como Adobe Lightroom o Adobe Photoshop Express.

Eso sí requiere un cierto compromiso por parte del usuario, ya que, aunque Huawei está tratando de establecer sistemas para detectar si existe una nueva versión de las apps que se han instalado desde repositorios de terceros y te invita a actualizarla, no siempre lo consigue con todas.

Son detalles como estos, que pasan inadvertidos al usar los servicios de Google, cuando uno cae en la cuenta de que se encuentra ante un caso un tanto especial en cuanto a software.

Huawei MatePad Pro viene con EMIU 10.1 instalado de serie sobre una base de Android 10. A grandes rasgos se trata de una capa de personalización que sí aplica importantes cambios estéticos y funcionales a la interfaz, pero su uso es muy fluido e intuitivo, añadiendo funciones más amplias que las que vienen de stock en la versión de Google.

Como ejemplo encontramos los distintos modos de pantalla como el modo Lectura, el modo oscuro o el modo eBook, que cambian el tono de la pantalla para ofrecer distintas experiencias de uso.

No podemos dejar de mencionar los dos modos de uso específico para la app, que cambian radicalmente el aspecto de la interfaz de la tableta. El primero de ellos es el modo Escritorio, que como se insinúa en su nombre, convierte a la MatePad Pro de Huawei en un portátil de facto con un sistema operativo basado en ventanas.

En este entorno se desenvuelve muy bien, y ha sido el espacio en el que más tiempo hemos pasado durante la prueba ya que es el más recomendable para productividad y se accede a él fácilmente tocando el icono ubicado en la cortina de accesos rápidos.

El modo Escritorio resulta especialmente cómodo de usar, con los periféricos propios de un sistema de escritorio, es decir, conectándole a la MatePad Pro un teclado o ratón con los que gestionar más cómodamente esta interfaz de ventanas.

El segundo modo de uso está dedicado a los más pequeños de la casa y se denomina Rincón de niños. En ella se establece un entorno de uso seguro de las aplicaciones con control parental, tiempo de uso, etc.

EMUI 10.1 incorpora algunas funciones que mejoran el uso de determinadas apps, como Multiplicador de aplicaciones, que permite usar dos instancias de la misma app en pantalla, o la App Gemela con la que podrás utilizar dos cuentas de usuario en la misma app.

Otra de las funciones que nos han parecido más interesantes es Huawei Share, que permite a la MatePad Pro conectarse con otros dispositivos Huawei, como ordenadores o smartphones, para transferir archivos de forma sencilla e incluso controlar la pantalla del dispositivo desde la tableta.

Huawei también ha apostado fuerte por el uso de la inteligencia artificial y, por el momento, tiene presencia en esta Huawei MatePad Pro en forma de asistente personal Today, una suerte de Discover de Google; y Celia, el asistente por voz de Huawei que responde al comando “Hey, Celia”, pero al que todavía le queda un largo camino de desarrollo por delante.

A nivel de seguridad, Huawei MatePad Pro no integra un lector de huella, ni en pantalla, ni en su trasera, algo que nos habría gustado ya que aporta una buena alternativa al PIN o al sistema de reconocimiento facial.

Este sistema de reconocimiento facial se basa en software de cámara, por lo que ofrece una eficiencia de reconocimiento limitado. Uno de sus puntos positivos es que se pueden establecer varios perfiles faciales, por lo que podrán desbloquearla varios miembros de la familia.

Siendo una tableta, no tiene mucho sentido que se active la pantalla al levantarla como en los smartphones ya que en la mayoría de los casos se va a usar en horizontal y sobre la mesa, por lo que Huawei ha optado por hacerlo habilitando la activación del reconocimiento facial al dar dos toques sobre la pantalla.

Huawei tiene buenas cámaras y esta MatePad Pro no iba a ser una excepción

Las cámaras en una tableta no tienen la misma importancia que en un smartphone, al menos no en lo referente a variedad de ópticas o en grandes prestaciones fotográficas.

Sin embargo, sí resultan imprescindibles al tratarse de una tableta orientada a un uso profesional, desde la que seguro que se realizaran videollamadas y pueden ser útiles para hacer fotos puntuales o escaneo de documentos.

Dado que la MatePad Pro se ubica en la gama más premium de tabletas de Huawei, el rendimiento de su cámara debe ofrecer buena calidad, aunque sea en unas focales limitadas.

