Dicen que los gatos tienen 7 vidas, y este tozudo minino que se negaba a acabar en el fondo del mar, lo demostró.
Hay muchas historias de animales heroicos que sobrevivieron o llevaron a cabo hazañas durante la Segunda Guerra Mundial. Una de las más curiosas es la de Sam el Insumergible (Unsinkable Sam).
Sam era un gato que sirvió en los dos bandos de la Segunda Guerra Mundial, por eso en el bando aliado se le conoce con el nombre de Sam, y en el alemán con el de Oskar.
¿Y cuál es la hazaña de este felino? Pues ni más ni menos que sobrevivir a tres hundimientos de barcos de guerra, flotando en una tabla.
Cuenta la historia que Sam el Insumergible era un gato blanco y negro que fue embarcado en el mítico acorazado alemán Bismarck, en 1941. Era habitual llevar gatos en los barcos militares porque cazaban las ratas y ratones, y además hacían compañía y ayudaban a reducir el estrés de los marineros.
La estancia de Oskar en el Bismarck fue breve: el buque alemán fue hundido en su primera mision, el 27 de mayo de 1941.
Solo sobrevivieron 118 de los 2.200 miembros de la tripulación. Entre ellos el gato Oskar, que fue encontrado por los britanicos flotando sobre una tabla.
Oskar fue bautizado con el nombre de Sam, y se convirtió en la mascota del buque británico HMS Cossack, cuya misión era escoltar convoyes en el Mediterráneo.
Pero su nueva casa acabó en el fondo del mar apenas 5 meses después: el 24 de octubre de 1941 el HMS Cossack fue torpedeado por un submarino alemán, y cuando lo llevaban a reparar se hundió cerca de Gibraltar. Murieron 159 marineros pero Sam, ya convertido en el Insumergible, fue transferido al portaaviones HMS Ark Royal.
Lamentablemente los buques de guerra eran los lugares menos seguros del mundo, durante la Segunda Guerra Mundial. Fueron destruidos cientos de ellos, en ambos bandos. Apenas un mes después el HMS Ark Royal fue torpeado, y hundido. Por suerte fue un hundimiento lento y todos los tripulantes menos uno se salvaron. A Sam lo encontraron, de nuevo, flotando en una tabla.
El gato insumergible, ya convertido en leyenda, fue transferido al HMS Lightning y al HMS Legion. En 1942 y 1943 ambos buques también fueron destruidos, pero Sam salvó su vida porque el gobernador de GIbraltar decidió llevárselo a su casa un año antes.
Finalmente viajó al Reino Unido y vivió sin más preocupaciones en casa de un marinero, hasta que falleció en 1955.
El gato Sam el Insumergible se hizo tan famoso, que incluso hay un cuadro suyo en el Museo Marítimo Nacional de Greenwich, en el Reino Unido.
No sabemos si la buena suerte, o sus siete vidas gatunas salvaron la vida al bueno de Sam, pero no se conoce a ningún otro marinero que haya sobrevivido al hundimiento de tres buques de guerra.
Una historia con final feliz, que es como deben acabar todas las buenas historias para dejar un buen sabor de boca…