La DGT tiene claro que se debe reducir el uso del móvil en carretera lo máximo posible y endurece las sanciones por su uso o simplemente por llevarlo. Estas son las posibles multas a las que te enfrentas.
El teléfono móvil puede suponer una gran fuente de distracción mientras se conduce. Responder un mensaje, cambiar de música o consultar el GPS, tareas tan sencillas como estas son un riesgo para la seguridad vial y la DGT quiere reducir su uso al máximo.
Tráfico ha reforzado las sanciones que se pueden aplicar a los conductores relativas a estos dispositivos. La penalización puede llegar a los 200 euros y 6 puntos del carnet y ya no será necesario estar usando el terminal para justificar esa multa.
Hasta ahora se especificaba que se podía aplicar una multa a un conductor por «utilizar» el teléfono en el coche. Sin embargo, a partir de ahora también se podrá sancionar por «llevarlo en la mano». Aunque esté bloqueado y no se esté haciendo uso del mismo.
La DGT alude a que llevar el móvil en la mano supone soltar una del volante cuando dedicarse las dos a esta tarea salvo para realizar un cambio de marchas. Aunque la vista se mantenga fija en la carretera y se esté muy atento a la circulación, conducir con una sola mano para sujetar el móvil puede salir caro con esta nueva normativa.
«El móvil debe ir en el salpicadero, en un soporte homologado y sin manipulación durante la conducción» explica Tráfico. Para hacer uso de ese aparato se debe esperar a estar en una zona segura, la cual no consideran que sea ni parados en un atasco ni esperando a que el semáforo ya no esté en rojo.
Estas son las posibles sanciones que nos pueden poner por usar o sujetar el teléfono:
- Usar el móvil en la mano: 6 puntos y 200 euros.
- Llevar el móvil en la mano, pero sin usarlo: 6 puntos y 200 euros.
- Usar el móvil con manos libres, pero con distracción: 3 puntos y 200 euros.
Ante estas opciones crece la necesidad de recurrir a mecanismos de control por voz que nos permitan mantener la atención en la carretera y con las dos manos al volante. Un ejemplo es Google Auto y otros sistemas operativos para el coche que pueden gestionar llamadas, mensajes y música entre otras tareas con un asistente virtual que atienda a nuestras órdenes por comandos de voz.