La app de cámara es muy similar a la que encontramos en los smartphones de la marca, pero algo más parca en opciones.

Encontramos las funciones de Foto y Vídeo automáticas, un modo Belleza con el que se pueden aplicar efectos de iluminación y desenfoque a la foto, y un apartado Más en el que se agrupan distintos modos de disparo como el modo Pro para los ajustes de disparo manual, modo Noche, o funciones de vídeo en cámara rápida y cámara lenta.

Obviamente no vamos a encontrar los niveles fotográficos de sus smartphones de la serie P40, pero sí un sensor de 13 megapíxeles con una apertura de f/1.8 que ofrece un buen nivel de nitidez y equilibrio de color en escenas a pleno sol, aunque la saturación de los colores puede ser algo plana.

La cámara permite incluso estirar algo el rendimiento del sensor aplicando un zoom digital que se comporta correctamente hasta el 2x, pero que a partir de los 5X pierde toda nitidez. No es un dispositivo diseñado para ese cometido al fin y al cabo, pero puede hacerlo.

Aunque tampoco se le puede exigir mucho a nivel de fotografía nocturna o en escenas con poca luz, más si cabe tratándose de una tableta de 10,8 pulgadas con la que es complicado mantener una cierta estabilidad en el enfoque con poca luz.

En el frontal encontramos una cámara de 8 megapíxeles con apertura f/2.0 con la que se consigue una resolución de vídeo de 1080p a 30 fps, lo cual permite establecer videollamadas con buena calidad de imagen.

A nivel fotográfico esta cámara es algo más limitada que la trasera, pero con buena luz puede mostrar unos resultados de buena calidad, siempre teniendo en cuenta que estamos ante una tableta y el apartado fotográfico es poco menos que testimonial.

Dos días de uso y carga inversa inalámbrica

La autonomía de la batería es una de las prestaciones más importantes para una tableta orientada a la productividad ya que, al menos, debería soportar toda la jornada de trabajo.

La Huawei MatePad Pro que estamos analizando viene con una batería de 7.250 mAh, esta capacidad es más que suficiente para garantizar un uso constante durante horas y olvidarte de la carga al menos durante dos días.

En nuestras pruebas de uso real hemos utilizado la tableta para tareas de productividad, redes sociales, juegos y ver contenidos de vídeo en plataformas de streaming siempre con el ajuste de brillo de la pantalla en automático.

En la mayoría de los casos, la MatePad Pro nos ha dado una autonomía de uso real de entre 8 y 9 horas. Lo cual se equipara a la media obtenida por otras tabletas del mercado orientadas al mismo ámbito de uso.

Cuando llega el momento de recuperar su carga, la MatePad Pro cuenta con soporte para carga rápida Huawei Quick Charge de 40 W y carga inalámbrica de 27 W.

Sin embargo, Huawei ha incluido un cargador rápido con una potencia de 20 W junto a su tableta profesional, por lo que hemos tardado 55 minutos en llegar hasta el 50% de su capacidad, y 127 minutos en completar el 100% de su carga con el cargador rápido incluido.

Además de soportar la carga inalámbrica, la MatePad Pro también permite la carga inalámbrica inversa de 7,5 W, permitiendo de ese modo en una especie de powerbank con el que cargar tus auriculares u otros dispositivos.

Conexión WiFi, 4G, 5G y un sonido bien resuelto

A nivel de conectividad, MatePad Pro ofrece tres versiones: Wi-Fi, LTE 4G y 5G.

La Huawei MatePad Pro que estamos probando es la versión más sencilla que únicamente admite conexiones Wi-Fi y no admite tarjetas SIM. El protocolo elegido para la conexión WiFi es 802.11 ac (WiFi 5) que soporta redes en las bandas de frecuencia de 2,4 y 5 GHz.

También ofrece soporte para Bluetooth 5.1 en el que se utilizan los códecs de alta fidelidad LDAC y AAC con los que se consigue transmitir audio de alta calidad gracias a un mayor ancho de banda.

El NFC resulta imprescindible en esta tableta, ya que es la base para la tecnología Huawei Share, con la que se enlazan los dispositivos de la marca para compartir archivos de forma sencilla.

El único conector físico que encontramos es un USB de tipo C que ofrece todo un abanico de opciones de conexión que van desde la carga, pasando la conexión OTG que habilita el acceso a un almacenamiento externo o la salida de vídeo para enviar el contenido que se muestra en pantalla a un monitor o TV.

