Quién nos iba a decir hace no mucho tiempo que Microsoft iba a abandonar su Edge para rendirse a Chrome. Con el lanzamiento de Windows 10 en 2015, los de Redmond presentaron Edge, un navegador totalmente nuevo que llegaba como el sustituto de Internet Explorer. Esto hace unos años habrían sido palabras mayores, pero en 2015 el dominio de Chrome o Firefox era tal que no a muchos le importó la llegada de Edge.
Sí, era un navegador rápido y seguro cuando se configuraba bien, pero faltaba la integración con aplicaciones que tenía Chrome, las extensiones y, al final, la experiencia de navegación era mucho mejor en el navegador de Google (y en cualquiera, vaya). Además, la cuota de usuarios era minúscula porque Edge, en la mayoría de ocasiones, se utilizaba en un equipo nuevo para descargar Chrome.
Como decimos, hace unos meses Microsoft se rindió al motor de Google y creó su Edge Chromium y, con él, las cosas han cambiado. El feedback recibido por parte de usuarios está siendo bueno, la implantación aún es pequeña (algo normal), pero la experiencia de uso y, el compartir datos con Chrome y la posibilidad de utilizar extensiones hace que el nuevo Edge sea un navegador de lo más interesante.
Además, uno de los mejores puntos de este nuevo navegador de Microsoft es que tiene detrás al equipo de Windows, al de desarrollo de Microsoft y al de Google para dar soporte a Chrome. Es decir, lo que se implementa en Chrome llega eventualmente a Edge Chromium, pero Microsoft tiene otros equipos enfocados en el desarrollo de su navegador y, de igual manera que las mejoras de Chrome llegan a Edge, los avances en Edge llegan a Chrome.
Como vemos en TechRadar, se dice que «Microsoft es lo mejor que le puede pasar a Chrome» debido a esas mejoras de Edge que terminan llegando al navegador de Chrome. Concretamente, esta investigación propia ha hecho que se mejoren errores de Chrome, como que haya notificaciones del navegador de Google que se mostraban repetidas en Windows 10.
Además, mejoras recientes en Edge también provocarán que Chrome consuma menos RAM, y este es uno de los mejores puntos de todo esto. Google lleva años afincado en una posición comodísima, con un navegador que es casi sinónimo de… bueno, del término «navegador» y, aunque ha ido prometiendo mejoras de rendimiento, no todas han sido como los usuarios esperaban.
A Microsoft le interesa mejorar su Edge todo lo posible, pero con estas mejoras también hace que el código de Chromium sea mejor, beneficiando otros navegadores como Vivaldi o el propio Chrome. Así que, sí, no es descabellado, visto lo visto, pensar que Microsoft es lo mejor que le ha pasado a Google Chrome.