Durante las videollamadas se obtiene un sonido de buena calidad y nuestros interlocutores podían oírnos con claridad, en gran medida gracias a la matriz de micrófonos dispuestos en el marco de la tableta, que al ponerla en posición horizontal quedan en la parte superior perfectamente alineados para captar el sonido.

En el apartado del audio multimedia, destaca la presencia de 4 altavoces firmados por Harman Kardon ubicados en los cuatro extremos del chasis, lo cual proporciona una impresionante potencia de audio y un sonido mucho más amplio y direccionado.

La potencia de sonido que se obtiene es muy alta, por lo que en la mayoría de los casos no necesitarás elevarlo por encima del 50%, logrando una distorsión muy baja y un buen rango dinámico que se comporta bien con las frecuencias bajas y define correctamente todo el rango medio, pero que flaquea algo en el extremo de los agudos.

Esta carencia se puede compensar conectando unos auriculares mediante el adaptador de USB-C a mini jack que incluye la Huawei MatePad Pro o a mediante Bluetooth.

Al hacerlo se habilitan las opciones de Huawei Histen con la que se pueden establecer distintos perfiles de audio, incluida la opción Audio 3D que modifica la configuración del sonido para hacerlo más envolvente. También permite personalizar la ecualización del sonido.

La MatePad Pro hereda uno de los problemas más habituales en los dispositivos móviles que no es otro que, al sostener el dispositivo en horizontal por su parte inferior –para jugar, por ejemplo— se tapan parcialmente con la mano los dos altavoces inferiores.

Por suerte, quedan libre los otros dos, por lo que la experiencia no se ve muy mermada y puede disfrutarse de un sonido claro capaz de revelar los pasos del enemigo al acercarse en juegos como PUBG Mobile.

Contenido extra: M-Pen y funda con teclado, los complementos siempre ayudan

Como decían los Beatles en su canción, con la ayuda de tus amigos llegarás más lejos. Esto se ratifica en la tableta más profesional de Huawei, donde gana algunos puntos en su experiencia de uso al utilizarla con sus accesorios.

Estos accesorios, que se venden por separado, están formados por una funda con teclado integrado y el lápiz Huawei M-Pen, que permite exprimir al máximo las opciones de escritura y diseño que ofrece esta tableta profesional.

Comencemos por la funda con teclado. Se trata de un accesorio más que recomendable para una tableta de corte profesional como es la Huawei MatePad Pro.

El modelo que nos ha enviado Huawei tiene un acabado en azul similar al de la MatePad Pro y una textura que no atrapa las huellas, es fácil de limpiar y no incrementa demasiado el grosor de la tableta, conservando su portabilidad.

La funda se instala prácticamente sola y se carga de forma inalámbrica con la tableta y se sincroniza automáticamente con ella al instalarse, por lo que la integración con la MatePad Pro va como la seda.

En la parte trasera cuenta con una superficie imantada que la fija con sorprendente firmeza a la tableta e impide que esta se mueva, dejando todo el borde del dispositivo accesible para los botones, conectores, micrófonos, etc., así como un orificio en la parte trasera para el módulo de cámara, quedado bien protegida.

En la parte de la funda que se dobla hacia la pantalla se ubica el teclado, y justo encima de él dos ranuras imantadas que sirven para acomodar la tableta en dos posturas distintas, quedando perfectamente sujetas.

Lamentablemente, la distribución del teclado no está en español, por lo que no incluye la letra Ñ ni otros caracteres propios de la lengua.

El teclado adopta la misma configuración del teclado establecido en el teclado táctil, pero la serigrafía de las teclas no se corresponde con las posiciones de algunos signos, por lo que pueden ser motivo de confusión, al menos hasta que te acostumbres a ello y la memoria muscular de tus dedos te indique dónde se encuentra cada carácter, independientemente de su serigrafía.

Valorar un teclado es muy subjetivo ya que depende de los hábitos de quien lo usa e incluso del tamaño de sus manos. Para ser sinceros, no nos hemos encontrado cómodos usando el teclado de esta funda.

El hecho de no contar con la distribución en español no solo afecta a la relación entre la serigrafía y el caracter que se escribe al pulsarla, también afecta a la distribución del resto de teclas. Por ejemplo, la tecla de Intro es mucho más pequeña y da lugar a que otras también cambien su ubicación.

El recorrido de la tecla es correcto. Corto y duro, como acostumbra a ser en este tipo de teclados integrados en fundas, pero correcto. El tamaño de las teclas es algo justo, pero lo compensa añadiendo un buen espaciado entre teclas, lo cual ayuda a evitar la pulsación simultánea de dos teclas.

Otro de los accesorios interesantes de esta Huawei MatePad Pro es el lápiz M-Pen, que estrena tecnología de carga inalámbrica y proporciona una sensibilidad de 4.096 niveles de presión.

El M-Pen tiene el grosor y la longitud propia de cualquier bolígrafo o lápiz y tiene un perfil hexagonal, por lo que resulta muy cómodo en la mano ya que es muy ligero. Carece de botones, lo cual limita sus funciones y no permite utilizar el extremo como borrador.

El borde lateral derecho de la MatePad Pro – que cuando se tumba se convierte en el superior— cuenta con una zona imantada justo debajo del botón de volumen que sirve como base de carga inalámbrica para el M-Pen quedando perfectamente fijado en la posición correcta y permitiendo su emparejamiento automático la primera vez que se usa.

Cuando el lápiz se encuentra en esa zona, en la pantalla de la MatePad Pro se muestra una ventana emergente en la que se indica su carga actual.

La integración del lápiz con la tableta es muy buena. Un ejemplo de ello es que basta con tocar con él la pantalla de la MatePad Pro cuando está bloqueada para, automáticamente, activar la app de notas con la que puedes empezar a escribir o dibujar directamente.

La sensación al usarlo no termina de ser tan fluida como la que se obtiene con los lápices de Apple o de Microsoft, por citar dos ejemplos, pero tras un breve periodo de adaptación se le coge el punto y resulta un trazo muy fluido. Sin embargo, nos da la sensación de que el potencial de este accesorio está infravalorado.

En primer lugar, el hecho de no incluir ningún botón con el que poder cambiar el modo de uso (cambiar el tipo de pincel o color, por ejemplo) o utilizar el extremo trasero para borrar le resta algunos puntos en usabilidad, ya que obliga a seleccionar el borrador con cada error, en lugar de habilitar el gesto más intuitivo que es darle la vuelta y borrar.

La integración con el software tampoco es muy amplia. Se echa de menos el uso de la detección de escritura a mano en más elementos de la interfaz, como el buscador, lo cual obliga a usar el teclado para, por ejemplo, guardar el archivo de un diseño o una nota.

Una tableta que podría romper el mercado, pero ha quedado eclipsado por el software

Ha vuelto a pasar. Huawei ha creado una tableta más que solvente en la mayoría de apartados, y en los que no brilla al menos no comete graves errores, pero no termina de ser un dispositivo completo por culpa de un software que no es accesible para todo el mundo.

Si te desenvuelves de forma fluida con la tecnología no tendrás grandes problemas con esta tableta y no te resultará complicado encontrar alternativas a tus aplicaciones habituales.

Sin embargo, el hecho de que el usuario tenga que preocuparse de la actualización de algunas apps, o de tener que depender de markets de terceros para instalar las apps lastran mucho la experiencia de uso, sobre todo en usuarios muy vinculados—por el hábito adquirido—con los servicios de Google.

Como decimos, por todo lo demás la Huawei MatePad Pro cubre sin problemas en el apartado de hardware integrando la misma configuración que encontramos en buques insignia de la talla del Huawei Mate 30 o la serie P40.

Ofrece una buena experiencia de uso general con un rendimiento impecable en el uso diario. En ese aspecto, la Huawei MatePad Pro que estamos analizando no tiene tacha alguna.

Su precio en estos momentos es su mejor baza, ya que se encuentra por debajo de sus principales rivales ya que puede comprarse por 549 euros solo la tableta, o de 599,99 euros el kit completo con funda teclado y lápiz M-Pencil de Huawei. Nos queda la duda de si esto sería así de no contar con la “desventaja” de no incluir los servicios de Google.

Si no tienes la imperiosa necesidad de usar los servicios de Google y no te importa no tener acceso nativo a YouTube y el resto de sus servicios, la Huawei MatePad Pro puede ser una excelente oportunidad para llevarte a casa una de las tabletas más solventes del mercado a un precio realmente interesante.

De ti depende aprovechar lo que para muchos es una debilidad, y convertirlo en una virtud que te permita desvincularte de los servicios de Google al tiempo que ahorras algunos euros.

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